Rosas Color Sangre [woosan]

Cuatro 🌹

Pasado un tiempo se percató que el viento corría ciertos dias a la semana y en horarios específicos, si quería irse, debía buscar un momento donde no hubiera nadie vigilando el portal.

Fue así como armó un plan para escapar.

Habiendo armado un plan, se dispuso a ponerlo en marcha un día en el que no sintió el viento y que además un guardia entraba a inyectar en su huesudo y herido brazo esa sustancia extraña.

Con astucia logró desmayar al diablillo y salir de ahí corriendo hacia donde sabía de donde salía el viento. Corrió tan rápido como pudo y para su suerte logró abrir el portal, mientras algunos guardias daban aviso de su escape.

Como pudo corrió entre los callejones del mundo humano, hasta que perdió a todos los diablillos que lo perseguían. Si no le hubieran arrancado las alas, pudieran haberlo encontrado.

Suspiró con alivio.

-Wooyoung. - escuchó detrás de él, era San. El ángel dio un salto hacia el lado contrario. - no tengas miedo, no voy a llevarte de vuelta.

-aléjate de mi, mentiroso.

-yo no quería que esto pasara.

-cállate, no voy a caer en tus mentiras de nuevo. - San intentó acercarse pero Wooyoung lo empujó fuertemente, provocando que cayera al suelo. El ángel aprovechó para intentar escapar.

-lo siento...

Escuchó y solo esa palabra casi hizo que Wooyoung se volteara a correr a los brazos de San. Pero esta vez no. Con lágrimas en los ojos se obligó a sí mismo a irse de ahí, sin mirar atrás.

Wooyoung aún amaba a San pero no iba a dejar que sus sentimientos lo hicieran volver al infierno de dónde había escapado.

Y mientras caminaba sin rumbo por aquellas calles, su vida avanzaba y las estaciones también, pero su corazón no olvidaba y su mente tampoco.

Las noches en vela fueron largas entre las 4 paredes de su habitación, aún tenía miedo de que volvieran a llevárselo a aquel lugar, aunque sabía que esos miserables estaban tras las rejas.

-Wooyoung querido. - escuchó a una mujer hablarle desde la puerta. -Hongjoong está aquí, te vino a visitar.

Pero Woo no dijo nada.

-no se preocupe, yo me encargo. - dijo el hombre que la acompañaba.

-suerte para hacer que coma.

El hombre entró con cuidado y se sentó al lado de Wooyoung, dejando un espacio entre ellos.

-hola Woo, como te sientes?

-no lo sé. - dijo mirando por la ventana, con las piernas pegadas a su pecho, mientras las abrazaba.

-bueno, creo que es mejor a ganas de tirarte de un edificio en llamas.

-supongo. - dijo seco, Hongjoong suspiró y decidió ir al grano.

-hoy es aniversario de la muerte de Seonghwa.

-lo se. - se quedó callado por unos segundos hasta que decidió preguntar. - extrañas a mi hermano?

-cada minuto de mi vida. - el menor vio como Hongjoong tocaba el anillo que tenía en su mano derecha. - el lo era todo para mí.

-él también te ama a mucho.

-lo sé. Gracias por decirlo.

-gracias a ti por estar aquí, tratar de hacerme sentir bien y estar conmigo, a pesar de que no tienes que hacerlo.

-me gusta hacerlo. Cuidar de ti. Como Seonghwa lo hacía. - el mayor le extendió el plato de comida que tenía. - Es bibimbap, tu favorito. - Wooyoung lo tomó y comenzó a comer.

Después de tiempo, Wooyoung salió casi sin insistir de su cuarto y pasó tiempo con su familia. Río y abrazó a todos, se sentía agradecido con todos por haberlo tratado tan bien a pesar de que había sido duro tratar con él debido a los traumas que cargaba.

Esa noche fue a dormir como un bebé, su madre estaba muy feliz de que Wooyoung estuviera colaborando por fin.

Toda esa semana fue igual, volvió a salir con sus amigos Jongho y Mingi, se divirtieron mucho, volvió a ir a sus clases de danza contemporánea e incluso fue al colegio.

-mamá. - habló justo antes de salir al colegio. - hoy voy a ir con Jongho y Mingi al karaoke, así que llego tarde.

-bien querido, cuidate mucho. - dijo ella acercándose a su hijo menor.

-mamá - habló una vez más y procedió a abrazarla fuerte y a dejar un beso en su mejilla. - te amo, cuidate tu también.

-awww, yo también te amo. Ahora ve rápido o llegarás tarde.

Salió a toda prisa para no llegar tarde al colegio. Las horas pasaron sin inconvenientes, como ya se había hecho rutina.

A la salida, caminó junto a sus dos amigos por las calles hasta que se detuvo.

-yo iré por el otro lado, tengo que encontrarme con mi madre en el centro comercial. Ustedes vayan al karaoke, yo luego los alcanzo.

-Claro, nos llamas para decirte en que sala estamos. - dijo Mingi.

-si vas al centro compra algo para comer mientras cantamos. - habló Jongho.

-bien, no se preocupen. Los veo allá. - Wooyoung ya se iba pero se detuvo. - chicos - llamó y ellos voltearon - los quiero.

-nos amas, lo sé - le dijo Jongho.

-ya sé. Osea, cómo puedes no amarme? - dijo Mingi.

Wooyoung rio fuerte y se marchó de ahí caminando.

La noche cayó en la ciudad, la madre de Wooyoung estaba haciendo una cena especial, se le había ocurrido hacerla por el progreso que Woo había tenido en ese corto tiempo, sentía que su pequeño lo merecía después de toda la mierda que había pasado. Era su pequeño guerrero. Además aún se sentía culpable por no haber podido proteger a su hijo, por irse al extranjero y dejar a sus pequeños solos en Seúl. Más aún dejarlos al cargo de su cuñado, quien no hizo más que manipularlos y dañarlos.

Oyó la puerta ser tocada y corrió hacia la entrada para recibir a su hijo, pero se sintió confundida cuando abrió, eran Jongho y Mingi.

-buenas noches señora. - saludaron sonrientes.

-hola chicos, pasen pasen. - los hizo entrar a su casa. - donde está Wooyoung?

-de que habla? - empezó Jongho. - Wooyoung nos dijo que se iban a encontrar y que iría con nosotros luego pero nunca llegó.

-si, incluso lo llamamos y no contesta, por eso decidimos venir.

-quizá está con Hongjoong. Lo llamaré. - dijo la mayor.

Llamó a Hongjoong con las manos temblorosas, pensando lo peor.

-hola Hongjoong.

-hola señora Jung.

-está Woo contigo??

-Wooyoung? Vino hace rato a verme un momento, pero dijo que volvería a casa temprano porque tenía que hacer un proyecto.

-Wooyoung no está aquí, nunca llegó.

-que diablos?? Y con Jongho y Mingi??

-ellos están aquí y dicen que no saben donde están.

-voy para allá. Llama a la policía, tenemos que encontrarlo rápido.