Capítulo .2

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Después de lo sucedido, yibo se había encerrado en su habitación, su mejor amiga tenía 19 años, sabia que el mundo estaba podrido, sabía que existían personas viles que no pensaban en nadie más que en sí mismos.

El rubio se había enamorado por primera vez, aún no terminaba sus estudios, tampoco había cumplido los diecisiete años, presidente estudiantil, timido, alegre y reservado, todo en conjunto.

Lo había visto sonreír solo, y supo que algo estaba pasando, salio por el atardecer,y entraba al anochecer iradiando felicidad, sabía que debía haber intervenido, pero yibo deslumbra, y lo dejo ser. Si hubiera intervenido antes, no se hubiera enamorado de un gran hijo de perra que solo había burlado de su amor, de su ilusión, de su inocencia.

Tres días después, el rubio había salido se su escondite con una sonrisa, había hablado sobre un plan, un fantástico plan de enamorar a zhan.

Unas horas después, había regresado con una sonrisa rota.

Yibo había recorrido el centro de la pequeña cuidad, después de pensar y analizar la situación, había decidido volver a intentar enamorar a la persona que lo había enamorado. Gran error.

Zhan estaba frente a un edificio en construcción, muchos hombres estaban junto a él, y su prometida pegada a su cuerpo, el pelinegro la afianzaba de su pequeña cintura con unos de sus brazos, el mismo que lo había sostenido un mes antes. El maravilloso día que se había entregado a él.

Había notado su presencia poco tiempo después, y no perdió tiempo en besar a la joven de manera apasionada lo veía fijamente.

Una semana después, yibo habia estado sintiéndose mal, esa tarde estaba observando las gotas de lluvia pegarse al cristal de la ventana.

Dilbara habia llegado al atardecer, ella sabía sobre los malestares, y su mirada de preocupación lo hacían ponerse más inquieto.

----Toma... quiero que te hagas la prueba ---- yibo asintió desganado... También habia pensado en la posibilidad de un embarazo, pero también pensaba que por ser la primera vez, su cuerpo podria estar haciendo pasar por esos cambios.

Después de diez minutos encerrado, la pelinegra había empezado a golpear la puerta, detuvo su estallido de preocupación hasta que oyó el pestillo de la puerta ser retirada, y ún lloroso rubio aparecer.

----¿Que?----

---- Pos-itivo... Positivo... es positivo ----

---- ¿Estas seguro? ... Una puede fallar, ¿te hiciste todas?----

Yibo lloró mostrandole las pruebas, cinco pruebas de embarazo de distintas marcas positivas.

---- Ahh...Haikuan va a matarme----

---- Haikuan estará decepcionado de mi... Le falle, Le falle a Haikuan----

Los sollozos de ambos se escuchaban por todo la habitación, mientras intentaban consolarse mutuamente.

----¿Que harás?----

----¿A que te refieres?-----

----¿lo tendrás?---- la pregunta de la pelinegra no sorprendió al rubio, claramente era muy joven, solo tenía diecisiete años, sin padres, su único hermano mayor estaba en la ciudad, trabajando para darle un mejor futuro.

---- Por supuesto, es mi bebé, mi ángel, no es culpable de mis errores, y también... es de la persona que amo----

----¿Entonces le dirás?----

----No...----

----Pero debe responder por él----

----No quiero que lo desprecie antes de que nazca... tampoco que piense que es un truco... tu lo has escuchado... No soy digno de él----

---- Él, él es un hijo de put....----

---- Por eso lo haré, lo tendré y lo cuidaré solo----

---- Yibo, ¿sabes lo difícil que será de ahora en adelante?.... No importa, yo te apoyaré, te ayudaré en todo ----

Los días después habían sido más difíciles, casi 7 semanas de embarazo y los síntomas se habían echo presente. antojos, náuseas, el cansancio había aumentado y era terrible.

Yibo había salido una hora antes, su última clase había sido cancelada, y había decidido como buena opción caminar por la plaza, Pronto lo echarían del colegio, su embarazo empezaría a notarse, y los prejuicios de la directora Evangelista serian los encargados de darle salida. Una bella imagen lo había sacado de su ensimismiento, bella para cualquier persona que caminase por el lugar, pero no para yibo.

Zhan estaba frente un almacén, observando arreglos y recuerdos de boda, mientras su prometida se contoneaba mostrándole el lugar y muchos objetos, seguramente su boda seria pronto, una gran boda digna de xiao zhan, como un deja vu, el pelinegro lo observó, sonrió con arrogancia y rodeó la cintura de la rubia aún con su mirada posada en él.

Inconscientemente el rubio posó sus manos sobre su vientre

El cuidaria a su pequeño Ángel, lo protegería, lo amaría sin cansancio... No necesitaba a zhan a su lado, él le daría el amor que su bebé merecía, el amor de dos, el podria dárselo.

Gracias por leer☆.☆

Arrepentido [Zhanyi]•[MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora