➪ 𝕵𝖊𝖘𝖙𝖊𝖗 (♔︎) ;; ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ sᴛᴏʀʏ +15

𖧷 R̶o̶m̶p̶e̶c̶a̶b̶e̶z̶a̶s̶ 𖧷

Un nuevo día, una nueva pesadilla.

- A ver, cariño, abre la boca - Dijo Chester con una cuchara llena de sopa en mano.

Mandy ahogó todo el sentimiento de humillación tragandose el alimento ofrecido.

El peli-rosa no pudo evitar sonreír al ver a su amada doblegarse ante él; deseaba que su querida esposa entendiera la abrumadora sensación de tener que depender de alguien más.

Ya sea física o emocionalmente, a Chester le daba igual.

- Oh, tienes una pequeña mancha por aquí - La peli-verde de repente sintió una extraña humedad en su mejilla.

Le tomó dos segundos darse cuenta de que Chester la había lamido.

- Delicioso~ - Tarareó relamiendo sus labios con sensualidad.

Mandy trago seco bajando la cabeza avergonzada. - Ya no tengo hambre -. Dijo sonriendo forzadamente.

Su captor entrecerró los ojos antes de rodearla con ambos brazos.

- Bueno, en ese caso podríamos divertirnos un poco - Susurró acercando su rostro peligrosamente al de Mandy. La morena se mantuvo quieta al tener los labios del captor presionados contra los suyos, profundizando a cada segundo el beso.

Chester deslizó sus brazos alrededor del cuello de Mandy soltando suaves gemidos, sediento por más.

La peli-verde cerró los ojos, sintiendo la lengua de Chester recorrer cada centímetro de su cavidad. Una ola de nauseas invadió sus sentidos al reconocer que tenía un asesino profanando cada rastro de su espacio personal.

Cuando se sintió satisfecho, el pálido se alejó dejando un fino hilo de saliva que limpió con su pulgar.

- Nunca me cansaré de tu exquisito sabor, Mandy candy - Dijo el ex bufón riendo con malicia. - Por eso, me gustaría saber que otras delicias escondes -

Dicho esto, Chester comenzó a retirar las prendas de Mandy una a una hasta que ella estuvo en ropa interior. Estuvo a punto de quitarlas cuando un suave toque en su mano lo sacó de su trance lujurioso.

- ¡E-espera! ¿No podemos antes hablar? - Preguntó la morena nerviosa.

- ¿Hablar? - Repitió el peli-rosa. Negó con la cabeza sonriendo juguetón. - Nunca dejas de sorprenderme, amor -

Mandy observó con ojos asustados como el hombre se alejó lo suficiente para que ella pudiera respirar en paz.

- Entonces, dime ¿de qué querías hablar? - Cuestionó él curioso. - Créeme, cariño, si no sucede algo interesante volveremos a lo que estábamos -

- Bueno... - Ella comenzó - Quería saber ¿desde cuándo te enamoraste de mí? -

Vaya distracción, pensó la morena decepcionada.

Chester soltó un chillido emocionado.
- ¡Oh, todavía lo recuerdo como si fuera ayer! - Exclamó fascinado - Fue un adorable día después de tu cumpleaños. Tu padre me entregó a tus brazos como regalo - Arrulló suspirando de amor.

- Pero... ese fue el primer día que nos conocimos - Razonó Mandy confundida.

- Así es, desde el principio estaba destinado a ser tuyo - Dijo el peli-rosa sonriendo.

- Pero eso no es posible, no sabías como era mi persona - Explicó la morena preocupada, alejándose cada vez más.

- Lo sé - Confesó él - Pero desde el momento en que mostraste un fragmento de tu verdadera cara sabía que estaba enamorado -