Baila conmigo

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"No somos amigos. No somos amantes. No somos nada... Pero aún así, podemos bailar un rato... juntos."
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~5 de junio/10:12am/Reino Unido/Londres/Cede principal de Industrias DEM~

Isaac: Ya veo.*dijo el líder de Industrias DEM* Así que eso fue lo que pasó...

Isaac Westcott, el enemigo del mundo, yacía sentado sobre una silla; en su escritorio, en su oficina. Sorprendido por la noticia que Ellen acababa de darle.

Ellen: Sí.*afirmó nuevamente con un semblante de vergüenza*

Westcott suspiró y bajó un poco la mirada. Hace meses, Shido Itsuka había desaparecido por completo, <Beelzebub> no lograba encontrarlo por más que buscase. Tampoco podía verlo cuando trataba de ver el futuro. Era como si hubiera desaparecido por completo de la faz de la tierra. Ni siquiera las <Nibelcols>, hijas de <Beelzebub>, lograron encontrarlo cuando fueron enviadas a la ciudad de Tenguu. En palabras de las <Nibelcols>: "era como si pudiéramos ver a todos los demás, menos a él." Era un misterio que despertaba el interés del peliceniza. Al enviar a Ellen comprobó que Shido seguía en la ciudad y era visible, viviendo una vida tranquila ahora que ya no forma parte de Ratatoskr, según Ellen. Una presa fácil de cazar. No obstante, los resultados fueron inesperados. Ellen Mira Mathers, la Maga más poderosa del mundo, siendo casi una deidad en el combate, había sido derrotada por un simple humano, y, además, la había envenenado.

Isaac alzó la mirada hacia la rubia ceniza, y la observó detenidamente. Se notaba que no estaba en óptimas condiciones para ejercer su labor. Sus brazos llevaban varias curitas, producto del antídoto que tuvieron que inyectarle. Sin duda esto había sido un gran golpe por parte del peliazul.

Isaac: Artemisia.*miró a la otra rubia que había permanecido en silencio* Sutituirás a Ellen hasta su recuperación.

Artemisia: Entendido.*respondió de inmediato*

Isaac: Ellen, tú ve a descansar. Hablaremos en otro momento.

Ellen: Tch...*frunció el ceño levemente* Entendido.*aceptó mientras reprimía su molestia*

Isaac: Si eso es todo lo que tienen que decir, pueden retirarse.

Ambas rubias asintieron, dieron media vuelta y caminaron a la salida. Una vez que salieron, Isaac giró su silla para contemplar las vistas que otorgaba la gran ventana que estaba atrás suyo. Analizando lo que había pasado y la forma de crear un contraataque. A pesar de que el peliazul había dicho que entregaría a las Espíritus una vez que terminara con ellas, haber envenenado a Ellen fue una clara provocación. Era inaudito. Por primera vez, Shido lograba que Isaac Westcott se cuestionara sus próximos movimientos. <Beelzebub> y las <Nibelcols> era inútiles contra él. Y Ellen, su arma más poderosa, había sido neutralizada de manera momentánea. Sus piezas era limitadas, así que debía ser cuidadoso.

De repente, múltiples hojas de papel de alzaron por los aires y se convirtieron en pequeñas partículas de luz que tomaron la forma de jóvenes chicas. Cuatro <Nibelcols> salieron del libro para hablar con su padre.

Nibelcol: ¿Estás molesto, padre?*preguntó una que se acercó desde su lado derecho*

Nibelcol: Es porque fallamos, ¿verdad?*dijo la segunda*

Nibelcol: ¡No es nuestra culpa! ¡Simplemente no podíamos verlo!*rugió con molestia la tercera*

Nibelcol: ¡Eso, eso!*apoyó la cuarta* Hizo trampa. ¡Es un tramposo!

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2023 ⏰

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