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De camino a su casa, Naruto estaba saltando de nuevo, con una sonrisa feliz en su rostro. Estaba cantando en la calle con alegría mientras pensaba en su día en la escuela.

"Weee eeer 'fiiiighting dreamama', ta-akamiii wo meeezashiiite ~"

Después de su examen (¡que había superado totalmente, dattebayo!), había sido un día tranquilo para pasar junto a Sakura-chan e Ino-chan. ¡La escuela era mucho más interesante con sus amigos! Habían aprendido sobre los cinco elementos y el chakra hoy. Al principio, no tenía sentido para ella, pero gracias a los dibujos y explicaciones de Sakura-chan y los útiles comentarios de Ino, Naruto finalmente logró entender las partes más importantes de la lección. La teoría no era tan difícil cuando se explicaba con palabras sencillas. Sakura-chan definitivamente debería convertirse en maestra; ¡ella sería la mejor en eso en opinión de Naruto!

Como no estaba prestando atención a su entorno, no vio a un hombre que salía de una tienda cuando pasó junto a ella y chocaron brevemente. Aunque no le dolió, dio un paso atrás y dejó escapar un grito de sorpresa.

"¡Oye, cuidado, niño!" advirtió el hombre mientras la miraba.

Naruto se frotó la frente tímidamente. "Eh, está bien, lo siento", sonrió tímidamente.

Cuando lo miró, notó que él la miraba con una ira apenas disimulada en sus ojos.

"Vete a la mierda, mocosa", le gruñó, sus cejas se estrecharon y con pupilas brillantes.

Naruto se tensó, su buen humor cayó repentinamente. Ahí fue de nuevo.

Tragó saliva y miró al hombre a pesar del doloroso peso que se estaba asentando en su pecho. "¡No lo hice a propósito, tú también tienes la culpa-ttebayo!" ella replicó a la defensiva.

Sus ojos se abrieron ligeramente con rabia llenándolos y se acercó a ella amenazadoramente, sus dientes visibles por la mueca que estaba haciendo. "¡Maldita bastarda-!" él empezó.

Pero Naruto no le dio tiempo a terminar su respuesta. Ella apretó los dientes y pisoteó su pie, haciéndolo gritar de dolor (¡se lo merece!) antes de pasar corriendo a su lado lo más rápido que pudo.

¡Estúpido! ¡Maldito bastardo! ¡Ella no había hecho nada malo! ¡ Ella se había disculpado mientras él no! ¡Solo porque él era mayor que ella no significaba que tenía derecho a tratarla de esa manera! Odiaba estos ojos, estas miradas, estos gruñidos; ella los odiaba tanto.

Olvidándose por completo de su día, regresó a su apartamento, con el corazón pesado, mientras se preguntaba una vez más por qué los aldeanos la trataban de esa manera. Antes de mirarla, había sonado agradable; sin embargo, tan pronto como se dio cuenta de quién era ella, su tono había cambiado por completo.

¿Qué estaba mal con ella?

[...]

El viento soplaba suavemente sobre la hierba bajo el sol mientras el canto de los pájaros envolvía el paisaje. Sin embargo, lenta y progresivamente, el ambiente se hizo mucho más pesado; el color del cielo cambió a un rojo intenso y las nubes se volvieron negras. El canto de los pájaros comenzó a sonar angustiado y el flujo del viento resonó violentamente. El enemigo debe sentir que el miedo se apodera de su ser ahora; quedarían paralizados a medida que perdieran cada vez más la conexión con sus sentidos. Sería entonces el momento de-

Cuando sintió que una firma de chakra familiar se acercaba a él, Shisui rompió el mudra que sus manos estaban formando y el genjutsu en el que estaba trabajando se disipó de inmediato. Se puso de pie lentamente y sacudió su ropa cuando finalmente notó la silueta de su compañero de entrenamiento saliendo del bosque.

Amor en tu piel.  | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora