Blood Smile

No más

"No se trata de ser malo. No se trata de ser una persona horrible. Se trata de no ser el pendejo de alguien más..."
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~A la mañana siguiente/28 de Febrero/8:25am~

Abrazados con amor. Con sonrisas sinceras en su rostro. Con una felicidad inmensa, aunque estuvieran dormidos.
Pero debían despertar, aunque no lo quisieran. Por culpa de los rayos de sol que entraban por la ventana y que daban de lleno en el rostro de la pelipúrpura, esta empezaba a despertar.

Liberando un bostezo y abriendo lo ojos, lo primero que vió Kotonoha fue a su amado novio, dormido. Una sonrisa se dibujó en su rostro y puso su mano en su mejilla.

Kotonoha: pobre... Sufriendo por una mentira de unos idiotas...*abrazándolo* Pero no te preocupes más, me tienes a mí. Yo nunca te abandonaré... Porque... te amo.*susurró*

En ese instante, Shido abrió los ojos, encontrándose con una Kotonoha muy cerca de su rostro. La pelipúrpura al ver que su novio había despertado, se sonrojó mucho y se intentó apartar, pero Shido la tomó de la mano y la acercó nuevamente.

Shido: no creas que escaparás de mí.*abrazándola*

Kotonoha: S-Shido-kun...*sonrojada*

Shido: ¿cómo amaneciste, querida?

Kotonoha: ¿q-querida?*aún más sonrojada*

Shido: sí. ¿Te molesta?

Kotonoha: no, no me molesta. Es sólo que... es algo nuevo y no estoy acostumbrada...

Shido: ya veo. Pero de todas formas te llamaré querida de vez en cuando, jeje...

Kotonoha: está bien. Darling.*abrazándolo*

Shido: ¿qué hora son?*mirando la alarma* Vaya... Son las 8:30am. (¿Debería irme?)*mira a la pelipúrpura* (No. De todas formas, ellas no les importa. Me quedaré un más tiempo)

~Time skip/9:00am~

Shido y Kotonoha se encontraban desayunando lo que había preparado la chica. Ella se encontraba nerviosa, ya que no sabía si la receta había quedado bien, era la primera vez que hacía lasaña y temía que lo le gustara a Shido.
El peliazul dió el primer mordisco, abriendo los ojos por la impresión, pero Kotonoha apretó sus manos al ver esa expresión, y se deprimió pensando que no le había gustado.

Shido: ¡está delicioso!*deleitado*

Kotonoha: ¿eh?

Impresionada por aquellas palabras, vió como Shido empezaba a comer con rapidez aquella lasaña, acabando completamente con ella en cuestión de segundo.
Kotonoha no lo podía creer, rápidamente tomó sus manos y las acercó a su rostro, cubriendo así el sonrojo y las lágrimas de felicidad que habían generado esas alentadoras palabras; y en un rápido movimiento, limpió sus lágrimas y le sonrió a su amado.

Shido: en verdad tienes futuro como cocinera. Esto quedó delicioso.*comiendo otra*

Kotonoha: bueno... Supongo que es porque tengo un excelente maestro.*mirando la hora* Supongo que tienes que irte.*con una mirada de tristeza*

Shido: sí... Pero ahora que somos novios, tengo una excusa para visitarte.*sonriéndole*

Kotonoha: sí, yo también tengo una excusa.*devolviéndole el gesto*