ᴄᴀᴘ. ɪɪ

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Akemi Nakamura.

En laa mañana siguiente llegamos a la finca mariposa. Esto para que me revisarán el ojo.

—te presentaré a las hermanas Kochou, son dos— me miro mientras pasábamos por aquella puerta —Kana— amplio su sonrisa y no te un brillo en sus ojos al ver a una chica de cabello color azabache y largo.

—¡ah! hiro— sonrió mientras se acercaba a nosotros —hola pequeña— se dirigió a mi con una sonrisa.

—ella es Akemi, Akemi, ella es Kanae Kochou— nos presentó.

—un gusto Akemi, ¿tienes 14? Tengo una hermana que tiene esa edad, ¡apuesto que serán grandes amigas!— Kanae hablaba emocionada y con una voz dulce. Se detuvo un momento para verme —¿Qué te paso en el ojo? ¿Estas bien? Ven sígueme, te revisare eso— me tomo de la mano para llevarme a una habitación. —Siéntete como en casa— busque en una caja de donde saco vendas, algodón y alcohol. Removió la venda que tenía puesta —sigue sangrando pero parece ser una cortada, cicatrizara con el tiempo, mientras tendras que estar cambiandote seguido de vendas, ¿puedes abrirlo?— hablaba muy rápido y no podía entenderle casí nada.

—creo que sí— intente abrirlo solo que ardia, mi visita de ese ojo tardo en aclararse. Kanae saco un oftalmoscopio para revisar el ojo —parece que todo esta bien, solo se daño la piel que lo cubre, ¡que suerte!— comenzó a aplicar lentamente el alcohol sobre la herida, después puso las vendas. —¡te portaste muy bien! Toma una paleta— rei por lo bajo y la acepte con vergüenza.

—¿¡esta todo bien!?  Pregunto preocupado Hiroshi cuando salimos de la habitación.

—¡Si! Solo se lastimó la piel que cubre al ojo— le sonrió amable a el y en ambos aparecio un ligero rubor.

—son todos unos Tortolitos— escuche una voz detrás de mi, había una niña que parecía tener mi edad, sus cabello era negro con morado al igual que sus ojos.

Con la presencia de ellos su sonrojo se intensificó.

Hiroshi nervioso extendió su brazo y un cuervo se poso sobre el.

—dile a Oyakata-sama que en unos momento iré con el, junto con alguien— después el cuervo se fue.

—¡shinobu! Ella es Akemi, es nueva y tiene tu edad!— la mirada de Shinobu paso por mi de arriba a abajo.

—¿eres cazadora?— arqueo una ceja.

—no, pero voy a entrenar para eso— entendimiento mano hacia ella —Akemi Nakamura—

—ya lo se, mi hermana lo acaba de decir, pero es un gusto conocerte— desvío la mirada a mi mano dudando en si aceptarla o no, la terminal tomando nerviosa.

—¡que lindo una futura amistad!— hablo fuerte y emocionada Kanae.

—lamento interrumpirlas pero tenemos que irnos— sonrio nervioso para acariciar mi cabeza.

—fue un gusto conocerlas— sonreí de lado  mientras me despedía por la mano.

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L

legamos a una finca grande, er a muy linda, tenía un patio grande al igual de una entrada.

—Buenos Días, Ubuyashiki-Sama— Hiroshi saludo a una mujer de cabello blanco. Se inclinó en forma de respeto.

—buenos días, Hiroshi-san— devolvió el saludo con una sonrisa —veo que tiene compañia, un gusto pequeña— me extendió la mano.

—mi nombre es Nakamura Akemi— tome su mano saludandola —que encantador nombre— respondió con una sonrisa amable.

—vine a informar sobre la misión anterior a Oyakata-sama— hablo Hiro a la mujer.

—siganme entonces— s e dio l a vuelta para acompañarnos a una puerta. Ahí dentro estaba un hombre de cabello negro con parte de la frente color morado, parecía ser alguien joven.

—Buenos dias, Hijo— sonrió amable, su voz era muy tranquila, me transmitió seguridad al instante.

—Buenos días Oyakata-sama— se inclinó ante el y discretamente me dio un golpe en la cabeza para que hiciera lo mismo.

—Veo que tienes compañia— sonrió —¿Cual es tu nombre pequeña?— me miro esperando una respuesta.

—Akemi, Nakamura Akemi— levante un poco la cabeza para mirarlo.

—Nakamura suena un apellido fuerte, de valor, lo que necesita un cazador, serás una excelente cazadora, de eso estoy seguro— sentí un gran ánimo y la necesidad de llorar en ese instante.

—Gracias señor Ubuyashiki— baje la cabeza apenada.

El resto del tiempo fue normal, Hiroshi le informó sobre lo que había pasado y como tuve el valor de atacar al demonio, esta parte me apena un poco, Ubuyashiki me felicito por mi valor y me recordó lo que había dicho antes.
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Cuando salimos de la recidencia, Hiro volteo a verme.

—esta bonito el atardecer, no?— me sonrió de manera amable. A sentí con la cabeza —será mejor que nos Apuremos a ir a mi finca antes de que haga más noche.

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Casí el cielo estaba cubierto de su velo negro.

—Bien esta será tu habitacion— Hiro me jalo de la mano para llevarme a una habitación algo vacía —puedes decorar la a tu gusto y será mejor que duermas ahora porque mañana empezamos con el entrenamiento— me dio unas palamadas en la cabeza antes de salir de la habitación. A los pocos segundos volvió a decirme que habían pijamas en el armario.

Cuando estaba acostada mire hacia una ventana que estaba en la habitacion, se veían por ahí los árboles, junto con la Luna y estrellas.

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Hoy iniciaba mi entrenamiento, estaba emocionada, aunque me hubiera despertado muy temprano. Lo primero que hice fue Estirar y correr cierta distancia, Hiroshi me puso el reto de dar 5 vueltas alrededor de toda la finca en menos de 5 minutos. Siempre e sido competitiva así que acepte, corría lo más rápido que mis piernas me permitían y logre las 5 vueltas en... 6 minutos.

—No te fue tan mal, la finca es grande, tardaste 6 minutos eso se puede volver un objetivo, intentar romper ese
récord— me animaba Hiroshi mientras yo estaba deprimida por no haber superado el reto. En soltó una risa al notar mi expresion —ahora si, sigue lo serio, recorre toda la colina, ida y vuelta, los descansos dependerán de ti, a sí tienes máximo hasta el atardecer, puedes iniciar... ¡ahora!— Sonrió al verme ir debajo de la colina.
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Regrese cuando el cielo estaba justamente anaranjado.

—lo logre Hiroshi-san— hable emocionada cuando entraba a la finca y me encontraba a el.

—Me alegro por ti— me mostro una sonrisa grande — ahora ven a cenar y a descansar, mañana deberás seguir entrenando— me sirvió un  plato de udon y rápidamente comenze a comer.

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★彡[𝙸𝚗𝚟𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘 (𝚂𝚊𝚗𝚎𝚖𝚒 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚊𝚣𝚞𝚐𝚊𝚠𝚊 𝚡 𝚕𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊) ]彡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora