Espejo.

3 0 0
                                    

Y aquel día lloré en frente de mi reflejo, preguntadome que verías en algo tan deforme.

Comencé a observar detenidamente cada milímetro de piel de mi cuerpo, de pies a cabeza, imaginándome las mil y un retoques a los que debería someterme para ser considerada perfecta.

Cortar todo lo que sobra de mi significaria dejar de existir.

Lloré, contemplando el saco de huesos órganos y músculos que tenía delante, intentando no aborrecerlo cada vez más.

Reflexiones Efímeras De Una Escritora Cambiante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora