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Jungkook se despertó cinco minutos antes de que su despertador tuviera que sonar ese viernes por la mañana. Puede que fuera una pura coincidencia, o puede que se debiera al hecho de que hoy tenía ese examen de historia del arte que iba a aprobar con una gran nota.

No le gustaba presumir (sí, en realidad lo hacía), pero había sido "alumno del año" desde que llegó al colegio privado de Seúl. Ahora estaba en su último año de escuela, listo para graduarse e ir a la universidad en Londres para estudiar economía como su padre, y luego tomar el negocio familiar.

Su padre era el CEO de la mayor empresa de inversiones de Corea y su madre una reconocida abogada en el país. Se casaron un año antes de que Jungkook naciera y se trasladaron de Busan a Corea, donde el negocio de su padre despegó. Compraron una gran casa y dieron a luz a otro niño y una niña. También formaban parte de la comunidad cristiana de su ciudad. Iban a la iglesia todos los domingos, donde sus padres eran grandes donantes, al igual que lo eran para su escuela.

Así que se podría decir que todo lo que Jungkook tenía era gracias a sus padres. Y a él no le importaba. Le gustaba ser mimado, le gustaba ser envidiado por sus compañeros y deseado por todas las chicas de su escuela. Por supuesto, no importaba cuántas chicas lo desearan, siempre se mantendría fiel a su novia desde el séptimo año, Kim Dahyun. Ella era la tercera mejor de su año, justo después de su mejor amigo Kim Taehyung. Los tres tenían grandes planes para el futuro; graduarse como los mejores de su clase, mudarse a Londres y estudiar en Oxford.

El constante sonido de su despertador sacó a Jungkook de su ensoñación y suspiró mientras tallaba sus ojos. Se levantó de la cama antes de ir directamente al espejo para ver si había aparecido algún tipo de impureza en su cara durante la noche.

Si era el estudiante y el hijo perfecto, tenía que tener un aspecto perfecto también. Lo único que no le gustaba de sí mismo era su barriga y sus gruesos muslos de mujer. Su madre había contratado a un entrenador personal hacía un año, cuando las cosas "empezaron a descontrolarse con sus hábitos alimenticios". Para ser sinceros, no era culpa suya que sus padres (el cocinero de sus padres, para ser más exactos) pusieran en la mesa cinco tipos diferentes de comida cada día.

Se giró hacia un lado y puso una mano sobre su barriga, que todavía estaba allí sin importar qué. Aspiró reteniendo el aire, porque así su estómago parecía algo plano. Suspiró y dejó salir el aire antes de entrar en su vestidor para elegir su camisa del día.

Cuando terminó de asearse y vestirse, cogió su mochila y bajó los dos largos tramos de escaleras de mármol. Encontró a su familia ya en la mesa del comedor; esperándole para poder rezar su oración antes de empezar su desayuno.

Se sentó junto a su hermana y dejó caer la mochila a los pies de la silla, antes de juntar sus manos.

—¿Tienes algún plan para esta noche?— preguntó su madre, mirándolo desde el otro lado de la mesa.

—Um, creo que no, no.— respondió Jungkook mientras cortaba sus huevos revueltos. —¿Por qué?

—Tu padre y yo tenemos que asistir a una fiesta esta noche, así que lo más probable es que Jihyo venga a pasar la noche.

Jihyo era su niñera desde que Jungkook era un niño pequeño, y aunque a su edad podía cuidarse perfectamente a sí mismo, sus hermanos seguían necesitando supervisión y Jungkook no podía molestarse con ellos.

Cuando terminaron de comer, una de las criadas vino a limpiar y salieron de la casa hacia el coche que los esperaba justo en la puerta, listo para llevarlos a la escuela.

Al llegar al colegio no pudo evitar sonreír porque notaba muchas miradas puestas en él. Se ajustó la mochila y siguió caminando, enviando algunas sonrisas hacia un grupo de chicas que se apiñaban, dándose codazos.

Bebé, el cielo esta en tus ojos「Adap.」(Yoonkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora