Amor en tu piel. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |

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Inmerso en la tenue luz del bar, Shibi estaba sentado en el rincón más alejado, con los ojos desenfocados y la mente sumergida en pensamientos.

Una semana antes, había recibido una misiva de Inoichi. Aunque ambos clanes no eran tan cercanos, se habían enfrentado a un problema común en el pasado. Danzo había querido llevarse niños de sus clanes; Fuu, del Clan Yamanaka, y Shino, del Clan Aburame, y además el propio hijo de Shibi. Al final, el sobrino de Shibi, Torune, se había ofrecido voluntario para tomar su lugar, el Clan Aburame necesitaba a su heredero después de todo. Ambos Jefes de Clan eran conscientes del honor que Shimura Danzo les había otorgado, y realmente se sintieron orgullosos al principio... pero no les gustaba en lo que se habían convertido sus hijos.

Shibi ya no tenía influencia sobre su sobrino, quien parecía distanciarse del clan. De hecho, parecía que Torune se estaba perdiendo a sí mismo, vaciándose de su personalidad, y Shibi no podía hacer nada para ayudarlo.

Generalmente se consideraba que los Aburames eran fríos y distantes por naturaleza, que no les gustaba meterse con la gente, pero en realidad eran reservados y tenían una gran riqueza interior, tanto emocional como psicológica. Shibi conocía la diferencia entre una persona intelectual y analítica y una que no tenía más control sobre su propia mente. Entonces, cuando la carta de Inoichi le informó que algo estaba pasando bajo tierra, Shibi decidió que tenía que tomar medidas. ¿Por qué? Porque los Aburames pueden ser personas tranquilas y reservadas, pero cuando la situación lo amerita, aciertan.

Se había dibujado un sello bastante complicado en Torune, y si Shibi no fuera un especialista en Fuinjutsu, podría reconocer un sello básico de control. Además, el hecho de que se pusiera en la lengua era significativo. La información pronunciada estaba siendo controlada. ¿Y el hecho de que un ninja leal de Konoha, del Clan Aburame, esté obligado a llevar un sello tan insultante y degradante, y sin el conocimiento de Shibi, nada menos? imperdonable.

“Estás más triste que de costumbre, Shibi. ¿Un centavo por tus pensamientos?"

Despertado de su ensoñación por la voz ronca de Tsume, sus ojos se enfocaron nuevamente detrás de sus lentes, su mano apretando la bebida que sostenía.

"No hay necesidad de un centavo, Tsume".

Ella lo observaba atentamente, esperando saber la razón por la que la había llamado.

Después de todo, aunque no era inusual que tomaran una copa juntos, la mayoría de las veces, Tsume era quien lo sacaba a rastras de su complejo y compartía con él las últimas noticias de las que había oído hablar. Como los bares shinobi tenían mesas privadas rodeadas de sellos de privacidad, les permitía hablar más libremente que en cualquier otro lugar.

Shibi insistió en que no le gustaban los chismes. Estaba reuniendo información, una tarea muy, verdaderamente importante para un ninja.

Y la información que tenía ahora era de suma importancia.

Por supuesto, tuvo que dejar que sus ex compañeros de equipo supieran sobre ellos.

Los clanes ya no se quedarían de brazos cruzados, no cuando la seguridad de los miembros de su clan no fuera tan indiscutible como debería haber sido.

[...]

"¡Oh mi! ¡Si este no es Kakashi-kun!” una voz alegre se rió al ver al joven ANBU que estaba apoyado en un árbol. "¡Ha sido un tiempo! Tu cabello es tan indomable como siempre lo veo." Una pausa. "No es que tenga mucho que decir al respecto".

El chico asintió hacia él. Tal vez debería dejar de pensar en él como un niño, pero, meh, incluso Minato seguía siendo un niño para él, y Kakashi era el hijo de Minato, así que.