Capítulo 1

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No sé en qué momento comenzó todo y tampoco recuerdo en qué momento me perdí. Lo único que tengo claro es que sin importar nada, no quiero continuar así. Estoy cansada de sentir que nada tiene sentido y sigo vagando sin una dirección aparente. Sin importar lo que haga, siempre regreso al mismo lugar. 

¿Cuál es el problema conmigo? 

Tengo claro que cometí muchos errores en el pasado, pero ¿qué no todos solemos equivocarnos? Realmente, nunca creí que mis acciones tendrían consecuencias, pero con el paso del tiempo recuerdo la frase: "todo regresa a ti en algún momento" y jamás imaginé que tomaría un sentido tan real, hasta hoy. 

Recuerdo que un día mi madre dijo: "Lia, sabes que te amo más que nada en este mundo. Te lo suplico, hija, cambia ese estilo de vida que has llevado durante tanto tiempo. Te harás daño y eso no te conviene". Sus lágrimas y sollozos no tuvieron sentido, porque tras años anhelando esas palabras, al final llegaron tarde. Tan tarde como todo lo relacionado a ella.

Siempre desee tener su amor, desee un abrazo y un beso de su parte. Quería saber que me apreciaba, pero los años pasaron y ese deseo se volvió algo tan lejano que al final me di por vencida. Sabía que nunca había sido la prioridad de aquella mujer que me dio la vida. El solo hecho de escucharla me hacía sentir repulsión, nada más. 

Mi madre siempre se preocupó más por su trabajo e interese personales; ella siempre estuvo en primer lugar y se encerró tanto en su idea de "bienestar propio" que llegó al punto de dejarme de lado siempre. Me gusta pensar que, si mi padre nunca nos hubiera abandonado todo seríadiferente ahora, pero solo es una idea egoísta de aquello que yo provoque. 

Aunque me gustaría tener a alguien a quien culpar, sé que todo fue por mí y duele no poder mentirme, porque es más que claro que todo se desencadeno por mi insensatez. Si no hubiera sido tan estúpida hace unos años, nada hubiera terminado; sin embrago, no se puede cambiar lo sucedido y ya es demasiado tarde para lamentar una historia de hace más de cinco años. 

El tiempo jamás se detiene. Sin importar lo doloroso que sea cometer errores, no podemos regresar las épocas y corregir nuestras fallas por más que recemos para que eso suceda. Un par de lágrimas no cambiaran todo de un momento a otro por un simple capricho. 

Sé que no puedo cambiar el pasado, pero no encuentro la manera de vivir mi presente y anhelar mi futuro.

Estoy segura que si pudiera revertir los hechos y tener una nueva oportunidad para tener aquella familia que siempre había deseado, no cambiaría nada. Está claro que siempre he sido la misma estúpida egoísta desde que nací. Supongo que algo de Alexa debía tener, pero es lamentable que sea algo tan absurdo. 

Aunque mi odio hacia esa mujer permanezca, sigue siendo mi madre. 

Hace unos días me informaron sobre su ingreso al hospital Mirtel por problemas serios de la salud. Para ser sincera, me da igual lo que le suceda, pero me contactaron porque soy su único familiar según el registro médico. No puedo creer que aún tenga el descaro de creer que soy parte de su familia. 

Desde que recibí la llamada de los doctores todo se ha vuelto más distante de lo que ya era. Mi mente se convirtió en un agujero negro desde hace meses y lo único que hace es seguir consumiendo todo a su paso, sin detenerse. Parece que aquello que construí hace tiempo sigue colapsando a pedazos y es realmente complicado permanecer en pie. 

Me he llenado de nubes que no me permiten ver la claridad, se han robado mis días llenos de felicidad y en su lugar quedó un paisaje lleno de oscuridad. Esto no dura solo un día, ni dos, se extiende a una vida que me consumirá en las tinieblas. Es obvio que los seres como yo estamos condenados a sufrir hasta el final.

Noche EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora