Capítulo 13

94 4 1
                                        

‐ ¡Lumine! ‐

Lumine se encontraba en su más grande sueño, al despertar logró observar a su compañero, Kazuha la observo con un poco de preocupación, Lumine se había desmayado, y aquel beso... fue simple imaginación.
Sus mejillas se tornaron rojas al recordar el pequeño sueño lucido con Kazuha, tenía tanta vergüenza en ese momento que sólo volteó la mirada a cualquier punto se vista que no sean los ojos del chico.

‐ Lo siento, me he quedado dormida, no fue mi intención que te preocuparas. ‐

‐ Descuida, olvida aquello. Es momento de regresar a la universidad. ‐

Kazuha hablo en un tono serio, se levanto de aquel sillón para mirar a los ojos a Lumine, esta entendió que es momento de irse, pues recordó que sus amigas deben de estar preocupadas por ella, y sin más que decir solo siguió al chico. El silencio es realmente incómodo, ninguno de los dos habló, todo el camino fue completo silencio, allí estaban de nuevo los recuerdos, era tan doloroso recordar su pasado, o todo lo que vivió en Mondstadt.

...

‐ Hola Ei, hace tiempo que no venía aquí, pero creo que era el momento de verte de nuevo, realmente te extrañe demasiado, ir a Mondstadt fue una mala idea, Scara tomó decisiones malas... ‐

Shongun guardo silencio al ver a Ei con su mirada seria, por una parte Ei estaba feliz de verla, pero otra no lo estaba, Shongun se fue desde que Makoto falleció, dejó sufrir a Ei, su hermana muerte y su hija la abandono... Definitivamente no era muy bienvenida allí, no después de el tiempo.
Miko, quien se encontraba al lado de Ei, no dijo ninguna palabra, no era problema suyo, ella conocía todo el pasado de Ei, pero no era quien para opinar, al menos no está vez, es una conversación de Madre e hija, en algún momento ella la tuvo con Kazuha.

‐ No entiendo por que estas aquí después de tanto tiempo, y ¿Solo vienes a decirme que Scara esta en malos caminos? Cuando tu también lo estas, decidiste irte con Celestia. ‐

‐ Te recuerdo que tu también trabajaste para ellos, así que‐ -

‐ Así que nada, Shongun, hace mucho tiempo que los Arcontes dejaron de recibir ordenes de Celestia, ya no pertenecemos a ellos. ‐

‐ Eso lo dices a hora, pero no lo harás después, sabes que Celestia esta aquí para retomar de nuevo su lugar, y será difícil. ‐

Un gran silencio inundó la sala donde se encontraban las tres, Ei entró en sus pensamientos, mientras que Miko, no le quitaba la mirada de encima a Shongun.

‐ Miko, ¿Tú lo entiendes, no? ‐

‐ Claro que lo entiendo, Shongun, pero Ei no está en condiciones a hora, si venias a convencerla de que vuelva con Celestia, no lo hará y no voy a permitir ‐

‐ Pero Miko, por favor, ja... esta vez, puedes ayudarme. ‐

‐ ¿Porqué tanto interés en que Ei vuelva?, no es como que cambie las cosas. ‐

‐ Cambiaran y demasiado, si Ei vuelve, los demás Arcontes se verán obligados a volver igual, y así, puede que se evite un lago de sangre entre ellos, Celestia a cambiado, y esta dispuesto a matar a quien sea que se interponga en su camino, ¡Kiales, esta dispuesta a hacer lo que sea necesario! ‐

Shongun habló tan desesperada mente, como si sus días estuvieran contados, y en ese mismo instante, Ei y Miko, al escuchar aquel nombre quedaron completamente heladas, solo aquel nombre les hacía recordar todo.

‐ Que dices, Kiales... Esa maldita ‐

‐ Tranquila Ei, no debes alterarte demasiado ‐

‐ Cómo no lo haría, si fue ella quien mato con sus propias manos a Makoto y me hizo creer que Shongun la asesino, la odio tanto, por esa razón y muchas más, los Arcontes ya no trabajamos para celestia, no después de que ella matará a cada una de las personas importantes para la organización y nos hiciera creer que fue alguno de nuestros conocidos, nadie volvería con ella ‐

‐ Lo sé, Ei, por esa razón estoy aquí, para pedirte perdón por irme y dejarte aquí, por favor, perdóname. Seguiré trabajando para ella, pero vendré a verte y a pasarte todo tipo de información necesaria que sea, con tal de que los maten a ellos. ‐

‐ Esta bien Shongun, después de todo eres mi hija mayor, no podría dejar de hablarte, espere tanto para este momento. ‐

Miko solo observo con una sonrisa en sus labios, viendo como esta relación de madre e hija volvía a retomar su cariño, y esto solo le hizo recordar a Kazuha, extraña tanto a su hijo, es lamentable que ella se encuentre en Inazuma y el en Liyue, realmente lo extraña.

....

Habían pasado 2 semanas después de lo sucedido en la fiesta, el ambiente en la universidad era muy tenso, Kazuha y yo, ni si quiera nos miramos en estas dos semanas, el director nos cedió 2 semanas de vacaciones para descansar de lo sucedido, la mayoría estuvo de acuerdo con eso, Kazuha le había comentado a mi hermano Aether, que volvería a Inazuma el día de mañana, y yo volvería a Mondstadt, con mi pequeña hermana Paimon y Amber, quien también regresaría pero al último momento decidió ir con Eula a Sumeru, así que regresaría sola a Mondstadt, no me molestaba para nada, Amber también necesitaba un respiro después de lo que sucedió hace dos semanas atrás.

Así pasaron los días y volví a Mondstadt, lo único que me alegra de volver es ver a mi pequeña hermana Paimon, me hacen falta sus abrazos, y mi madre... no es como que me emocione demasiado, realmente me da igual.

Al llegar a la entrada de Mondstadt, fui directo a casa, al entrar no había nadie, decidí ir arriba para dejar mis cosas en la habitación, me recosté en la cama para descansar un poco, pero no escuche a nadie en casa, lo cual me sorprendió un poco, pero supuse que habían salido, así que opte por salir de casa y buscarlas, en el transcurso me encontré a Mona, la conocía pero no era muy cercana a ella.
Mona se acerco a mi y me saludo, a lo cual no fui grosera y la salude de igual forma.

‐ Mona, no sabía que vendrías aquí en estas dos semanas libres, ¿Que te trae por aquí? ‐

‐ Vine aquí de visita con mi novio, Scara, creo que tu lo conoces, ¿No? Me entere por el que tuvieron como un encuentro, Ha, pero eso es lo de menos. ¿Tú que haces por aquí? ‐

‐ Así que ya te cuenta todo sobre mi, y vine aquí para ver a mi familia, solo eso, volveré en una semana. ‐

‐ Que bueno, espero y tengan una buena semana. Nos vemos luego. ‐

Mona se dio la vuelta y siguió su camino, pero se detuvo al ver como mi pequeña hermana y madre me saludaban, su expresión cambió al solo ver a mi madre, es como si la conociera, tenía un temor en sus ojos, lo note perfectamente; ahí supuse que ellas se conocían de una u otra manera, por el lado de mi madre, ella simplemente sonrió de una manera diferente...

¿Qué es lo que estaba pasando?

CÓMPLICES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora