Parte 4

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"No sabes de lo que estas hablando" dijo mau un tanto nervioso "ademas..."

Mientras mau seguía hablando, el rostro de 116 se acerco hasta que sus labios se encontraron en un beso algo rudo. Era un momento con el que Angelo había soñado durante mucho tiempo, y fue incluso mejor de lo que había imaginado. El beso fue suave al principio, pero rápidamente se volvió más apasionado a medida que ambos se entregaban al deseo que sentían el uno por el otro.

Finalmente, se separaron y sus miradas se encontraron en un silencio de comprensión. "Hace tanto tiempo que quería hacer esto", susurró Angelo.

"Creo que será mejor que me vaya; tengo muchas cosas en las que pensar".

"Pues yo creo que no" dijo Angelo mientras acorralaba a Mau contra la pared. "No podrás escapar de mí, soy más fuerte que tú".

"Suéltame, si no me voy a enfadar".

"No serias capaz de hacerme daño".

"Me da igual lo que pienses, no me importa tu palabrería barata"

116 dejo ir a Mau y lo vio salir rápidamente de la habitación. Había sido un dia lleno de emociones lo mejor será descansar para despejar un poco su mente.

- - - - - 

Al dia siguiente Mau llego a la habitación de 116 aproximadamente a las 6 de la mañana. 

"Levantate" dijo con una voz un tanto fría "Hoy te harán de nuevo las pruebas físicas, tenemos que revisar tu rendimiento, tienes 5 minutos para estar listo"

"No me das un beso de buenos dias?" Respondio angelo con una voz un tanto infantil

"Ni en tus sueños" mientras caminaba fuera de la habitación "Ya te dije que tienes 5 minutos no me hagas enojar"

"Si lo hago bien hoy me das un premio?"

Pero Mau no estaba en la habitación ya se había ido.

Caminaron juntos hacia el laboratorio, un lugar lleno de tecnología avanzada pero también de tensiones y miedos.

Cuando llegaron, un equipo de científicos y médicos los recibió para realizar las pruebas. La primera prueba consistió en medir la fuerza y resistencia de Angelo, haciéndole levantar pesas y y demás ejercicios que destrozaran los músculos de cualquiera. La siguiente prueba fue una carrera de velocidad y agilidad, donde Angelo tenia que correr por largos periodos de tiempo. Finalmente, llegaron a la última prueba: un desafío de resistencia mental. Angelo debía enfrentarse a preguntas complejas y situaciones difíciles para evaluar su capacidad de aprendizaje y adaptación.

Todo pareció ir bien, Angelo no era el interno mas fuerte de todos, pero tampoco era quien mostraba el menor rendimiento, esos que no cumplían los estándares usualmente no duraban demasiado tiempo en aquel sombrío laboratorio.

"Esta mañana no me escuchaste, pero pedi una recompensa si hoy tenia buenos resultados"

"Que quieres entonces?"

"Un beso tuyo me basta"

"Que empalagoso, Alejate de mi!" Dijo mau mientras aceleraba el paso hasta la habitación de 116.

"Ya sabes que no puedes escapar de mi, no se ni por que lo intentas"

"No me escondo, soy precabido"

Con manos temblorosas, Mau acercó lentamente su rostro al de Angelo, sintiendo la suave calidez de su aliento. Los latidos de sus corazones parecían sincronizarse en un ritmo acelerado. El momento se volvió eterno cuando sus labios finalmente se encontraron en un beso tierno y apasionado.

Mau se aferró suavemente a Angelo, sintiendo su cuerpo cálido y humano junto al suyo. En ese instante, se olvidaron de las restricciones impuestas por el mundo exterior y se entregaron al amor que habían descubierto el uno en el otro.

El beso duró lo que pareció una eternidad, pero finalmente se separaron, con los labios todavía rozándose y sus miradas reflejando una intensa pasión.

"Eso es todo lo que obtendrás de mi por hoy, esfuérzate en las próximas pruebas y tal vez te de algo más"

Angelo estaba atónito, no habría pensado que Mau haría eso, pero al menos ahora tiene un nuevo objetivo, definitivamente quería descubrir cuál sería la recompensa. 

- - - -

En el área de descanso del laboratorio subterráneo, Mónica y Daniel, dos enfermeros que llevaban bastantes años en las instalaciones, se encontraban en una conversación discreta mientras tomaban una taza de café caliente. El rumor sobre la posible relación entre Mau y el Experimento 116, se había extendido, y ambos estaban conscientes de las consecuencias que podrían enfrentar si alguien descubría la verdad.

Mónica suspiró y miró a su compañero con preocupación. "Daniel, esto no puede terminar bien. Sabes que está estrictamente prohibido que los experimentos tengan cualquier tipo de relación amorosa. Si descubren lo que está sucediendo entre Mau y aquel experimento, podrían enfrentar castigos mortales".

Daniel asintió, apretando su taza con fuerza. "Tienes razón, Mónica. No se como paso, ni como piensan esconderlo. Espero que Mau no sea tan escupido como para pensar que algo como esto saldrá a la luz tarde o temprano".

En ese momento, un guardia de seguridad pasó cerca de ellos y, sin que lo notaran, escuchó parte de su conversación. Con un gesto serio, se alejó rápidamente hacia el despacho del Dr. Travis, el jefe del laboratorio. La información que había escuchado no podía ser ignorada.

En el despacho del Dr. Travis, el guardia de seguridad entró y entregó su informe de manera formal. "Dr. Travis, permítame informarle que he escuchado rumores entre los enfermeros sobre una posible relación entre Mau y el Experimento 116. Parece que se han involucrado sentimentalmente y están arriesgando la integridad del programa".

El Dr. Travis, un hombre estricto y autoritario, frunció el ceño y miró al guardia con determinación. "Gracias por la información. Investigaré esto de inmediato. No podemos permitir que se desafíen las normas y las reglas que hemos establecido para mantener el control sobre los experimentos". 



Experimento 116Where stories live. Discover now