Capítulo .4

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----Ya no puedo más Haikuan... no quiero ir----

Yibo estaba sobre el sofá de su pequeña sala... Su hermano insistía en continuar con sus estudios, pero con siete meses de embarazo se le hacía imposible

----Tendras que hacer un esfuerzo ----

----Pero estoy embarazado ----

----Yibo... Estabas en el colegio cuando te embarazaste, así que, creo que podrás Seguir asistiendo embarazado ---- El rubio bajó la mirada, y el castaño lamentó haber hablado con poco tacto. ---- No, no quería decirlo así... Hermano, sé que puedes hacerlo, y quiero que lo hagas... yo no estudie lo suficiente y ahora no he podido cambiar de empleo, ni tener un ascenso, mi sobrino necesitará de ti----

El menor sonrió, y tomó su bolso decidido.


Ayanga entraba a la empresa desganado, su amigo, su jefe, seguía siendo un maldito idiota.

《¿Escuchaste? El jefe ya no va a casarse》  《Cállate... no hables de eso aquí》  《¡Si!... lo vi en las noticias》 《¿Crees que tenga oportunidad con él?》 《¡¿Quieres que te humille frente a toda la empresa?!》

El Castaño escuchó los susurros nada discretos de las secretarías. ¿Boda? ¿Noticias?

Todos le abrían el paso cuando había empezado a correr. ¿Todo por nada?, ¿Así de estúpido podia ser Zhan?, ¿y Yibo?, ¿Porqué armar un escándalo humillando a un inocente para terminarlo así de rápido?

El primer azote de la puerta y el segundo en su escritorio de madera había sorprendido a Zhan.

----¿No vas a casarte?----

---- ¿Ya te enteraste?---- El pelinegro no levantó la mirada de los documentos que leía.

----Si no ibas a casarte, entonces ¿Porqué hiciste todo ese escándalo?... ¿Sólo para divertirte y humillar a Yibo? Eres un hijo de perra ----

---- Si, ya me lo habían dicho... Ella tampoco estaba enamorada, ¿Sabes?, Solo puse algunas acciones a su nombre y se olvidó del compromiso, además, es mala en la cama ----

----¿Mala? O, ¿solo no se compara con alguien de tus ex amantes?----

----Deja de decir zandeces----

----Zhan, ¿Porqué haces de nuevo esto... ¿Sabes lo que tus hermanos dirán? ¿O tu madre?... Estaba tan ilusionada pensando que ahora si tomarias enserio tu vida ----

El pelinegro negó dándole un último trago a su café negro mientras dejaba la oficina con su mejor amigo enfadado.




Haikuan había tenido un dia largo, había llegado tarde a su apartamento, encontrando a su hermano dormido.

Sabia que pronto su sobrino nacería, Yibo no le había dicho nada, pero podía darse cuenta de los mínimos dolores que su hermano tenía.

Esa noche, los gritos del rubio lo habían levantado tan rápido que casi estrellaba su atractivo rostro contra el piso.

Yibo estaba entrando en labor de parto, la pequeña maleta estaba preparada semanas atrás, no tenía automóvil, y él taxi había tardado eternos minutos en llegar.

Se habían dirigido al hospital central, había planeado reunir dinero para una clínica privada, pero su jefe le había descontado las horas de retraso por estar más al pendiente de su hermano menor, su sobrino había nacido unas horas después por una cesárea.

Un pequeño cuerpo envuelto en frasadas azules, su ligero cabello negro, y un lunar bajo su ojo derecho. Nadie en su familia había tenido una marca, eso podría ser una marca paterna.

Yibo había llorado cuando su pequeño hijo había sido depositado en sus brazos.

Su hijo, fruto de su primer amor, su pequeño Angel era la copia exacta de Zhan... El lunar en su rostro no podía ser heredado por nadie más que su padre, Yibo amaba admirar el rostro del pelinegro, el punto oscuro en su rostro lo hacía diferente y más atractivo. Algo que no reconocería frente a Haikuan si no quería ver a su hermano en prisión.




Cinco años habían pasado desde que había anunciado su compromiso y anulado el mismo.

El cumplimiento de sus veintisiete años los había pasado solo, con una copa de vino en su apartamento, ya no habían amantes de una noche, solo eran recuerdos.

Meses después de no volver a ver a Yibo, había dejado de verse con mujeres y hombres diariamente, las ocasiones eran contadas, y la satisfacción ya no estaba presente, poco tiempo después habían desaparecido los desconocidos en su cama, solo eran él, y los recuerdos que lo atormentaban.

En una sola ocasión, había intentado hablar con Ayanga



---- ¿Te acuerdas de Dilraba?----

----¿ Una de tus amantes?----

----No. La chica amiga de Yibo ----

---- ¿Que pasa con ella?----

----Pregunté por él.... y me mandó al diablo----

----Qué esperabas hermano ... ¿Que te llevará a donde él?----

----¿Se fue?... ¿Por eso no lo he visto en todo éste tiempo?----

----No lo sé---- Después esa conversación, ya no había vuelto a comentar nada, probablemente Ayanga sabía algo, pero claramente no quería decirlo.




---- La Junta con el señor Leonel es hoy a las tres, toda la mañana la tiene libre, pero a las doce su madre pidió comer con usted, a las dos vendrá su hermano Niki, a las tres es importante que se reunan con el señor Leonel, a las cinco estará aquí la señora Jade, a las seis tendrá junta con los ejecutivos ----

La mujer rubia aceleraba el paso tras su jefe, ser contratada como secretaria había sido un milagro, Zhan no contrataba a cualquier persona recomendada de derechos humanos, pero el infierno que vivían trabajando con el empresario, las hacían renunciar dos o tres días después de ser contratadas.

Astrid era la única que había superado los dos meses como secretaria, el salario era una locura, nadie pagaba una cantidad tan generosa excepto Xiao Zhan, y los tratamientos de su madre que luchaba contra el cáncer lo exigía.

---- Retirate---- La secretaría giró antes de entrar a su oficina.

                Gracias por leer •.•

Arrepentido [Zhanyi]•[MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora