Desconocidos a medias

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Por fin habían llegado las fiestas de octubre en la cuidad natal de Sara y si grupo de amigas.Ya habían salido un par de veces a divertirse pero hoy una de ellas había decidido invitar a dos amigos suyos para que las acompañasen en la velada.

Nada más llegar se dieron cuenta de que los chicos tardarían un poco más y les esperaron con las entradas de su atracción favorita ya compradas para no tener que perder ni un segundo. Tras diez minutos de larga espera dos jóvenes algo despistados se acercaron con seguridad a saludar a las chicas y así ella, Verónica , presentó a todos hasta llegar a Sara.

-Él es Carlos , supongo que ya lo conocerás del instituto y él es Diaz, acude al instituto de al lado.

No tengo ni idea de quien es Carlos , me suena pero no recuerdo haberlo visto , tal vez nunca hemos coincidido en la misma clase. Sin embargo, Diaz, se me hace demasiado familiar como si ya le conociese con anterioridad. Sara se quedó pensando mientras iban subiendo a la atracción y entonces, dió en el clavo, Diaz es el apellido de Mauro , él había sido su rival en varias competiciones antes de que el chico dejara el deporte acuático. De todas maneras , decidió no decir nada en ese momento y concentrarse en pasárselo bien y disfrutar de esa tarde/noche de sábado que por el momento prometía diversión y algo de locura. Y no se equivocaba ya que pasaron toda la noche riendo y disfrutando tanto que acordaron volver a verse en la feria unos cuentos días después.

Mientras tanto en la cabeza de Carlos rondaba dando vueltas ,al igual que la atracción en la que estaba montado, las posibilidades de estar cerca de ella , de Sara, la chica que desde hace más o menos un mes había llamado su atención en el colegio y aunque ella no sabía nada de él , él si se había interesado es saber algunas cosas más de ella hace poco tiempo.

Por otro lado , Diaz se estuvo preguntando toda la noche si la chica que apenas acababa de conocer o más bien con la que se acababa de reencontrar, sentiría algo por él. Le parecía algo ridículo reconocer que sus bromas y forma de ser combinaban perfectamente con las suyas y que se parecían tanto en ese aspecto que más de uno afirmaría que son almas gemelas.

Lo mismo le pasó a la chica, no paró de pensar ni un segundo en las sensaciones que un solo roce de manos con un antiguo conocido le habían hecho sentir escalofríos desde cada punto de su cuerpo.

. . .

Unos 4 días , largos para tres miembros de ese grupo improvisado, todos volvieron a encontrarse en las fiestas de la cuidad. Esta noche , como la anterior todos disfrutaron mucho , en especial Diaz y Sara que se notaba que su atracción era real y no fruto solamente de las bromas de sus amigos. Desde otro punto de vista se encontraba un Carlos celoso mientras veía como la chica que le gustaba estaba rodeada por los hombros y cintura por los brazos de su amigo , Diaz, quien no había podido evitar estar lo más cerca posible la que ahora de bromas , sus amigos llamaban " tu chica" o "su chica" , cosa que hacía que ambos se sonrojaran ligeramente mientras de sus labios escapaban unas sonrisas nerviosas que pronto se convertían en alguna carcajada por parte , sobretodo,de la joven.

La última parada antes de despedirse fue el concierto gratuito ,de un grupo famoso hace unos años ,que había en una plaza muy concurrida cerca del ferial. Decidieron ir todos juntos a disfrutar de algunas canciones antes de emprender camino , cada uno, a su casa. El grupo de jóvenes se adentró en el cúmulo de gente para crear un pequeño círculo algo apretado entre la multitud para estar todos juntos pero, la "parejita" del grupo estaba algo separada a unos metros de ellos, disfrutando de la música mientras Diaz al ser más alto que Sara se encontraba detrás de ella , rodeando su cuello con el brazo derecho y con su mano izquierda apoyada suavemente en la cintura de la joven que en ese momento sentía pequeñas descargas eléctricas frente a los toques de su acompañante.

Era más que notable entre ellos la confusión ante la expresión de desagrado de Carlos en relación a la cercanía y calidez de Sara y Díaz , quienes compartían sonrisas y caminaban abrazados.

Con el transcurso de más o menos una hora , y el final del concierto , todos se despidieron y aunque era notoria la necesidad de un beso entre dos de los integrantes del grupo, ninguno tuvo la valentía para hacerlo pero cada uno se juró a sí mismo sacarlo de su imaginación y hacerlo realidad.

Lo que una vez fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora