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𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫

El pelinegro se encontraba dando vueltas y vueltas por todo el pasillo de su hogar, su hermano lo intentaba calmar sin lograr un mínimo cambio de ánimo, el mencionado estaba en medio de un ataque de ansiedad cosa que nadie podía calmar

- Bill porfavor tranquilizate! - Hablo el gemelo con notable preocupación en su voz -

- Como quieres que me calme Tom! Esa chica va a venir a joderme la vida como lo hizo hace años! - Dijo el chico exaltado -

- Tal vez y su vuelo se cancele oh yo que se

El pelinegro soltó un fuerte grito enfurecido por la preocupación y furia que sentía por dentro, no quería que esa chica le quitara a sus dos almas gemelas, su hermano y Elisa (tú), el amor de su vida.

Tom decidio agarrar el celular de su gemelo para marcar a un número específico para avisarle de la situación

- Hola, Elisa verdad?

- Si, quien habla? Y que haces con el teléfono de Bill?

- Soy su gemelo, Tom

La chica se quedo helada por un momento

- Q-que necesitas?

- Que vengas a nuestra casa, te mandaré la dirección

- Están bien

Sin esperar una respuesta, el de rastas colgó y envió su dirección al chat de la chica, al terminar volvió a dejar el dispositivo en su lugar y espero a que la chica llegara.

La chica se apresuró, tomó sus cosas y salió de su hogar siguiendo la ruta que el chico le había enviado, cuando la chica llegó tocó desesperadamente la puerta esperando que le abrieran

El chico de rastas abrió la puerta dejando al pelinegro sorprendido por la presencia de la mencionada, el chico de las rastas se quedó asombrado por su apariencia

- Princesa! - El pelinegro fue rápidamente hacia su chica para abrazarla lo más fuerte que pudo, la tomó de la mano e hizo que esta ingresará dentro de su hogar

- Te paso algo?! - Pregunto la chica preocupada por el rostro del chico, se notaba angustiado y enfurecido

El chico sin decir nada se tiro al sillón con esta chica en brazos quedando recostados aún abrazados, el pelinegro no pudo contener las lágrimas y empezó a llorar a mares sin poder contenerse

- Tranquilo, todo estará bien, no se lo que sucede pero se que podrás salir adelante, mientras yo este aquí no dejaré que te hagan daño

El pelinegro se tranquilizó un poco al escuchar las suaves palabras de su chica, la abrazo aún con más fuerza sin importarle lo que pasaba a su alrededor, solo eran ella y el contra todos sus problemas

- Mi niña...

Susurro el pelinegro en la oreja de la chica mientras acariciaba lentamente sus mechones que brotaban de esta, estuvieron en silencio por un momento sin embargo esta vez ya no era un silencio incómodo, era un silencio lindo y cálido, los dos disfrutaban de la presencia del otro sin necesidad de palabras, la simple existencia del otro era suficiente para los dos

- Lamento romper su linda burbuja pero necesito hablar con Bill un momento, me lo prestas?

Dijo el gemelo dirigiéndose a la chica mientras que con su mirada apuntaba al Pelinegro, el mencionado apartó unos mechones que colgaban de la frente de la chica dejando un beso en esta, se apartó de la chica y fue a un lugar privado con su hermano

- Que sucede? - Habló el pelinegro

- Tienes que decirle la verdad antes de que alguien más se la diga - Hablo el de rastas preocupado por ello

- Aún no es el momento, además no la quiero preocupar más

El de rastas suspiro sabiendo que no haría cambiar de opinión a su hermano de ninguna manera, el pelinegro sin más que decir solo se dio la vuelta y camino nuevamente hacia donde estaba su chica quien se encontraba sentada en el sofá esperando pacientemente a los gemelos

- Ya volvi linda

Dijo el chico sentándose al lado de su chica, se acercó a su rostro dejando un corto beso en sus labios, el de rastas se sentó al otro lado del sofa aún preocupado por lo que pasaría si el pelinegro no se atreve a confesarle la verdad a su chica.

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𝐘𝐚 𝐟𝐚𝐥𝐭𝐚 𝐩𝐨𝐪𝐮𝐢𝐭𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐠𝐞𝐝𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐞𝐝𝐞𝐫𝐚́ 𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐩𝐫𝐞𝐩𝐚́𝐫𝐞𝐧𝐬𝐞

𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐫, 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐦𝐨✨!!

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐞𝐬 𝐢𝐫 - 𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora