Historia en la que un bufón está 'locamente' enamorado de su reina... De forma literal.
"Te adoro tanto, mi dulce caramelo..."
[[M͟a͟n͟d͟y͟ x͟ Y͟a͟n͟d͟e͟r͟e͟! C͟h͟e͟s͟t͟e͟r͟]]
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[N/A: Créditos a los respectivos creadores de las imágenes utilizadas...
Mandy abrió los ojos repentinamente encontrándose con un peli-rosa encima de ella besando cada área de su rostro. El hombre sonrió con inocencia ahuecando sus mejillas.
- Buenos días, amor~ ¿Qué tal amaneció mi bella durmiente? -
La morena forzó una sonrisa acariciando los mechones rosas.
- Algo cansada; ayer fue un día algo ajetreado - Confesó nerviosa. - ¿Cómo estás tú? -
Chester suspiró formando una boba sonrisa - De las mil maravillas, me siento como si fuera el rey del mundo - Acarició su nariz contra la de Mandy - Todo te lo debo a ti, mi dulce caramelo. -
- Me alegro.. -
El hombre enternecido capturó sus labios en un corto pero tierno beso. Beso que está vez Mandy no se molestó en corresponder.
- Espero que el sentimiento sea mutuo - Envolvió sus piernas alrededor de la peli-verde - Si no, entonces puedo demostrarte cuan especial puedes ser~ - Coqueteó trazando sus dedos por el abdomen ajeno.
Mandy trago saliva entrelazando sus manos con las de su contrario.
- Está bien, lo entiendo. - se levantó algo incómoda - Tambiénme haces sentir... especial -
El pálido agrandó su sonrisa sintiendo su corazón acelerado. Por cada alago o frase romántica proveniente de Mandy, Chester no podía evitar enamorarse más profundamente de ella.
Estarían juntos incluso si tenía que forzar su destino.
- Estoy encantado de escucharlo. No quiero más que tu felicidad -
Si fuera cierto entonces no me hubieras secuestrado, pensó Mandy.
La peli-verde asintió acariciando sus pómulos con cuidado. El pálido se derritió por la muestra de cariño suspirando de amor.
- Te amo... -
La morena sintió que su sonrisa en cualquier momento podría quebrarse.
Comenzaba a agobiarse por las declaraciones devotas de su captor; el amor que tanto afirmaba tener parecía una sucia mentira comparada a sus acciones.
- De verdad lo hago, puedo sonar repetitivo pero de verdad haría cualquier cosa por ti - Llevó su mano al corazón - Destruiría el mundo por ti, daría mi vida por ti.. ¡Mataría por ti! - Exclamó en tono desquiciado.
Mandy soltó una risa nerviosa abrazando a su contrario.
- E-está bien, por ahora me conformo con tenerte a mi lado -
El mayor correspondió la acción, aspirando el aroma que tanto lo enloquecía.
- Siempre sabes como hacerme sentir bien - Suspiró dejando un beso en su cuello.
La peli-verde deseando quitarse al hombre de encima se retiró suavemente del agarre, su captor frunció el ceño ante eso.
- Estoy comenzando a tener hambre ¿Podrías p-preparar algo para mí? - Preguntó con timidez.
Tanta atención sobre ella comenzaba a abrumarla.
Chester relajó su rostro entregándole una dulce sonrisa.
- Por supuesto, mi caramelo. - Se levantó de la cama - Tus deseos son órdenes -
Dicho esto, el hombre se retiró de la habitación dejando a la reina en paz. Ella suspiró levantándose de la cama para ir a tomar un baño, quizá el agua no podría quitar el desagradable toque ajeno pero al menos podría ayudar a refrescarla.
- Estúpidos traumas... - murmuró entrando al baño.
(𑁍𑁍𑁍)
Mandy ingresó al comedor encontrándose con una pila de panqueques sobre la mesa. Tomó asiento notando a su bufón tarareando una alegre canción.
- Huele delicioso... -
Chester se giró a la menor emocionado. - ¡Llegaste! Te ves increíble - Dijo colocando otro plato sobre la mesa. - Me hubiera gustado hacer algo más especial, pero aún sigo aprendiendo - Explicó ruborizado.
- No te.. preocupes. El desayuno es lindo - Respondió ella.
La vida de Mandy siempre estuvo llena de dulces mentiras como forma de ocultar la oscuridad que había en ella. Sin embargo, nunca se imaginó que las usaría como medida de salvación.
Varias veces soñaba en tener una vida sincera. Lamentablemente eso no sería posible y mucho menos ahora que había sido secuestrada.
Masticó un panqueque notando la mirada aturdida que le estaba dando el peli-rosa; sus ojos brillando en devoción y su rostro teñido de carmín le daban una apariencia adorable.
Prácticamente podía ver corazones flotando alrededor de él.
Si Chester no hubiera llegado a tales extremos quizás Mandy se hubiera llegado a enamorar de él.
La peli-verde no pudo evitar suspirar con tristeza ante la situación.
- ¿Qué pasa? ¿No te gustó el desayuno? - Preguntó el mayor preocupado - ¿Quieres que lo haga de nuevo? ¡P-podría hacerlo si eso quieres! -
- No, no. Solo tengo algo de sed - Mintió a duras penas.
El hombre se dio una palmada en la frente levantándose de su asiento.
- Gezz, es verdad. Lo había olvidado - Se maldijo - ¿Qué clase de esposo tienes? Lo lamento, preciosa. ¡Prometo traer la bebidamás refrescante del mundo! - declaró con determinación.
La peli-verde parpadeó incrédula notando al contrario sujetar su caja sorpresa.
- ¡Ya vuelvo! - Le dio un rápido beso sobre la frente - No huyas mientras no estoy, jaja -
Se tornó serio - De verdad no lo hagas - abrió la puerta con su llave - Te amo~ -
Sin más dilación, abandonó la pequeña casa yendo a buscar una tienda. Dio alegres saltos cantando una canción sobre amor, inconsciente de las miradas que le daban dos sheriff.
- Te lo digo, Ruffs. Ese sujeto me da mala espina. - Explicó un hombre - Nunca lo había visto antes y nunca sale de su casa a menos que sea a comprar -.
- Mucha gente lo hace Colt, a eso se le llama "asocial". - Explicó un perro negando con la cabeza.
Colt resopló molesto. - No solo eso, también compró la vivienda más alejada del pueblo - Se llevó la mano a la barbilla - Incluso mencionó algo sobre "entre menos ventanas mejor" -
El Sheriff suspiró
- Está bien, si gustas podemos visitar su hogar solo para averiguar si todo está en orden ¿te parece? -
El hombre asintió satisfecho. - Me parece bien -
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