Confesion

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Habian pasado años desde que termino la guerra de los cien años y los desafios tambien habian ido y venido. Zuko habia cambiado y Ty Lee tambien,pero la esencia de quienes eran no habia cambiado.Ty Lee podia verlo en el, ese regio brillo dorado. Su aura siempre habia sido tan turbia y roja, pero nunca tanto como para que ella no pudiera verla. Ty lee nunca habia creido tanto en nadie. Penso que creia en Azula pero con el paso de los años comenzo a darse cuenta de que lo que realmente sentia era miedo. Zuko siempre habia estado alli para defender a la gente, incluso sefendio a Ty lee cuando nadie mas lo haria.

Ty Lee no era mas que una hermosa don nadie, ella lo sabia tan bien como todos los demas.Zuko tambien lo sabia y aunque dejo en claro que lo sabia, rara vez se lo restregaba en la cara como lo harian los demas.Los otros hombres y damas nobles se divirtieron mucho burlandose de ella. Contaban historias sobre azañas que nunca ocurrieron, hacian fotografias a su semejanza y empañaban su reputacion.Esto nunca impidio que el Señor del Fuego le hablara de vez en cuando y, a medida que pasaban los años, nunca se creyo realmente la diversion que todos los demas estaban teniendo a su costa. Ty Lee dejo escapar un suspiro tembloroso mientras lo miraba desde el otro lado de la mesa, alli estaba el, bebiendo tranquilamente su te y disfrutando de su compañia a pesar de los rumores que inevitablemente seguiran.

Ella era mala para el, sobre todo porque se iba a casar en tres dias. Hizo que se le encogiera el estomago y le doliera el corazon de disgusto consigo misma porque ni siquiera tuvo la decencia de evitarlo. Ella no se atrevia a hacerlo. Le gustaba imaginar que el se enfadaria ante la idea de despedirla. Le gustava pensar que...

pero sabia que no era cierto, de hecho, dudaba que a el realmente le importara. Dudaba que a alguien realmente le importara si ella no estaba cerca. Habia pensado que era la persona favorita de Azula pero esa era otra mentira que se habia dicho a si misma. Por un tiempo penso que podria haber sido la persona favorita de Mai, pero sabia que tampoco era asi. La persona favorita de Mai era Zuko y la persona favorita de Zuko era Mai. Incluso un tonto como Ty Lee podria verlo.

Dejo su propia taza de te y se quedo mirando a la pared justo detras de Zuko, con su habitual sonrisa en los labios,"Aai que ustedes dos se van a casar por fin", dijo incapaz de replicar por completo el entusiasmo. Suspiro soñadamente con esperanza de venderlo, "Ustedes dos son realmente geniales el uno para el otro..."

Zuko se detuvo a medio sorbo y volvio a colocar su taza sobre la mesa frente a el. "Si" , dijo, con ojos fijos en la mesa, "eso es lo que seimpre dice todo el mundo".

"Apuesto a que tu mama esta muy orgulllosa", dijo, con la esperanza de animarlo.

Se encogio de hombros, "Supongo que si", dijo con una mirada lejana, "ella es con quien se esperaba que me casara de todos modos".

Se estaba formando un nudo en la garganta de Ty Lee y ella simplemente no podia sopotarlo mas. Todo lo que hacia le provocaba emociones que simplemente no podia tener, asi que se levanto y se aliso la tunica. Zuko la miro sorprendido y la observo mientras caminaba hacia la puerta. "Les deseo a los dos lo mejor, principe Zuko", dijo con una sonrisa obstinada en su rostro, negandose a mirarlo mientras sus lagrimas caian.

"¿No te refieres al señor del fuego Zuko?" pregunto expectante.

Su aliento comenzaba a temblar incontrolablemente pero, como de costumbre, pudo donreir mientras lo hacia, aun sin volverse para mirarlo, "Para mi siempre seras el principe Zuko... " y luego se fue. Ella no lo haria sentir incomodo con sus estupidos sentimientos, porque eran estupidos sentimientos por una estupida chica. Su principe merecia mas que una niña estupida...


Ty luko one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora