EXTRA

115 20 0
                                    

Una semana antes de la inauguración del Centro comercial, el señor Lee habló con su hija, le explicó la situación de Park y Jeon.

-Te das cuenta que el jamás te amara como tu lo deseas - Explicó Min Ho.

-Lo se padre, y creo que yo tampoco lo amo, yo esory enamorada de otro chico, el si hace mi corazón y mi alma estremecerse. - Ella le contó a su padre - deseo casarme con el, y además creo que te servirá en la empresa, el se graduó en una de las mejores escuelas de los Estados Unidos de Norteamérica.

-Excelente, ya quiero conocer a esa joyita que logra que mi hija sonría - Lee orgulloso dijo a su hija.

-Pero, me permitirás desquitarme de ese arquitecto presumido ¿Verdad? - Ella solicitó.

-Eso creo - esperaba no arrepentirse.

A la mañana siguiente ella salió a una imprenta del pueblo y pidió le imprimieran una invitación. Solo una, dirigida a la familia Park, el nombre de los novios Jeon Jungkook y Lisa Lee.

Fue al correo e hizo el envío, el empleado le indicó que se tardaría entre tres o cuatro días ya que todo llevaba un proceso.

Ella aceptó, gracias al cielo llegaría antes de la inauguración. Ese día presentaría también a su prometido y le daría su libertad a Jungkook para que pudieran ser felices.

Jimin en esos días no salía mucho, estaba decepcionado del pueblerino, en lugar de luchar por su amor, se desaparecía. Viajaba cómo nunca antes, no le importo que los lugareños consiguieran un local en el centro comercial.

Que su madre se recuperara de un infarto, donde diablos se metía.

Por su parte la señora Jeon, ya estaba en su casa, pero seguía siendo cuidada por la señora Park. La gente rumoreaba esa actitud de ambas.

Pero fue el mismo señor Park el que la envió a cuidarla. Sabía que era su gran amiga y deseaba hacerlo.

Era hora de cambiar, y que el pueblo critica cuanto quisiera. Ver feliz a su esposa valía eso y más.

Yoongi ahora estaba más ocupado en el centro comercial ya que el era quien se encargaría de la administración al quedarse ahí y llevaría los negocios de su futuro suegro, del cual ya le habia aconsejado un apr de negocios extras los cuales habían salido muy bien, dándole una ganancia considerable.

El señor Park amaba a ese chico.

Llocian contratos para marcas en el nuevo comercio, Jin era el ms feliz, había hecho un buen negocio, bus aria uno próximo y además encontró el amor.

Jungkook viajaba a Seúl, había comprado un edificio, ya que aconsejado por su madre, ajerceria una carrera que estudió por que amaba los libros.

Compró ese edificio, curiosamente tenía doce pisos, planeaba poner un hermoso jardín en la azotea y vivir en el doceavo. Los pisos restantes serían una editorial así que esos viajes eran para reclutar escritores, y personal para dar marcha a ese nuevo sueño.

Conocía al arquitecto que lo ayudaría en toda la REMODELACIÓN del lugar, y si no estaba muy enojado, también sería quien lo acompañara el resto de su vida en el piso doce.

El día antes de la inauguración llegó el joven Jeon al pueblo, lo primero que hizo fue ir a ver a su madre.

Ahí encontró a la señora Park, ella le explicó que jimin se iría después del evento.

-Esta bien, lo tengo todo planeado - el les mostró a ambas un precioso anillo con una inscripción que ninguna de las dos alcanzó a leer.

-Oh que romántico - dijo la señora Park.

-Ese es mi hijo. - la señora jeon lo miraba orgullosa.

-Iré a verlo ahora mismo - Jungkook corrió a la casa de los Park.

Para su desgracia Lenna le dijo que había salido, que llevaba unos planos, presumiblemente de Jin y Namjoon. Pero muy molesta le mostró la invitación a su boda.

-Creo que habías arreglado esto Jungkook, antes de volverlo más loco, ve y habla con la loca esta - ella regaño al pueblerino.

Ese chico demasiado molesto fue a buscar a Lisa, pero le informaron que estaba viajando. Volvería hasta el día siguiente.

No le parecía muy caballeroso un rompimiento por teléfono, pero igual lo haría.

La llamó, y llamó y volvió a llamar pero no respondió nunca.

La fiera que llevaba dentro salió de repente, condujo por el pueblo como solía hacerlo antes, a toda velocidad y doblando las esquinas lastimando peligrosamente sus llantas.

Debía ver a su mochi, deseaba verlo, abrazarlo y decirle que el pueblo se podía ir al demonio, él estaba enamorado de un Park y estaba dispuesto a irse de ahí solo por la dicha de verlo sonreír diariamente.

Fue a aquella habitación secreta, caminó un poco a su alrededor, miró su reloj, esperaba que por ser el último día, Jimin fuer a despedirse del lugar. No sabía que ya lo había hecho antes. Lo supo hasta que encontró una carta dirigida a él.

Querido Jungkook :

Siento mucho no poder decirte esto de frente, se que soy un cobarde, pero temo que si te tengo enfrente no te deje ir jamás.

Tampoco pretendo manipularte u obligarte a estar conmigo, no siempre el amor es igual para todos. Pero quiero recordarte que te amo, y que te amaré por siempre, que este lugar será el único testigo de nuestro amor. Dejaré la decisión para ti quieres derrumbarlo o conservarlo.

La tía ya no lo necesitará más, debes saber por qué.

Jungkook gracias por tan hermosos momentos, gracias por ser quien encendió mi corazón, disculpame por ser un Park, eso no lo decidí yo. Pero mi corazón late igual que cualquiera de este pueblo, puedo amar como  cualquiera en este mundo.

Todo mi cuerpo late por ti, y mi amor siempre será tuyo.

Adiós amor mio, adiós y buena suerte. Algún día cuando recuerdes que te amé, no llores, si sigo con vida buscame, dijiste que me buscarías hasta en el mismo infierno, estaré en Seúl esperando por ti.

Te deseo buena suerte y una feliz vida como tu decidiste tenerla.

La vida a veces no es justa, mañana cuando estemos en la inauguración ignorame, no quiero llorar frente a tanta gente, te amaré en silencio y pediré a Dios por tu felicidad.

Te amo Jungkook y te amaré por el resto de mi vida.......

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¿QUIÉN ERES TU? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora