El Enemigo Número 1

Capítulo 11: Tornado

Tatsumaki, la segunda heroína de clase S y conocida como la Terrible Tornado, refunfuñó mientras se limpiaba las cenizas del cabello.

Estúpidos vampiros y sus estúpidas muertes de cenizas. ¿Por qué no podían convertirse en cadáveres como la gente normal?

¿Y por qué estaba haciendo algo tan por debajo de ella? ¿No tenía la Asociación una tarea mejor para ella, el segundo ser más poderoso de la tierra? Debería destrozar el lugar desde sus cimientos por atreverse a insultarla así. Ugh, una vez que tenga en sus manos a ese gordo director, ella...

Ring, Ring. Ring, Ring.

Contestó su teléfono, apartándose distraídamente un rizo de cabello de sus ojos mientras volaba a casa. "¿Qué quieres? ¡Estoy ocupado!"

"Señorita Tornado, ha habido una situación. Un villano poderoso ha -"

"¿No puedes conseguir que alguien más lo haga?" ella interrumpió. "¡Dije que estoy ocupado!"

"Nosotros hemos fracasado y todos ellos han fracasado. Varios miembros de la Clase S fueron enviados y todos están teniendo dificultades con él".

Ella se burló. "Oh, por favor. ¿Esos idiotas no pueden hacer nada bien?"

"¡Por favor, señorita Tornado! ¡Estamos bajo ataque! ¡El villano está planeando destruir la sede de la Asociación de Héroes! Los otros héroes Clase-S están llegando, pero no parece que estén haciendo nada para detenerlo. Necesitamos que te encargues de ello, o de lo contrario la Asociación puede perderse!"

Abajo desde donde estaba volando, Tatumaki podía escuchar un monstruo que se acercaba y los gritos de los civiles. La distrajo momentáneamente del idiota que hablaba por teléfono. "¿Qué? Oh bien, entraré un poco. Tal vez cinco minutos o lo que sea. Solo espérame".

Colgó antes de que pudieran responder.

"Vaya. No pueden hacer nada sin mí". Ella sacudió la cabeza y descendió hacia los monstruos alborotados. Estúpida secretaria, perdiendo el tiempo cuando podría estar haciendo algo importante. Solo por eso, se tomará su tiempo. Esos perdedores de Clase S necesitan un buen entrenamiento de todos modos.

Quién sabe, tal vez al final se lo agradezcan.

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"¡No me importa lo que diga el director, voy a matar a esa perra de pelo verde!" Metal Bat gruñó, arrojando su teléfono a un lado. "¡Justo cuando la necesitas, ella decide que es hora de tener un maldito ataque de histeria !"

Esquivó hacia un lado, con el bate sostenido con ambas manos mientras Puri Prisoner era derribado hacia atrás nuevamente. 

El tipo lucía una mandíbula rota que haría sonrojar a un boxeador profesional y el delincuente podría haber jurado que vio volar algunos dientes más. 

En este punto, el tipo iba a necesitar un nuevo par de dentaduras postizas junto con una nueva mandíbula de metal.

La única razón por la que el tipo no estaba inconsciente todavía era porque al monstruo calvo no parecía gustarle mucho tocarlo, luciendo una expresión mareada cada vez que Puri Prisoner se lanzaba hacia él con las bolas primero. 

Metal Bat no podía culpar tanto al cabrón calvo; tampoco querría el culo desnudo de Prisoner cerca de él, especialmente considerando la mierda que hace cuando está en prisión.

(Nadie quiere estar cerca de ese.....)

Tank-Top Master logró dar algunos golpes mientras el tipo calvo estaba distraído, cayendo hacia atrás cuando trató de golpearlo en la cabeza. La expresión casi aterrorizada en el rostro de Tank-Top habría hecho reír a Metal Bat si no hubiera visto esa película casual dividir los cielos y los mares en dos como algo salido de una película religiosa.