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Era de tarde, salía de la universidad camino al trabajo de mi madre, un hospital.

Estaba siguiendo medicina tal y como ella lo hizo, solo que hoy será diferente ya que la ayudaré a cuidar a pacientes con enfermedades terminales.

Llegué a su oficina donde ya me estaba esperando con una gran sonrisa en su rostro.

Estaba organizando algunas pastillas y jarabes cuando sentí como el carrito se cayó gracias a qué alguien me empujó asia delante.

Para mí suerte los frascos de jarabe no se rompieron y me voltee envuelta en furia.

"¡Más cuidado!"bufé antes de que una persona. Un chico me mirara.

"Lo siento, pero tengo una madre de la que escapar"y sin más salió corriendo nuevamente y luego cuando me levanté escuche una voz femenina que se dirigía aquí.

"¿No has visto a un muchacho por aquí linda?"

Negué con la cabeza, pensé que podía ser cualquier otra persona pero jamás pensé en que podría ser ese mal educado.

Ya cuando me levanté mi madre me examinó de pies a cabeza muy preocupada.

"¿No a tosido  cerca de ti?"

"No mamá, tranquila"

Ella se calmo por lo que y me volteo a mirar.

"No dejes que se te vuelva a acercar, el muy peligroso para ti?

"¿Por qué?"no entendí a qué se debía su comportamiento.

"Amane, el es un chico problemático. Pero tiene tuberculosis querida, y sabes lo que te puede pasar si esque aún que sea suelta una palabra cerca de ti"

Una enfermedad de la cual casi todos se curan, con tratamiento adecuado. Claramente.

"Mantén tu distancia"

"Okey, okey"

Ella y yo nos fuimos a casa ya que eran prácticamente de madrugada, y la verdad, para ser sincera no deje de pensar en ello. En ese chico.

Lo sentía por el y por la situación en la que se encontraba pero. Ahora necesito ayudarlo, aún que mamá no me deje. Tengo que hacer algo para ayudarlo y lo are aún que este castigada por un buen y largo tiempo.

Prendí mi computadora e investigue sin parar, pase de documentales en videos. Absolutamente todo buscando alguna forma de ayudar.

Hasta que llame a mi mejor amiga ya que ella estaba unas clases más alta que yo y me ayudó mucho diría yo.

Y al día siguiente me arregle para ir a la universidad y luego ir al trabajo de mamá, sin que ella se de cuánta busque al chico por todas partes hasta que me rendí y salí a tomar un poco de aire fresco. Lo necesito.

Te necesito para respirar || amaneneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora