DOMAR BESTIAS PARA SOBREVIVIR: PUEDO VER LAS INDICACIONES (Pausada)

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Capítulo 64: Cambiando las estaciones, cambiando los corazones de las monjas

A Mcgee no le importaba lo que pensaran las monjas.

La razón principal por la que hizo esta extraña solicitud fue para que retrocedieran y dejaran de molestarlo.

Mcgee no los detendría si quisieran ser la Virgen María.

Pero no había manera de que pudiera ser la misma Virgen María.

Si quería salvarlos, tendría que ir en contra de su voluntad.

Si quisiera ser firme en sus creencias, preferiría morir antes que rendirse. Entonces, tendría que fingir que no dijo nada.

Al crear un dilema, Mcgee podría relajarse si supiera que estaba en problemas y se retirara.

Por supuesto, si Irene decidiera salvar a la gente, Mcgee naturalmente mantendría su promesa y la ayudaría.

"Está bien, te lo prometo".

Sin embargo, para sorpresa de Mcgee, Irene solo pensó unos segundos antes de responder con firmeza.

Dado que ese fue el caso, Mcgee no perdió más tiempo y dijo: “No sé cuánto durará la tormenta. Pero, incluso si sales, no tienes adónde ir, así que será mejor que te quedes donde estás”.

“Yo tampoco tengo buenas ideas. Solo puedo soportar el dolor de venderte algo que acabo de recibir para que puedas aguantar un poco más”.

“En cuanto a la falta de comida y bebida, en este momento, no guardes ningún suministro. Date prisa y cambia algo de comida. Si algo vuelve a suceder, no importa cuántos suministros haya, será inútil”.

“Debería estar contento de que el sistema aún se pueda usar normalmente después de esta actualización y mantenimiento. No es como las actualizaciones de juegos en línea, donde el sistema se apaga directamente”.

Muy pronto, respondió Irene.

"Entiendo. Pero, ¿puedo deberle a crédito primero? Para organizar este evento, he intercambiado todos los suministros y materiales.

"No te preocupes. Definitivamente te lo devolveré en el futuro.

“Ya no me importa la comida. A través de esto, me he dado cuenta del otro lado de la naturaleza humana. Mi mente está en un lío…”

Mcgee no la obligó. Sin embargo, sabía que la fe de Irene en sí misma y en la utopía había comenzado a tambalearse.

Y esto necesitaba tiempo.

“Puedo conservarlo a crédito, pero no me hagas esperar demasiado. Déjame decir esto primero. Mi artículo se vende por cinco copias del plano”.

"Después de que se complete la actualización del sistema y se establezca el sistema monetario, también puede usar los elementos equivalentes para compensarlo".

Pedir cinco copias de los planos no era diferente de un robo.

Irene no era tonta. Al principio, si todos querían sobrevivir, aún podían vender esas cosas que obviamente eran muy útiles.

Pero ahora, la mayoría de la gente básicamente se había acostumbrado y ya no entraba en pánico. Sabían que tenían que quedarse por mucho tiempo.

Entonces, todos trabajaron duro para mejorar.

En cuanto a los planos, cuantos más, mejor.

Había que decir que los ojos de Mcgee eran muy agudos. Sin embargo, pidió un precio muy alto. Simplemente estaba pidiendo demasiado.