La Fiesta

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El sr. Conejo se encontraba en su habitacion, observando su reflejo en el espejo. Ajustaba su corbata y se acomodaba el pelo. La fiesta de despedida se avecinaba, y aunque preferia pasar una noche tranquila en casa, la sra. Liebre habia insistido en que la acompañara.Era normal que siempre vaya formal a todas las fiestas en las que estaba. El siempre queria verse serio.

-¡Oh, queriño! Estas radiante esta noche -exclamo la Sra Liebre-. Estoy segura de que disfrutaras de la velada. Sera una gran oportunidad para relacionarte con tus compañeros antes del viaje.

El sr. Conejo asintio con una sonrisa forzada, intentando convercerse a si mismo de que podria sobrevivir a una noche llena de charlas aburridas sobre chistes sin sentido de sus inmaduros compañeros. Juntos salieron de su hogar y se dirigieron al lugar de la fiesta.

Cuando llegaron, el Sr, Conejo noto inmediatamente que el ambiente era mucho mas sofisticado de lo que esperaba. La musica de fondo era suave y elegante, y las luces tenues creaban un ambiente intimo. Sin embargo a medida que la noche avanzaba, el Sr. Conejo comenzo a darse cuenta de que la fiesta era aburrida en realidad. Sus colegas se encontraban en grupos pequeños, charlando tranquilamente o riendo de alguna estupidez.

Poco a poco, la Sra. Liebre se fue alejando de el, ocupada socializando con otros invitados. El Sr. Conejo se encontraba solo en medio de la multitud, observando como todos parecian disfrutar de la noche mientras el luchaba por encontrar algo interesante que hacer.Finalmente, la Sra. Liebre se acerco a el, su expresion de aburrimiento apenas disimulada.

-Cariño, ¿que te parece si me retiro temprano? Parece que la fiesta no es lo que esperabamos. No quiero aburrirte mas.-Cuando el Sr. Conejo planeaba aceptar la invitacion de la Sra. Liebre, vio a lo lejos al Sr Toribio. Sin embargo Toribio se encontraba en un estado de embriaguez notable.

El Conejo sintio una punzada de compasion en su corazon. Aunque le resultaba dificil aceptarlo. "No puedo dejarlo asi, me despedirian si lo abandono en ese estado" se repetia a si mismo.No podia evitar sentir lastima por el señor Toribio, cuya situacion parecia empeorar con cada sorbo que tomaba.

-Lo siento Liebre, debo hacer algo antes. Regresa a casa tu primero.- La Sra. Liebre asintió y se retiró de la fiesta.

Sin pensarlo dos veces,el Conejo se acerco a Toribio con cautela.

-Toribio, ¿esta bien?.- Pregunto el señor conejo.El señor Toribio alzo la vista y lo miro con los ojos vidriosos.

-oh, ¿quien diablos eres?.- hablo algo confundido.El señor conejo se acerco un poco mas a el. Toribio parecio haberse dado cuenta de algo, ya que sus ojos se abrieron un poco mas de lo normal mostrando una expresion de sorpresa.

-¡Liebre! No puedo creer que estes aqui.- exclamo Toribio tambaleandose un poco.- Pense que ya te habias ido de mi vida para siempre.

-¿Q-que? No, hey Toribio soy el Sr Conejo.

Toribio sonrio ante la respuesta del Sr. Conejo como si esta fuera una broma. Antes de que el Sr. Conejo pudiera reaccionar, el Sr. Toribio le dio un beso apasionado en los labios, dejando al Sr. Conejo paralizado por la sorpresa. El beso pareció durar una eternidad, mientras el Sr. Conejo sentía una mezcla de incredulidad y vergüenza, pero al mismo tiempo sentia....¿algo mas?

El Sr. Conejo se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se separo rapidamente de Toribio dejando al toro algo confundido. Aún aturdido, decidió guiar al Sr. Toribio hacia una de las sillas desocupadas en el lugar, tratando de disimular su desconcierto.

El Sr. Conejo se alejó de la fiesta, buscando un rincón tranquilo para tomar aire y tratar de procesar lo que acababa de suceder. Se sentó en un banco solitario en el jardín, sintiendo cómo los latidos de su corazón resonaban en sus oídos. Mientras su mente trataba de encontrar una explicación lógica para lo ocurrido, una mezcla de emociones contradictorias invadió su ser.

Amor En La Obra //Sr Toribio x Sr Conejo\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora