Helluva Boss: Stars in hell.

HB 3.

Advertencia: Contiene spoilers del capítulo 4, segunda temporada.
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Al principio lo tomo por el "lado amable y cómico", solo otro plan de Stella para matarlo, un típico día de la semana, eso era todo. Cuando llamo a Blitzø esperaba que llegara a su rescate, ¿Es egoísta desear que deje a Loona un rato para ir a salvarlo? Quizá, porque él mismo dejaría todo por Via, aun sabiendo no puede evitar sentir una opresión en el pecho. Desde su camilla en el hospital con vendas, cuerpo mal herido y plumas torcidas, sostiene el teléfono por unos momentos, Blitzø estaba escribiendo... Y se detuvo.

En todo ese tiempo a manos de Striker, en esas vías de tren, en ese escenario específicamente creado para torturarlo, lo único que lo mantuvo cuerdo fue el pensamiento de su diablillo llegando a salvarlo, ¡Qué estupidez! ¿Por qué siquiera piensa en él como suyo cuando no son nada? Cuando todo lo que hay que entre ellos es sexo... O era, ahora ni siquiera está seguro de cuáles son sus posiciones en la vida del otro, si es que la hay...

Mantuvo la esperanza por horas, la seguía teniendo cuando Blitzø le escribió, pero ahora... Al notar que ese mensaje nunca llegará, finalmente deja el teléfono en la repisa y cierra los ojos.

¿Qué duele más? ¿El dolor físico o el mental? No está seguro, pero los dos combinados son una mierda. Tiene demasiado en que pensar, además de su fallida "vida amorosa" está su padre, su hija, la noticia que circula por todos los medios de comunicación y redes sociales... Está tan cansado, agotado mental y físicamente, ni tomando treinta "pastillas felices" logrará recuperar la estabilidad tan rápido.

Las puertas de la habitación se abren e inmediatamente se cierran provocando un fuerte sonido, una figura familiar se desliza por el lugar, generalmente ella no es ruidosa, pero está preocupada, lo está desde que dió un vistazo a su teléfono, prácticamente su familia es la "sensación" de internet en la actualidad.

— Papá... — Su voz se mantiene baja, sabe que su padre ya la ha notado, sin embargo, algo la detiene en acercarse más, como si hubiese visto algo que no debería, no es natural que Stolas Goethia le deje apreciar un semblante derrotado, no a ella. — Papá.

Quiere llorar... Ya no es una niña, pero quiere llorar, no es ajena a las discusiones de sus padres, nunca lo fue, sin embargo, es hasta ahora que puede apreciar el verdadero alcance de ello, el odio que su madre siente por su padre, ¿Y cómo se supone que elija? Su madre no es la mejor, pero sigue siendo su madre.

— Papá... — Vuelve a decir, insegura de sí misma, su voz se quiebra en la última silaba.

Stolas en ningún momento le dirige la mirada.

— Mi pequeña mochuelo, papá necesita descansar, deberías ir con tu madre, cariño. — Porque a pesar de los sentimientos que tienen de por medio, Stella ama a su hija y sería incapaz de dañarla, además no la quiere ahí... No así.

Via lo toma por lo que es, una despedida, su padre está de espaldas a ella, se niega a encontrarse con su mirada y por mucho que le duela... Puede respetarlo.

— Vendré mañana.

Se las arregla para responder, sin decir nada más, da media vuelta y se retira. Dejando nuevamente al príncipe en silencio.

Stolas espera unos minutos, hasta que está seguro de que no habrán más visitas, mueve con cierto esfuerzo su cuerpo a modo de quedarse sentado, una lágrima solitaria se desliza por su mejilla y lo único que hace es tomar un pétalo caído entre sus plumas.

— Quizá... Las estrellas no están de nuestro lado.

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¿Será que el jodido clima lee las emociones y en base a eso se manifiesta? Porque literalmente una nube negra se poso sobre su cabeza y decidió empaparlo hasta huesos, tampoco es que haya hecho algún intento de apartarse. Stolas fue herido... Stolas fue herido, el maldito príncipe del infierno fue herido, se supone que es uno de los seres más poderosos, derribo a quien sabe cuántos humanos por pura ira, llegó en un maldito segundo a su oficina para saber qué sucedió con su hija, ¿Cómo mierda un mercenario de cuarta fue capaz de dañarlo tanto?

Luego de... "Conversar" con Stolas, simplemente se alejo de los demás, de Mox, Mil, Loo, todos... Solo arrojo su teléfono en el basurero más cercano y se fue. De algún modo termino en un bar casi al otro lado de la ciudad. Sentando en una barra, inconscientemente levanta la mirada y cuando se encuentra con alguien familiar se obliga a esbozar una sonrisa.

— ¡Blackie, hijo de puta! Tiempo sin verte, ¿La última vez fue en ese bar de maricas, cierto?

El hellhound alza una ceja, siempre poco complacido con el lenguaje soez de su amigo, sin embargo, cómo es lo habitual se abstiene de comentar al respecto. Ha tenido un día de mierda, ¿Qué tan alta es la probabilidad de encontrarse a un "viejo amigo" y a su vez, ex amante sexual, uno de los pocos (y probablemente el único) que es casi seguro que no lo odiaban? Al parecer, muy alta.

— ¿Coincidencia? El mes pasado te dije que cambie de empleo.

— ¿Te pagan bien por ser mesero en este lugar de mierda?

— Mis probabilidades de morir son menores, así que no puedo quejarme.

El diablillo gira los ojos, Blackie es el único demonio "puritano" que conoce, ni siquiera parece ser nativo del infierno, hasta Mox tiene más sed de sangre que él, quizá por eso se enamoro... Bueno, igualmente es parte del pasado o algo así. Ambos permanecen en un cómodo silencio siendo únicamente interrumpido por el movimiento del hellhound al verter un poco de whisky en una copa frente al imp, los ojos naranja del más alto observan atentamente la postura de su viejo amigo, vagamente se pregunta si sabrá que su "aventura" con Stolas se ha vuelto de conocimiento totalmente "infernal".

Algo en el diablillo está apagado, eso es lo que nota, sin embargo, el imp se da cuenta de que prácticamente está siendo analizado, razón por la que no tarda en dirigirle una mirada molesta, pero algo en la misma está apagado.

— ¿Tengo algo en la cara, idiota? 

— ¿A mí me preguntas? Pareces haber sido rechazado cincuenta veces por Loona.

El diablillo se queda sin palabras por unos segundos, porque definitivamente esto es peor que ser rechazado por Loona, ¿Lo es? Looni es importante para él... Cómo MUY importante, ¿En dónde deja eso a Stolas?

— ¿Es una de estas veces en dónde comienzas a evadir, insultar o ambas para desenfocarte del problema?

— ¿Problema? ¿Quién tiene un jodido problema? Ponte viagra y ve a cualquier lado a cojer y tus problemas seguro se irán, imbécil, no me metas en tus mierdas de psicoanálisis barato.

— Blitz...

— ¡CIERRA LA PUTA BOCA!

No es que Blitzø tenga el mejor de los temperamentos, eso no quita lo inusual del estallido, sabe que está actuando más explosivo de lo normal, el local tiene unos cuantos demonios y esos le dirigen miradas molestas, Blitz no tiene tiempo para esa mierda, si alguien está jodidamente furioso es él.

— Está vez tu me invitas, puto imbécil, me voy.

No espera una respuesta, tal y como llego, se fue, sin mirar atrás, esto de huir de los problemas se ha vuelto una especie de don suyo... Que mierda.

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Loona había tenido un día agitado, las vacunas ciertamente la ponen "histérica", la alteran demasiado, por eso pasó un poco desconectada de la realidad gran parte del día. Y ahora no puede dejar de poner expresiones de preocupación cada vez que ve su celular. Blitzø se fue... Buscarlo es inútil, tal vez le vendría bien un tiempo a solas... Los otros dos imps no piensan igual que ella así que siguieron su rastro. Loona simplemente regreso al apartamento, pero no entro, se limito a quedarse en los escalones cerca de la puerta, la lluvia sigue cayendo y no parece que se detendra pronto.

Cuando alza la mirada no espera ver a Octavia completamente empapada, duda que sea solo por la lluvia.

— Hey... — Dice en voz baja sin querer asustarla.

La princesa se ve desconcertada, un poco fuera de lugar quizá, pero luego el reconocimiento brilla en sus ojos.

— ¿Puedo... Quedarme contigo?

La pregunta suena tan vacilante, que algo dentro de Loona duele un poco.

— Siempre serás bienvenida, Via.

Eso es todo lo que la princesa necesita para avanzar lentamente hacia ella, se sienta grácilmente en los escalones, sin previo aviso, abraza a Loona, la sostiene como si su vida dependiera de ella y cuando un sollozo quebranta el silencio del lugar, lo único que la hellhound hace es apretar un poco más su agarre sobre Via.