Arrepentido [Zhanyi]•[MPREG]

Capítulo .7

----Aceptaste----

----Mi superior ordenó mi traslado----

----¿Fingiras no conocerme?----

----No sé a que se refiere, pero daré lo mejor de mí para que esté satisfecho con mi trabajo----

Zhan sonrió definitivamente ya no había rastro del pequeño chiquillo travieso y risueño del pasado.

Astrid observó al rubio salir, parecía malhumorado y podía entenderlo, trabajar con el señor Xiao era una locura, pero valía la pena intentar soportarlo.

----¿Como es trabajar para el gran Xiao Zhan?----

----Una pesadilla----

----¡Mientes!... el salario es una locura y él es tan atractivo, el hombre millonario y soltero más cotizando del país----

----Ah, Zuleica, no todo lo que brilla es oro, ¿Nunca te lo dijo alguien?----

----¿Porqué hablas como si tuvieras setenta años?---- Yibo carcajeó, conocía a Zuleica desde hacía algunos años, solían saludarse en la universidad y por sorpresa, se habían topado de nuevo buscando empleo.

《Envía a Yibo a mi oficina 》

Astrid observó al rubio, El teléfono en su escritorio no había sonado, pero su jefe le comunicaba a ella lo que Yibo debía hacer. Quizá el teléfono estuviera descompuesto, porque no había manera de que él estuviera ignorando al Ejecutivo.

----Yibo, el señor Xiao solicita tu presencia---- Un suspiro largo y una caminata lenta había sido la reacción del secretario.

----¿Seguirás ignorandome?----

----No sé a que se refiere---- Yibo retrocedió, odiaba entrar a la gran oficina, odiaba ver lo malditamente atractivo que podía verse aquel arrogante y engreído hombre.

Pero no contaba con que el fuerte y sensual cuerpo del estúpido empresario lo acorralara.

----¿Seguirás con esté estúpido juego?... se que me odias, y lo entiendo, me equivoque, me he arrepentido profundamente por todo lo que te hice pasar, pero te juro que voy a recompensarte por todo, solo dame una oportunidad y juro que serás la persona más feliz de este mundo----

----Basta porfavor, admito que te odié, pero eso está en el pasado, hay algo que no me permite seguir con ese rencor, así que dejemos el pasado en el pasado, quiero vivir de forma tranquila como lo he hecho todo este tiempo ... Si no necesita nada más, me retiro----

Después de esa conversación, Zhan no había insistido en otra tonta oportunidad, pero lo hacía pasar el mayor tiempo posible a su lado con cualquier tonta excusa.

----¡Papá!, ¡Aquí Aquí!---- Angel correteo tras su padre en la entrada de su pequeña casa.

----¿Que sucede amor?----

----¡Como tú, soy grande!---- Yibo sonrió, mientras observaba a su hermano tras su pequeño hijo.

----Según ese pequeño casanova, ya puede escribir como una persona grande y por esa razón ya puede ir al jardin de niños---- El rubio rió, pero observó al pelinegro que garateaba algo más en su libro.

----Papi, tu----

----¿Escribo yo?----

----¡No!.... ¡Tu!, Papi---- Ambos hombres sonrieron cuando observaron al mayor señalar con su pequeño y regordente dedo los rayones de colores que según él, se podía leer la palabra papi.

----¿Porqué quieres ir al jardin de niños tan pronto bebé?----

Haikuan observó a su sobrino tímido frente a su padre.

‐---Ese pequeñín conoció a Hana, la hija de la nueva vecina y ella va al jardin de niños----

----¿Mi bebé quiere estar junto a su amiga?----

----No te engañes hermano, quiere tener una novia----

----Por supuesto que no, mi bebé no tendrá ninguna novia---- Haikuan volvió a sonrieron, Yibo observó al pelinegro concentrado en los dibujos animados de la televisión, quizás su pequeño bebé tendría mucho en común con su padre, su hijo crecería siendo un joven atractivo, solo podía desear que no fuera un romecorazones como Xiao Zhan.

Dejalo en paz, si te rechazó de esa forma, significa una solo cosa. No le interesas más.

Ese habia sido el sermón de Ayanga, pero nunca le había importado la opinión ajena, y por la misma razón, se encontraba siguiendo a Yibo como un acosador.

La rutina del menor era la misma todos los dias, salía de la empresa, compraba pan y algunos pasteles, tomaba el autobús y entraba a un pequeño apartamento.

Nadie trabajaba los fines de semana, algo que a Zhan le parecía ridículo, Lunes o Domingo eran dos días completamente iguales, pero hacía algunas semanas, le había parecido la mejor de las ideas.

Seguir todo el día al rubio sería su pasatiempos cada fin de semana.

Era Domingo, y Yibo estaba saliendo de su hogar... Pero no salía solo, un pequeño bulto abrigado hasta la nariz caminaba a su lado.

No podía verlo, era muy pequeño y caminaba de forma graciosa, pero definitivamente era un niño.

----¡Éste papi!---- Ángel agitaba el cereal que quería llevar muy cerca del rostro de Yibo.

----Si bebé, llevaremos este----

Era Domingo, Haikuan tenía una cita y debían llenar la despensa, ir con Ángel al supermercado era una verdadera lucha, el pequeño pelinegro corría por todas partes, lo único que podia tranquilizarlo era subirlo sobre la carretilla de compras.

----Papi, yo quiero este----

Un muñeco, Hacía un mes, Ángel le había pedido el mismo muñeco que solía ver en televisión. El costo del juguete era una locura, ni siquiera tenia una pieza bañada en Oro para que el precio se elevará tanto, pero la mirada triste de su pequeño hijo no podía soportarlo, el mes anterior, Ángel se había mostrado triste durante algunos días por no poder llevar a casa el muñeco.

----Bebe, las vecinas me dijeron que habías sido un buen niño cuidando de los gatos. Tomalo cariño---- desagradablemente gracias al estúpido padre de Ángel, podia comprarle el molesto juguete.

Papi... El pequeño niño había llamado a Yibo Papi...

Al principio, había pensado que Yibo había tenido un hijo con alguien más, pero observandolos con más precisión, El niño tenía cabello negro, el lunar visible en su rostro bajo sus verdes ojos, el único que había heredado aquel singular lunar de su padre era él, y no parecía tener más de cinco años, el tiempo exacto en el que Yibo había desaparecido.

Yibo había tenido un hijo de él.
Tenía un hijo... Era padre de un hermoso niño.

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