capítulo 15.

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Jimin se encontraba frente al espejo de su habitación terminando de arreglarse el traje.
Estás listo?
Sí !- mientras se giraba para modelar con sensualidad su atuendo a su alfa acercándose a sus labios para besarlo, mientras este sonreía tomándolo por la cintura cerrando sus ojos para sentir el deseoso contacto, su chico delineo con su lengua los deliciosos labios de su alfa mientras abría su boca entre jadeos, Jungkook se quedó unos minutos en la nada con su boca entreabierta y esperando por más.
Mientras Jimin reprimía una sonrisita entre sus labios.
Amor, ya estoy listo. - Volviendo en sí el alfa se dio cuenta que había sido engañado por los encantos de su omega.

Esta noche te voy a enseñar a no dejar a tu alfa con antojo de tí niñito - mientras arreglaba su pantalón y la incomodidad entre sus piernas.

Jin estaba hecho un manojo de nervios esperando en la sala.
necesito un trago.-. Dijo con desespero.
Pero Jin, ni siquiera hemos llegado a la fiesta y esta noche tú vas solo con Nam.
Mejor que sean dos o no podré dar un paso cuando los ojos de ese maldito me miren .

Un Jin todo nervioso bajaba en el ascensor, una y otra vez arreglaba su elegante traje, no sabía como actuar o que decir ante esa persona que revolcaba sus sentimientos y lo ponía tan nervioso.
Al salir de este, Nam lo esperaba recostado a su auto con sus manos en los bolsillos.

Quedó helado y sin aliento al ver esa hermosa sonrisa que formaba unos lindos hoyuelos, adelantándose para abrirle la puerta.
Entra cariño.
- Jin para tí ! , maldito Playboy , mientras cerraba haciéndole un desplante al Alfa.
De mala gana se sentó en su asiento y condujo hasta la entrada de la mansión Jeon, bajando del auto le entregó las llaves al encargado y tomo al castaño por el brazo pegándolo a su cuerpo.

Escúchame bien mocoso, tú y yo tenemos un maldito trato yo pagué por ese traje que te hace un culo hermoso, así que te vas a comportar y vas a sonreír a todo el que te presente y ni se te ocurra hacer una escena, recuerda que es la noche de Jimin.

Lo sé!, no tienes que decírmelo, -mientras se soltaba del agarre y caminaba a su lado.
Aún no sabía cómo se le había ocurrido aceptar aquella propuesta de la que se arrepentía una orta vez.
El destino es un maldita perra.-

Los señores Jeon se encontraban en la puerta recibiendo a los invitados, cuando vieron a Nam enseguida lo abrazaron y besaron cómo si de su hijo se tratara.
Pero Nam, quién es ese joven hermoso
que te acompaña esta noche?
Es mi pareja.- dijo mirándolo con una linda sonrisa.
No señora Jeon no lo conozco, él solo me pagó para que lo acompañara está noche.- respondió Jin con una sonrisa malvada.

Nunca pensé que Namcito, estuviera tan necesitado que se dedicara a eso .

Mientras que él señor Jeon le decía entre susurros- pero que buen gusto tienes para satisfacer tus necesidades Namcito.- mientras le guiñaba un ojo.

Nam suspiró con enfado y lo tomó por la mano para adentrarse en la fiesta, la decoración era sencilla pero elegante, todo muy iluminado, algunos meseros ofrecían tragos y bocadillos la mayor parte de los invitados era la familia y algunos empleados con cargos importantes de la empresa.

Rodeó la cintura del Omega y lo pego a él.- sacándole un susto.
Qué no se vuelva a repetir la gracia,
Me estás haciendo quedar como un perdedor.- le dijo mirándolo con el rostro serio al tiempo que Jin estiraba la mano para alcanzar un copa de champán ignorando la actitud del alfa con los latidos de su corazón acelerados por la cercanía.

Tal vez Namcito era el tipo de alfa hijo del maltrato porque no se rendía el condenado o sólo tal vez Jin era él omega masoquista que no aceptaba los sentimientos que él lo hacía sentir.

Llamando la atención de todos la esperada pareja hizo su entrada, Jimin se veía hermoso y en el rostro de su Alfa solo se reflejaba felicidad, después de tanto tiempo solo, cabizbajo, trotamundo con una relación que a simple vista se veía que no funcionaba ahora presentaba por primera vez a su otra mitad con orgullo, regresando para formar parte del negocio familiar.

Cerrado por decepciones. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora