Me dan ganas de gritar a los cuatro vientos siempre que lo pienso, la rabia que tan profundamente esta escondida en mi .
Me dan ganas de gritar el descaro que tienen, me dan tantas ganas de poder gritar todo lo que te mereces.
Y es que no te imaginas las inundaciones que hay en las cuencas de mis ojos todas la veces que lo hacen, que te miran con desprecio, que ignoran tus sabios consejos, y tus suaves piropos envueltos en algodón de azúcar.
Y es que la razón por la que no grito es mantenerte a salvo, mantenerte en la mentira para que no veas el agua salada que destruye tus caricias y todo el amor que estás dispuesta a dar.
Tu, capaz de dar la vida por alguien que solo está dispuesta darte la mano por compromiso.
Me dan ganas de gritar lo mucho que te mereces, lo poco que te dan y lo mucho que yo estoy dispuesta a darte para que seas feliz, me da igual mentirte con tal de que tus ojos nunca vean lo que yo he visto.
Y es que moriré con los labios sellados mientras mantengas los ojos cerrados y pienses hasta que no puedas más que ellas te aman tanto como yo.