TORMENTO (TODODEKU)

Parte 8

Shoto esbozó una sonrisita explorando cada centímetro de piel desnuda de Izuku, el menor temblaba, reía y emitía sonidos extraños. Todo eso resultaba ser divertido más que excitante o serio, pero Shoto estaba encantado, sabía que todo con aquel pequeño tormento era justo eso; un tormento, diversión, aunque también cariño, amor y ternura.

-¡No!- Izuku gritó entre risas y encogiendo su cuello cual tortuga cuando Shoto lo beso ahí-Espera...espera- dijo sin aliento. Shoto sonrió y beso sus labios en piquitos

-¿Qué pasa?

-La parte izquierda de mi cuello es cosquilluda- Izuku sonrió inocente. El mayor sonrió mirándolo fijamente por unos instantes

-Me encantas...-Shoto susurró aún sobre el delgado cuerpo del menor, este río acariciando la nuca del bicolor, después de inclino para capturar los rosados labios del mayor y comenzar una danza entre sus lenguas. La verdad era que aquello ni él l había experimentado así que si él se sentía temeroso, seguro Shoto estaría peor. Pero ahora eso era lo de menos, tenía al chico entre sus brazos dispuesto a complaceros.

Continuó besándolo y acariciando la fuerte espalda, Shoto gruñía contagiándolo. Entonces Izuku despegó su boca de la del mayor dejando que este se llevara sus besos por todo su sensible torso ya desnudo. Shoto miró el rostro del peliverde mientras bajaba sus labios capturando una tetilla, el menor abrió los ojos con impresión mientras soltaba un fuerte gemido. Sus manos se enredaron entre el cabello bicolor luchando por controlar las nuevas sensaciones que estaba experimentando.

Shoto dejo de observar aquel hermoso rostro pecoso que amaba y se concentro en las caricias que quería darle al peliverde, bajando un poco más hasta encontrarse con un bulto que sobresalía entre sus ropas, con una lentitud provocadora comenzó a bajar y repartir besos calientes por cada centímetro de piel expuesta. El menor respondía con gemidos y retorciendo su cuerpo bajo los besos de Shoto. Cuando al fin los estorbosos jeans desaparecieron Izuku sintió el frío calarse entre sus piernas.

-Sho-chan- su gemido lleno los oídos de Shoto cuando bajaba los apretados boxers revelando la excitación del menor. Si bien aquello era nuevo para ambos, eso era algo que lo volvía más especial porque era una primera vez que ambos compartirían. Shoto juró hacer de eso lo bastante bueno para Izuku, guio su boca al miembro del menor torturándolo.

El menor gruño, jaló el cabello del bicolor buscando aferrarse a algo. Jamás había experimentado tanto placer en su vida, tembló al sentirse ver el cielo.

-Sho...- su voz se perdió cuando sintió los tibios dedos acariciar su hendidura. Las caricias, la boca de Shoto, estaba al borde, toco el cielo, había llegado a su primer orgasmo.

Temblando sobre la cama sintió a Shoto bajar y deshacerse del resto de su vestimenta  ¿Podía mirarlo? lo hizo y se deleito, tenía una vista perfecta al cuerpo bien cuidado y trabajado que ahora él podía disfrutar. Shoto sonrió volviendo a la cama, se posiciono entre las piernas del pecoso mientras subió para capturar nuevamente esos labios hundiéndose en un beso rogando porque el menor saboreara su placer.

-Pelusita...-entre besos trató de prepararlo, el menor apretó los ojos negándose a detener al bicolor.

Shoto se encargaría de prepararlo, desde luego tenía que ser tierno y cuidadoso, quería hacer el amor con Izuku, no quería hacerle daño, así que había preparado unos de los cajones junto a la cama metiendo todo lo que había creído necesario. El peliverde soltó una carcajada mirando la botella de lubricante que Shoto sacaba.

-Denki me regalo muchas de esas, puse algunas en tu baño por si la acción llegaba

Shoto río besándole el cuello, mordisqueando su piel.