De soledades y nostalgias.

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Llévame.
Llévame a ese momento donde tu mano y mi mano se juntaron tímidamente y se mostraron mutuamente que solo tú, sola yo, podíamos ser los dos solos juntos.
Aquella noche donde promesas y miradas se dijeron lo que nuestros corazones sentían.
Aquella noche, donde por fin sentí que no era yo, que podíamos ser dos.

Y pena entre cariño me atormenta cuando recuerdo, que solo tú y sola yo ya no forman dos solos juntos.

Que nuestras soledades viven solas, y que solos, sólo los dos, es una utopía imposible de existir.

Reflexiones Efímeras De Una Escritora Cambiante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora