Parte 18

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-Bueno Carla, ya venimos charlando lo de José hace unas sesiones y optaste por ponerle pañal a toda hora, también me dijiste que Él lo aceptó muy bien y lo pudo integrar a su ritmo de vida, hasta aquí ¿vamos bien?

-Si, eso es lo que pasó, pero ahora... 

-Antes de que continúes me dijiste que te gusta escribir de vez en cuando, entonces: me gustaría que hagamos una actividad esperando que tal vez puedas expresarte con más libertad y detalle del próximo paso que vayas a dar con José, la cosa es poder identificar si todo esto que está pasando es de alguna manera sano para ti y para el niño

-ok pero no quieres que te cuente ahora? 

-no, vamos a respetar la actividad de seguro me ayuda más, ahí tienes un lápiz papel 

-bueno pero va a ser una historia que la mitad de lo que voy a escribir ya lo estoy llevando a cabo y el resto el resultado que quiero obtener

-tú eres libre escribe y desarrolla como tu quieras la historia

Mientras Carla escribía podía recordar lo emocionante que se estaba poniendo su caminar en esta nueva etapa de su vida y su historia decía así:

Había una vez una madre llamada Carla y un niño llamado José. José tenía 11 años y aún usaba pañales durante todo el día. Carla se encontraba preocupada por su hijo y buscaba soluciones para ayudarlo en esta etapa de su vida.

Carla había leído sobre los beneficios de la lactancia materna en niños mayores y cómo podría ayudar en su desarrollo emocional y físico. Además, sabía que la leche materna tenía propiedades laxantes naturales que podrían ser beneficiosas para el sistema digestivo de José. Con toda esta información en mente, y con la experiencia de su amiga Ale Carla decidió explorar la posibilidad de iniciar un tratamiento de relactación.

Comenzó por buscar apoyo médico y asesoramiento de profesionales especializados en lactancia. Explicó su situación y su deseo de reiniciar la producción de leche materna para José. Aunque era una solicitud poco común, encontró un médico comprensivo y dispuesto a ayudarla en su camino.

El médico derivó a Carla a una especialista en lactancia que tenía experiencia en casos similares. Juntas, crearon un plan personalizado para iniciar el tratamiento de relactación. El objetivo era tanto ayudar a José en su desarrollo como fomentar el vínculo especial entre madre e hijo a través de la lactancia.

Carla comenzó a tomar suplementos herbales y a utilizar técnicas de estimulación para aumentar la producción de leche materna. También establecieron una rutina diaria en la que Carla dedicaba tiempo exclusivamente a José, para brindarle atención y cuidado mientras trabajaba en su tratamiento de relactación.

José, a pesar de su edad, mostró una actitud abierta y curiosa hacia el proceso. Con la ayuda de su madre, comprendió la importancia de lo que estaban haciendo y se sintió emocionado por la posibilidad de recibir leche materna nuevamente. Ambos compartieron momentos especiales durante las sesiones de extracción de leche, fortaleciendo su vínculo a través de la cercanía y el amor compartido.

Con el tiempo, Carla comenzó a notar cambios en su cuerpo y la producción de leche materna se restableció gradualmente. Fue un momento emocionante para ella, ya que veía los resultados de su esfuerzo y dedicación.

Una vez que Carla pudo amamantar a José, se estableció una nueva dinámica en su relación. José se sentía amado y cuidado mientras Carla disfrutaba de la conexión especial que la lactancia materna les brindaba. A medida que José recibía leche materna, Carla notó mejoras en su sistema digestivo y en su control de esfínteres.

Carla también trabajó en conjunto con profesionales de la salud y especialistas en el desarrollo infantil para abordar el problema de control de esfínteres de José. Juntos, implementaron estrategias y terapias para ayudarlo a alcanzar un mayor nivel de autonomía y bienestar en su vida diaria.

La historia de Carla y José se convirtió en un ejemplo de amor incondicional y dedicación materna. Carla demostró que siempre estaría dispuesta a buscar soluciones y explorar todas las opciones disponibles para el bienestar de su hijo. Su empeño y compromiso les permitieron superar obstáculos y fortalecer su vínculo en el.

-debe ser una broma, lo es ¿cierto?

- no no es ninguna broma, ya estamos en camino hacia esa meta y la verdad estoy muy contenta, he podido conectar de una manera increíble con José

-Mira Carla te entiendo, pero que consecuencias traerá esto a la vida del niño la relactación en un niño de 11 años podría generar una dependencia emocional poco saludable. Es importante fomentar su independencia y autonomía en esta etapa de su desarrollo. 

-La verdad no entiendo, pensé que me ayudarías a poder mantener esto y que salga lo mejor posible 

-Podemos trabajar juntas para identificar las posibles causas de su dependencia de los pañales y desarrollar estrategias de apoyo que promuevan su desarrollo y autonomía.

-Siento que el uso de pañales y la lactancia materna le brindan seguridad y comodidad a mi hijo. Además, hemos creado un vínculo especial a través de la lactancia y no quiero privarlo de esa conexión emocional. no pienso renunciar a eso. Creo que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y que forzarlo a dejar de usar pañales o a dejar de amamantar puede generarle ansiedad o inseguridad. Quiero respetar su ritmo y asegurarme de que se sienta cómodo y protegido.

-Entiendo tu punto de vista sobre respetar el ritmo de tu hijo. Sin embargo, es importante considerar cómo esta situación puede afectar su vida diaria y su interacción con los demás. A medida que crece, su entorno social puede tener expectativas diferentes y esto podría generarle dificultades en términos de adaptación.

-bueno esto fue suficiente por hoy, estoy tratando de remediar las cosas que en un pasado hice mal con mi bebé y así tenga 20 años si él se siente cómodo con la rutina así seguiremos. y será hasta pronto.


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