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Luego de aquella necesaria charla entre Sunoo y Sunghoon, se podría decir que el mayor intentó demostrar con acciones lo que le había asegurado con palabras anteriormente
Sunghoon era consciente de que su menor aún dudaba de él y no podía culparlo cuando era consciente de que había sido un verdadero idiota, por eso se estaba esforzando verdaderamente
Empezando por lo más obvio, ser amable y educado con Sunoo, hasta ir un poco más allá, como consentirlo demás
— Sun ¿Quieres waffles? —le ofreció con una sonrisa, mostrándole el plato con cuatro cuadrados dulces que sabía que le gustaban al menor
— No creó que deba...
— Si debes —le respondió al instante— por favor Sunoo, comparte conmigo
El menor no estaba convencido, aún debía seguir una dieta estricta aunque los miembros habían prometido no decir nada cuando la rompía, hicieron un juramento sobre ello dónde incluso Sunghoon participo
— Hyung...
— Sunoo odio ser el culpable por el que no disfrutas tus comidas favoritas, por favor —suplico
Hoon se veía angustiado, la mano con la que le estaba ofreciendo el plato temblaba y es que tenía miedo de que Sunoo enserio no quisiera comer
— No quiero que se sienta mal por ello hyung, no es la gran cosa —le restó importancia el menor
— ¡Claro que lo es! —protesto— es tu salud y felicidad
— ¿Felicidad? —dudo extrañado por uso de la palabra
Sunghoon se sentó al lado suyo en el sofá, mirándolo fijamente al decir:
— Sunoo, nunca vi una sonrisa tan brillante y bonita como la que le dedicas a la comida que te gusta
Para el menor fue inevitable no sentir su rostro caluroso, imaginó que se había sonrojado por la sonrisita tonta que puso Sunghoon al mirar directamente a sus mejillas
Decidió rendirse por una vez ante la tentación de esas delicias y la mirada suplicante de su mayor
— Entonces... —cedio, mirando el plato que estaba delante suyo que tenía cuatro waffles— ¿Tres para mí?
— T-tu ¿Quieres tres? —la pregunta la salió torpe por la sorpresa, porque en su cabeza había calculado dos para cada uno y no creyó que Sunoo quisiera más, pero se los dio al verlo asentir como respuesta— tres para Sunoo entonces
El menor mordió un pedazo del dulce y sonrió feliz, siendo observado por su mayor quién no podía evitar mirarlo con esa expresión que delataba lo mucho que le gustaba la vista
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