3

412 43 2
                                    

Un alegre pelirrojo iba llegando a su casa con las compras para llenar la alacena y una rebanada de pastel de chocolate, sabía bien que ese se ha convertido en el nuevo sabor favorito de su adorado novio.

Al ingresar a su casa encontró todo tal y como la había dejado y eso le pareció extraño, ya que siempre encontraba un pequeño desorden hecho por su rubio.

Así que con tranquilidad dejo las cosas en la cocina para ir a saludar a sus dos rayito de luz.

--Amor ya llegué -dijo antes de dirigirse al cuarto que momentáneamente compartía con su chico- Te traje una sorpres...

Su voz callo al escuchar a Katsuki hablar.

--Yo no quería ser un impedimento.

“¿Con quién está hablando?"  Se preguntaba, pero no quería ser chismoso ni nada por el estilo pues sabía que eso le molestaba a su pareja así que se fue a preparar la cena, aunque seguía con esa gran duda en su cabeza y más cuando su novio salió algo decaído, al parecer esa conversación le hizo mal a su estado actual.

--Hola amor, ¿Todo bien? -trajo los platos de comida y los puso en la mesa.

--¡Que te importa Kirishima! -estaba enojado, no sabía qué hacer, faltaba poco para que la próxima semana llegará- Lo siento -se disculpó al ver la cara del otro.

--No, entiendo que estés así por nuestro bebé. Los cambios de humor son normales.

No tenía el valor suficiente para decirle que el hijo que espera no es de él, sino de su amigo pecoso.

Comieron en silencio y se fueron a dormir. Así los días pasaron con la indiferencia del cenizo hasta que el día esperado llegó. Katsuki estaba muy nervioso y su pequeño no paraba de moverse y dar suaves pataditas en su vientre.

--Lo sé mocoso, yo también estoy emocionado, solo espero que tu papá se ponga feliz al oír de ti -abrazo su vientre antes de salir de su cuarto e ir a sentarse en el mueble de la sala, ya que no podía hacer prácticamente nada con casi ocho meses de gestación por lo que Deku era quien vendría a su casa aprovechando que el pelirrojo no estaba a esas horas.

Cuando el timbre sonó tuvo que pararse con cuidado para ir a abrir la puerta y encontrarse con el único chico que hace latir su corazón.

--Hola, Deku -saludó mientras una mano sugetaba su vientre.

El pecoso paso su mirada hasta ver esa linda barriguita que ahora tenía el cenizo.

--Si era verdad -dijo asombrado y emocionado.

--Te lo dije, seremos padres Deku -dijo con una adorable sonrisa- Pasa y hablemos.

Cuando ambos estuvieron dentro Izuku ayudó al cenizo a volver a sentarse, jamás imaginó ser padre a esa edad, pero no le disgustaba en lo absoluto.

--Katsuk-

--"Kacchan" -corriguio el rubio- Extraño que me llames así.

Izuku suspiró antes de sonreír con melancolía.

--¿Él lo sabe? -el ver como el otro negaba le molestó un poco, ya que al ser amigo de Kirishima no podía mentirle- Kacchan. Ah... Entiendo los motivos que tuviste, pero Eijiro no se merece que le hagas esto.

--Ya sé, es que... Solo... Yo pensé que después de esa noche tú te olvidarás de mí y seguirías con tu vida y Kiri, él siempre me a querido.

Izuku no quería pelear con él ya que desde hace mucho esta secretamente enamorado de ese rubio y le molesta el que no lo haya notado, por eso es que realizó ese viaje.

Mi pequeña gran familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora