Mi pequeña gran familia

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El día en que Kirishima se le declaró a Katsuki fue algo para rememorar, ya que esa misma tarde perdió su virginidad.

Y no, no fue con quién ahora era su novio.

Ese mismo día se entregó a un hermoso pecoso, pues era un “Regalo de despedida” de su parte, porque el único amor de su vida tenía que realizar un viaje sin fecha de retorno.

Pero no esperó que la vez en que fuera al doctor para seguir con lo de su caso -ya que era uno de los pocos docel- le dijeran que estaba esperando un bebé.

La noticia le emocionó en demasía, así que abrazo su vientre aún plano, sabía bien de quién era porque solo ha estado con un chico.

--Mi pequeño mocoso -dijo con cariño- A partir de ahora te voy a cuidar mucho.

Al llegar a su casa tuvo que idear un plan, ya que Kirishima se iba a dar cuenta tarde o temprano de lo que pasaba.

Una noche simplemente lo espero en la cama con una pequeña bata para seducirlo, pero antes de tener sexo este callo inconsciente debido a un somnífero que Katsuki puso en su bebida y no es que no quiera, pero tiene que cuidar a su hijo.

A la mañana siguiente Katsuki tuvo que actuar un poco, ya que algunos doceles sobresalen por quedar en gesta en 24 horas y presentar síntomas previos como náuseas y vómito (Así yo hago a mis docel) claro que primero se encargó de crear el escenario perfecto para que parezca que en verdad tuvieron algo y luego comenzar con su teatro al "despertar".

Cuando Kirishima abrió los ojos encontró a su lindo novio con su camisa, la cual le quedaba grande, pero lo hacía ver hermoso.

--Buenos días, Kiri -saludó el cenizo al percatarse que estaba despierto.

--Buenos días mi amor -le dio un beso en esa suave cabellera antes de ver como el otro salía corriendo de la cama hasta meterse al baño y fue ahí donde se dio cuenta de los paquetes de condones abiertos y sin usar esparcidos por todo el cuarto.

Sabía bien que su novio era un docel lo que significaba una cosa si no utilizaron protección.

--¡Amor! -grito emocionado el de pelo rojo- Amor dime que sí, estás en cinta ¿Verdad? Tendremos un hijo -lo último lo dijo más para sí mismo.

Desde el otro lado de la puerta Katsuki se sentía un poco mal por engañar a su novio, pero sabía lo complicado que puede ser llevar un embarazo solo por lo que necesitaría de él, aunque no quisiera.

Suspiro un poco antes de salir y abrazarlo sintiendo como Kirishima lo levantaba.

--Te prometo que nada les va a faltar, Bakugo, me has hecho el hombre más feliz del mundo -sus ojos brillaban por la emoción que estaba sintiendo, ya que siempre deseo una familia y hacerla realidad con ese bello chico era todo un sueño.

--Sé que así será Kiri... Nuestro hijo crecerá sano y fuerte -“Lo siento, espero puedas perdonarme en un futuro”