Capítulo 4

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Sakura dormía hecha una bolita en la cama dándole la espalda a su captor quien dormía a pocos centímetros de ella en un sofá viejo.

No quería tenerle miedo pero ella sabía que pronto ese hombre malo saldría a flote y le haría cosas que ella no quería ni imaginar.

–Veo que ya despertaste. ¿Tienes hambre?

–Hem, si un poco.

Tobi se levantó y fue a preparar algo de comer. Sakura mientras tanto se debatía entre levantarse o quedarse ahí.

Tobi entró nuevamente a la pequeña habitación y vio a Sakura exactamente como la había visto antes de ir a preparar el desayuno.

—Entiendo que no te sientas bien aquí.

—Si lo entiendes, ¿Porque no me dejas ir?

—No puedo… no quiero.

—Esto no es querer. Dices que me quieres… que me amas pero no es cierto.

—Tú no lo entiendes…

—¿Cómo puedo entender algo que no sé?

Tobi se quedó callado por un momento pero pensó que si había elegido a Sakura como su amada, ella tenía que saber su historia.

—Está bien… te contaré.

Tobi comenzó a relatar todo lo que había sufrido en su vida. Sakura por su parte tenía un semblante de horror a medida que el relato avanzaba.

—No digas … no puedo escuchar esto más.

—Debes escucharlo todo. Sakura, mírame a los ojos. Mira está horrible cicatriz. ¿Esperas que yo sea normal?

Tobi tomó las manos de Sakura y las puso en su rostro.

—¿Sientes eso? No hay día en el que no maldiga a mi madre. Ella me vendió y me hicieron esto. La gente me ve con desprecio y asco. Tu… tu lo hiciste también.

—Yo… lo siento.

Sakura comenzó a llorar.

—No llores. Tus bellos ojos no deben ponerse rojos.

—Tobi, yo no sé qué decir.

—Amame Sakura.

—No me pidas eso.

—No me odies, Sakura.

—No te odio.

—Eso me basta por ahora.

Sakura sintió de pronto deseos de abrazarlo, sintió empatía y pensó que un inocente abrazo podría ablandar el corazón de ese hombre.

Tobi recibió con gusto el abrazo pero una ladina sonrisa se formó en su boca.

"Sakura, caíste en mi trampa"

[***]

Mientras tanto, la búsqueda de Sakura no cesaba. Sasuke no se había dado por vencido. El había sentido una conexión con la pelirosa.

—Sakura… tengo que encontrarte… tenemos una cita pendiente.

Sasuke se encontraba en su oficina. Miraba su celular esperando que en algún momento Ino o Sai llamaran dando buenas noticias. Ya habían pasado unos días pero esas noticias no llegaban.

—No puedo quedarme cruzado de brazos. Está noche iré a dar una vuelta por el lugar, tal vez encuentre algo que sirva para localizarla.

Al cabo de unas horas al terminar su trabajo, subió a su auto y se dirigió hacia el club. No encontró nada, siguió por la misma calle y finalmente estacionó su auto.

Caminó por una especie de callejón y notó algo que le llamó la atención. Era un bolso sucio y lleno de lodo.

—¿Podría ser?

Se acercó y levantó el bolso. Lo abrió y ahí estaba la identificación y el celular de la pelirosa.

—¿Cómo no vieron esto antes? Tal parece que tengo que buscarla por mi cuenta. Vendré por aquí mañana para ver si encuentro más pistas.

[***]

Por la noche aquel día Tobi le preparó la cama a Sakura. Ella se recostó y se dió la vuelta para no verlo cuando la observaba. Tobi se sentó en la orilla de la cama y al sentir eso la pelirosa saltó, se dió la vuelta y lo vio casi sobre ella.

—¿Tobi que haces?

El la ignoró y puso sus manos sobre las de ella dejándola inmovilizada y comenzó a lamer su cuello.

—Tobiiii…

El no contestaba. Sus ojos estaban nublados. El intensificó su agarre con una mano y con la otra le levantó la blusa. Un delicado sostén de encaje era lo que ella tenía puesto. Sin mayor delicadeza lo arrancó y dejó expuestos sus senos.

—Tobi no … por favor te lo ruego… —decía Sakura entre sollozos.

—¡Callate!

Los ojos jade de ella se abrieron de par en par aún con lágrimas.

El pasó su lengua por los pezones de la chica haciendo que se endurecieran.

—Sé que quieres esto tanto como yo.

—No… no quiero… Tobi… déjame en paz.

—Deja de llamarme así… mi nombre es Obito.

Ella comenzó a patalear pero fue inútil. Aquel hombre alto y fuerte no se movía para nada. Comenzó a succionar los pezones de ella haciendo que su cuerpo empezara a reaccionar sin su consentimiento.

Sakura lloraba pero a la vez dejaba escapar uno que otro gemido. Ella no entendía qué le estaba pasando. ¿Acaso ella también lo quería?

Con la mano libre él le levantó la falda que ella traía y comenzó a acariciar su monte de venus seguidamente el rompió la ropa interior de encaje que hacía juego con el sostén y comenzó a palpar la humedad que ya se había generado.

—Lo ves. Estás toda mojada.

Introdujo un dedo y luego otro. El cuerpo de Sakura respondía. Sus gemidos eran más sonoros cada vez.

—Yo no quiero esto… detente.

—Tu cuerpo dice otra cosa.

Dentro de sus pantalones ya se notaba una gran erección la cual liberó y de una sola estocada se introdujo en ella haciéndola gritar.

—Tú lo pedías a gritos. Ya eres mía Sakura. Te lo dije… serías mía.

El se movía dentro de ella una y otra vez como si no hubiera mañana. Ella gemía cada vez más hasta que llegó al primer orgasmo, no pasó mucho para llegar al siguiente y así sucesivamente.

Dentro de un rato él también llegó al clímax. Soltó las manos de la pelirosa y se acomodó la ropa.

—Mañana te compraré ropa nueva.

Él le dió una camisa de él para que se la pusiera. Se la puso y se acostó dándose la vuelta.

Esa noche Sakura se sintió sucia, aquello le había gustado. ¿Ahora ella estaba mal?

🌸🌸🌸

Gracias por ser paciente y esperar la actualización.

Espero te haya gustado el capítulo 😊

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Nos leemos pronto✨

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