XLVII.

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NULIDAD ETERNA

재민

Desperté de sobresalto por una pesadilla en la que caía y mi cabeza comenzó a arder en el mismo momento en el que era consciente.

Al mirar a mis costados me encontraba solo en una cama, y en la ventana podía verse la luz del amanecer que comenzaba a atravesar las cortinas.

La habitación me era muy familiar, había estado aquí antes, sólo necesité ir hacia el pasillo para confirmar que estaba en su casa.

Con un dolor punzante en la cabeza que apenas me dejaba mantenerme de pie, caminé por la casa para buscar a Renjun hasta que sorpresivamente lo encontré durmiendo sentado en el frío suelo de la cocina.

Comencé a creer que dormir en lugares fríos le era cómodo porque era la segunda vez que lo encontraba de esa forma.

Caminé hacia él para agacharme y estar a su altura, sus manos estaban frías y rostro se veía consumido, como exhausto.

Rodeé uno de sus brazos en mis hombros y lo ayudé a ponerse de pie, mientras él despertaba de a poco.

Lo dejé despacio en su cama para ayudarlo a recostarse, todavía podía sentir mi cabeza doler así que antes de regresar a dormir decidí buscar alguna medicina entre las cosas de Renjun en el baño.

Aún quedaban unas horas antes de que se hiciera completamente de día, así que me recosté con él y procuré despejar mi mente de cualquier aflicción que comenzara a torturarme.

Pensé que Renjun quizás estaba molesto por algo, y me dio la espalda alejándose lo más posible de mi lado para dormir.

No podía juzgar que estuviera enojado conmigo, considerando la ropa que llevaba puesta pensé que tal vez se encargó de mí anoche y que eso fue un peso muy grande para él.

Había perdido la cuenta de cuántas copas bebí anoche luego de salir del hospital, pero si recordaba pensar que necesitaba mucho verlo y que el impulso fue inevitable.

Unos minutos después suspiré cerrando los ojos para procurar dormir, pero un sonido leve me despertó. Venía de Renjun, parecía estar sollozando asi que me levanté preocupado para buscar que se volteara y me mirara pero él me daba codazos para que no lo toque ni intentara moverlo.

«Renjun...» murmuré angustiado llamándolo, quería que me hablara porque no estaba muy seguro de si le hice o le dije algo antes, o si simplemente estaba triste de que estuviéramos juntos.

En algún momento, a pesar de mi insistencia, él sólo se calmó y parecía haberse quedado dormido. Asi que luego de exhalar me recosté lentamente sin dejar de mirar hacia su dirección y más tarde también me dormí.

Al abrirlos nuevamente era completamente de día y Renjun dormía ahora mirando hacia mi dirección.

Sus ojos cerrados se veían pequeños con unas ojeras casi visibles, su respiración era lenta y parecía estar completamente en paz.

Una de mis manos se apoyó en su mejilla para sentirlo y el frunció un poco el ceño pero luego de acostumbrarse volvió al mismo estado de tranquilidad de antes.

No iba a acercarme e intentar abrazarlo porque probablemente lo molestaría o haría enojar, la distancia entre uno y el otro era suficiente para que me sintiera en paz por dentro asi que me conformaba con eso.

Pero una alarma sonó repentinamente detrás de mí, y me moví apresurado a apagarla para que no lo despertara.

Al regresar a mi misma posición de antes era demasiado tarde porque él comenzaba a moverse en su lugar y despertarse.

Shall we? || JaemrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora