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Miércoles, 1 de julio del 2022.
Emiliana's Pov:

—¿Y que te dijo el?.— Hable con intriga esperando que mi mejor amiga me terminara de contar lo que le había pasado hoy.

—¡Que dejara de ser tan paranoica!.

—¿Pero que dice?— Los pongo un poco en contexto: Javi tiene una mejor amiga, la cual está enamorada de él pero Javi no se da cuenta. Hoy la chica le dijo a Javi que Aurora no valía la pena y que debería dejarla, eso la ha cabreado de una forma increíble. Aurora le ha dicho a Javi que la chica gustaba de él, pero el todavía no cae en cuenta. —Obviamente tiene otras intenciones con Javi, te quiere sacar del camino.

Aurora me apunta con sus brazos.— ¡Ya lo sé!, Javi es el único que no se da cuenta.

—Es hombre, no le puedes pedir mucho.— me encojo de hombros.

—No se que hacer.—  Aurora se lanza en su cama frustrada tapándose la cara con sus manos.

—Pues amiga.— suspiro.— Creo que tienes que hablar seriamente con Javi. Obviamente esa chica te hace sentir insegura, y no es lindo que alguien le esté diciendo a tu novio que termine contigo. 

—Quiero llorar.

—Nada de eso.— Me levanto de la cama.— La Aurora que yo conozco es más fuerte que esta situación, vamos, llama a Javi y dile que venga, es hora de resolver esto como personas maduras.

Aurora no muy convencida, toma su celular y marca el número de Javi. Seguimos hablando unos minutos esperando a que su novio se dignara en aparecer.

—¿Aurora?.— se escuchan unos golpecitos en la puerta, Javi había llegado.

—¡No puedo hacerlo!— Aurora me observa preocupada mientras susurra.

—Si puedes.— La animo.— Si no lo dices ahora, lo dirás después y será peor porque dejarás acumular las cosas.— Me acercó hacia la puerta y la abro dejando de Javi pase.— Estaré abajo, por si me necesitan.— Les guiño un ojo y salgo de la habitación.

Camino por el pasillo mientras voy revisando mi celular, no me doy cuenta cuando mi cuerpo choca con una pared.

Bueno, no era una pared, era Pablo saliendo de su habitación.

Tenía días sin verlo, Pablo se había ido tres días a la playa con Mario y Alejandro, supongo que también con Ana. Así que no lo había visto desde esa noche.

La noche que me acompañó a la casa y observamos las estrellas juntos. La noche donde casi me besaba.

Recordar ese momento hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, lo mire de arriba hacia abajo y forcé una sonrisa continuando con mi camino.

No llegue muy lejos ya que Pablo me arrastró hasta su habitación cerrando con llave.

—¿Que estás haciendo?.— Lo observo confundida. Ahora que podía detallarlo mejor, estaba más moreno, se había bronceado. Sus mejillas y nariz estaban bastante rojas, supongo que tomó bastante sol.

—¿Por qué quisiste evitarme?.— entrecerró sus ojos esperando mi respuesta.

—No lo hice.— desvíe mi mirada hacia la puerta, estaba algo incomoda y mirarlo me intimidaba un poco.

—Mientes.— Me asegura y yo niego.— Ni siquiera puedes verme a los ojos.

Tenía un punto. El problema era que si lo miraba a los ojos, los recuerdos de aquella noche se apoderarían de mi y quien sabe como terminaría toda esta situación.

Tome fuerzas de dónde no las tenía y junte nuestras miradas otra vez.— ¿Como lo haces?— frunció el ceño al escuchar mi pregunta, supongo que no sabía a lo que me refería.

—¿De que hablas?.— Mi suposición fue acertada.

—¿como actúas con tanta naturalidad?.— Pregunte deseando saber la respuesta, la verdad me gustaría estar igual de tranquila que el.— ¿Como si no hubiese pasado nada entre nosotros?

Pablo suelta una risita que hace que me derrita por dentro, pero seguía manteniéndome firme por fuera.

—He estado mucho tiempo planeando estos acercamientos contigo, ya no quiero ser el niño con miedo a hablarte.— Se acerca mucho más a mi y acorralándome contra la pared de su habitación. Baja su mirada descaradamente a mis labios haciendo que se me vaya el aire de los pulmones.— No será ni la primera ni la última vez que algo como eso pase, así que acostúmbrate.

Mantiene su posición firme. Yo probablemente parecía un pollito temblando de frío. Era increíble como este chico podía jugar con mis emociones así de fácil.

—¿Que te detiene?.— murmura muy cerca de mi cara.

Elevo una ceja sin comprender.—¿De que hablas?.

—De ti y de mi, la única persona que nos detiene eres tú misma.— me señala.— Entonces dime, ¿Que es lo que te detiene?

Me quedo en silencio, tenia las razones más que claras en mi mente, pero sentía mi lengua pesada y no pude formular una respuesta.

—¿Es por mi edad?.— Pablo sonríe, supongo que tomo mi silencio como una respuesta.— No sabes lo ansioso que estoy porque llegue Agosto y ya no esté la excusa de que soy menor de edad.

—¡Emiiii, sube!— Escucho el grito de Aurora a lo lejos y fue como música para mis oídos. Supongo que había terminado de hablar con Javi.

—Tengo que irme.— intente escabullirme pero se me resultó un poco difícil con Pablo acorralándome.— Déjame ir.

Queda un mes y cuatro días para que me dejes besarte, Emi.— Pablo se aparta dándome paso y yo trago en seco saliendo de la habitación.

Suspire e intente calmar mis pulsaciones aceleradas, no podía llegar así a la habitación de Aurora. Entre al baño de invitados y lave mi cara con agua fría.

¿Que carajos fue todo eso?

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😁😁😁😁😁
espero les esté gustando.

Aurora's best friend » Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora