Meta Pendiente

Falsa compañia

Un grupo de tres jóvenes de dieciséis disfrutaban de conversar mientras soltaban varias carcajadas, sin embargo, aquellas risas no parecían provenir de algún chiste o algo que alegraría a la persona promedio, más bien parecían ser risas de burlas. Mientras que una de ellas se limitaba a no hacer más que mirar en silencio.

-¿Vas a salir hoy también con Son?- Preguntó una de las chicas intentado contener la risa.

-Si... él hace cualquier cosa que le pida, ¿sabes?- Dijo con burla, la expresión de la joven cambió al ver como una de sus amigas no parecía tan contenta como el resto.- ¿Ocurre algo, Maruyama? No me digas que sientes lástima por Son...

La recién mencionada miró a su amiga por un par de segundos antes de negar con la cabeza sin decir nada al respecto.

-Guarden silencio, aquí viene.

Solo quince segundos después de que decir eso, un Goku de dieciséis años se acercó al grupo de chicas.

-¡Hola!- Las saludó alegremente antes de dirigir su mirada a cierta chica.- ¿Estás lista, Hirose?

Hirose Reiko— la en ese entonces novia de Goku— después de dejar su actitud anterior donde se burlaba de aquel joven, ella asintió con la cabeza mientras extendía su mano para que su pareja la tomara y le regalaba una sonrisa.

Maruyama miró disimuladamente con lastima a Goku mientras miraba como la pareja de jóvenes dejaba el lugar.
...

Las distintas personas caminando tranquilamente en la calle— tal parecía que eran lo suficientemente interesantes como para entretener a cierta chica de dieciocho años que miraba por la ventana del auto en el que viajaba. Ella estaba en el asiento del copiloto no haciendo más que observar en silencio.

Cuando el vehículo se detuvo por un semáforo en rojo, el conductor finalmente le dirigió la mirada antes de soltar un largo suspiro.

-Ichika-chan, ¿está todo bien?- Habló un hombre de cabello castaño y un extraño bigote en su rostro.

La recién llamada tenía el cabello corto color rosado y unos ojos azules— Ichika Nakano, una de las quintillizas Nakano y la mayor de estas.

Ella volteó a ver al hombre que le llamó mientras le sonreía.

-Si, todo está bien, ¿por qué lo pregunta?

El hombre no pareció estar convencido por esas palabras y la intensidad de su mirada no hizo más que aumentar, cosa que comenzó a hacer que Ichika se sintiera nerviosa.

-Antes era difícil lograr que dejaras de hablar, mientras que ahora te la pasas todo el tiempo en silencio. Además de que no te ha estado yendo muy bien en el trabajo. No quiero parecer ese tipo de persona pero, si esto sigue así tu carrera podría estar en riesgo.- Explicó el hombre, mirando ahora hacia el frente debido a que el semáforo ya se encontraba en verde.

Ichika se exaltó al escuchar aquello. A lo largo de su carrera como actriz, ella mayormente solía recibir trabajos pequeños que no resultaban muy relevantes, pero últimamente incluso eso parecía dificultarsele, como si hubiera algo que la estuviera distrayendo.

Hasta hace poco pensaba que su carrera no estaba por hacer más que elevarse, sin embargo, el destino le estaba mostrando un camino distinto al que esperaba.

-Si hay un problema no dudes en decírmelo. Se supone que soy tu representante, esto me causará problemas a mí también.

-Si... ¡De verdad me esforzaré más!- Dijo Ichika con una voz que demostraba su frustración.

Ella sabía que ocurría, ella sabía porque estaba distraída, pero saber el motivo no era suficiente; también necesitaba una solución.

Después de que Fuutarou escogiera a su hermana, Yotsuba, en lugar de ella; Ichika lo tomó bastante bien, pero ahora la ausencia de este había comenzado a afectarle. Claro que eso ocurriría eventualmente, el amor no se puede dejar de lado de un día para el otro y ver que alguien tan importante como él ya no tenía relevancia en su vida, era algo con lo que difícilmente podría lidiar.