𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐞𝐬 𝐢𝐫 - 𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 -

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La chica ya no sentía lo mismo que antes cuando estaba con el pelinegro, antes la trataba, muy pero muy diferente, la trataba con cariño y delicadeza pero ahora, se notaba distante y muy diferente

Sabía que algo le estaba pasando, lo conocía muy bien, pero no tan bien para saber lo que planeaba

- Bill... - Hablo la chica -

- Uhm? - Hablo el pelinegro con seriedad-

- Algo pasa, te conozco, pero no se que - La chica tomó la mano del chico - Confía en mi, dime que sucede

- En realidad, es algo bueno pero - El pelinegro apartó su mano bajando la mirada - Todavía no... Puedo decirte

La chica sintió su corazón partirse en mil pedazos, odiaba los secretos aunque estos provinieran de la persona que más amaba al igual que las mentiras

- Se que odias los secretos pero, creeme que cuando te enteres lloraras de felicidad, lo prometo - El pelinegro levanto la miraba para observar a su chica la cual se levantó lentamente del pasto en el cual se encontraban sentados -

- Exacto, odio los secretos y son más dolorosos cuando se que provienen de TI - Resaltó la chica - La persona en la que más confío, me oculta cosas... No sabes como duele, Bill - La chica se dirigió al vehículo del chico abriendo la puerta del copiloto - Podrías llevarme a casa? Por favor - Hablo con desánimo y tristeza en su voz -

- Linda, por favor solo una semana más y - Las palabras del pelinegro fueron interrumpidas -

- No puedo esperar Bill! Quiero saber la verdad y si no eres capaz de decirlas Ahora, lo mejor es, distanciarnos...

- No, no ahora - Hablo con firmeza - No te dejare sola en tus estudios, por eso yo... - Suspiro pesadamente - Espero entiendas que, guardo el secreto por tu bien, es más una sorpresa - El pelinegro sonrió -

La chica no contestó pero sus ojos reflejaban decepción y tristeza, solo subió al auto dejando claras las cosas, el chico, sin más opción subió tras ella al vehículo dirigiendo este hacia el hogar de la chica

[...]

La rubia lloraba, como nunca en su vida, estaba tan confundida, no tenía claros sus sentimientos no sabía si realmente amaba al pelinegro o al castaño, necesitaba aclarar su mente

Abrió la llave de su balcón ingresando a este con un vaso de agua en manos, poso su rostro en el borde de este

Sabía que no podía amar a ninguno de los dos, pero sus sentimientos ya eran grandes, cada que veía al pelinegro sentía como cada vez le gustaba más pero con el castaño sentía... Amor, sentía sus mejillas sonrojarse y como miles de sentimientos se apoderaban de su cuerpo y miles de pensamientos de su mente

Pero ese amor no era correspondido, el castaño solo sentía una pequeña atracción, solo eran besos y diversión, nada más que eso, se unieron para conseguir a las personas que más amaban pero, y si esas personas realmente, son ellas mismas?

La rubia pego un grito de frustración, quería enamorar al castaño de una vez por todas, pero sabía que el amor y el no eran tan fáciles

Bebió un sorbo del vaso que se encontraba a su lado, suspiro desanimada mientras veía los animales que pasaban en el pasto, hasta que noto una figura negra pasar tranquilamente por ahí, forzó la vista para ver si podía identificar la figura de quien se trataba, al no ver bien opto por gritarle a la persona misteriosa

- Hey tú! Si tú, se que me estas viendo! - Señalo a la persona la cual lentamente se quitó la capucha para ver hacia arriba -

Esa era... Elisa?! Que hacia ahí deambulando como drogadicto en las madrugadas...?

Holaa!
Perdon perdon perdon
Nose que me pasa,
Últimamente me da mucho
Sueño y no evitó dormirme por
Varias horas, trataré de tomar
Más café
Lxs amo
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