Capítulo 4

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Habían pasado dos semanas desde aquella vez que me acosté con Sanzu. No había vuelto aparecerse por aquí, aunque su "socio" si que había frecuentado el lugar. Siempre pedía que yo lo atendiera, me invitaba unos tragos y después se me insinuaba descaradamente, aunque siempre terminaba rechazandole.

La señorita Cher, solamente había venido una vez esta semana, pues hasta donde sabía, ella era la encargada de todos los clubes que estaban a nombre de Sanzu.

Sanzu ...

No podía quitarme su nombre de la cabeza, tampoco podía olvidarme tan fácil de lo que paso y el como me dejó después de follarme como un maldito animal. Tampoco podía olvidarme el como la señorita Cher se burló de mi, al verme tan jodida por él.

Me sentía tan tonta por seguir esperándolo.

Hoy era uno de esos días en donde el cansancio me tenía de muy mal humor. Y el ver que ese tipo estaba de nuevo aquí, solo hacía que mi cólera aumentará pues seguramente, tendría que soportar sus idioteces y sus banos intentos por lograr acostarse conmigo.

–Qué guapa estas hoy,–

–Siempre dices lo mismo,– Sonreí con falsedad, –¿Y tú amigo?,– Pregunté, era raro verlo solo, siempre venía con aquel tipo alto de sonrisa burlona.

–Se quedo afuera, hoy vendrán solo los altos mandos a divertirse,– Sonrió.

A decir verdad, estaba tan agotada que apenas y me había dado cuenta que no había muchos hombres en el club. Y bueno no es que llevara mucho tiempo, pues mi turno apenas comenzaba.

–¿Y él no está a tu altura Kisaki?,– Alcé una ceja.

–¿Bromeas?,– Rió, –Hanma solo es un perro faldero que se puede desechar en cualquier momento y digamos que yo soy su dueño,– Se acerco un poco más a mi.

El perfume que utilizaba este tipo siempre me causaba náuseas. Era bastante intenso, no se rendía apesar de mis constantes rechazos. No sentía absolutamente nada cuando estaba tan cerca de mi. No me provocaba ese calor, esas ganas de comerle la boca y entregarle todo de mi.

Su presencia no se comparaba en nada a la de Sanzu.

Era tan tonto que no pudiera olvidarme de él. Pues solo habíamos compartido una noche, pero en realidad se había vuelto adictivo. Quería volver a sentir su cuerpo y que su perfume se quedara impregnado en mis fosas nasales. Que esos labios tan delgados me besaran y marcarán todo mi cuerpo como aquella vez.

Fue entonces que desvié mi mirada de Kisaki y mi corazón se aceleró al verle entrar, junto con otros tipos que se veían bastantes intimidantes. Se veía tan sexy fumando aquel cigarrillo que seguramente era de mariguana. Con aquella camisa doblada hasta sus codos. Ahora no llevaba puesto su chaleco y aún así lucia tan guapo y elegante.

Ni si quiera noto mi presencia, pues justo detrás de él, venia la señorita Cher y con una sonrisa, beso fugazmente sus labios mientras sus acompañantes reían al verlos.

La realidad me golpeó en aquel momento, pues como el mismo lo dijo en aquella nota, tenía que hacerme a la idea que no necesitaría más de mis servicios y que solo fue por aquella vez, a quien engañaba, él jamás estaría con una simple mesera como yo.

–Bien preciosa, pon tu mejor sonrisa y atiende como se debe al rey,– Kisaki giró sobre sus talones y siguió a aquellos hombres.

Caught You Boy || Sanzu Haruchiyo X OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora