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Jueves, 10 de julio del 2022.
Emiliana's pov:

2:03am

Desperté con mi cabeza apoyada en el pecho de Pablo. Me quede estática por varios segundos escuchando su respiración y detallando como sus dedos se entrelazaban con los míos muy sutilmente. Me daba tanta paz estar así. Sentía que si no me movía, el momento duraría por siempre.

Siento como el también se despierta con mucho cuidado, pero en vez de hacerle frente a la situación opté por la opción más cobarde y fingí seguir dormida.

Aunque no lo estoy viendo, puedo sentir su mirada fija en mi. Mueve cuidadosamente un mechón de mi cabello colocándolo detrás de mi oreja, luego coloca su mano en mi mentón mientras lo acaricia suavemente.

Puedo sentir mis mejillas calentarse, pero intento moverme lo más mínimo para que no se de cuenta que estoy despierta.

Se levanta del sofá con el máximo cuidado dejándome a un lado. Colocó una mano detrás de mi espalda y otra debajo de mis piernas, me cargó como si mi peso fuera igual a el de una pluma. Subió cuidadosamente las escaleras hasta llegar a su habitación y me dejó caer en la cama.

Miles de pensamientos vinieron a mi mente, me estaban comenzando a sudar las manos, ¿iba a dormir conmigo? ¿o solo me observará toda la noche? ¿estaría bien si duermo junto a el hermano de mi mejor amiga? ¿Pablin?

—Descansa Emi.— puedo escucharlo susurrar mientras deja un pequeño y tierno beso en mi frente.— te quiero mucho.

Mi corazón da un vuelco al escucharlo pronunciar esas palabras. Segundos después escucho la puerta de la habitación cerrarse, abro los ojos y me doy cuenta de que me encontraba sola en aquella oscura habitación.

Otra vez, el dejándome con un lío en la cabeza.

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Desperté rápidamente al escuchar el ringtone de llamada de mi celular, eran las 8:25 am y el nombre de "mamá" se podía leer en la pantalla de mi teléfono.

—Hola ma.— conteste medio adormilada, no había despertado del todo.— ¿Que pasó?

—¿Dónde estás?.— respondió tajante. Podía notar que estaba molesta por su tono de voz, pero imagino que es por problemas con mi padre y no conmigo.

—En la ca...— froté uno de mis ojos y observé bien el lugar. Las sábanas eran azules, la cama era tres veces mas grande que la mía, habían posters y medallas de fútbol, ropa regada por todos lados, definitivamente no estaba en mi habitación.— En casa de Aurora.— complete la oración.— Anoche me quede a dormir.

—te necesito en casa a las 6, tú papá y yo tenemos que hablar contigo.— colgó la llamada sin más y me quede unos segundos viendo a la nada intentando descifrar que podrían hablar mis padres conmigo.

Me levante y enseguida tendí la cama. Suspiré al terminar colocando ambas manos en mis caderas observando toda la habitación. Había un desastre de locos. Comencé organizando el escritorio, luego tome todos los zapatos y los coloqué en su lugar. Seguí ordenando un poco el desastre y sonreí satisfecha cuando le di un vistazo a la habitación, había mejorado un 200%.

Debajo del escritorio me percaté de unos jeans tirados, negué rápidamente y me dirigí a recogerlos, solo que al hacerlo un paquete de condones sin usar se cayó al piso.

Los recogí con nerviosismo, nunca había tenido un paquete de condones en mi mano. Los observé por varios segundos y sentí mi estómago revolverse, no sabía si era porque me sentía incomoda al imaginar a pablo haciéndolo con otras chicas o porque en el fondo tenía la loca idea de que quería experimentar que se siente.

La puerta se abrió bruscamente, mi cuerpo reaccionó de inmediato dándose la vuelta hacia la puerta y llevando mis manos hacia la parte baja de mi espalda como intentando "ocultar" el paquete de condones, aunque claramente cualquiera podría deducir que estaba ocultando algo. Había soltado el jean por el susto, pero no me dio tiempo de hacer lo mismo con el paquete.

—Belen.— sonreí con un poco de timidez mezclada con vergüenza.

No sabía como actuar, había entrado una o dos veces al cuarto de Pablo, era extraño que yo estuviera aquí y ella lo sabía.

—¿Que haces aquí mi niña?.— frunce el sueño mientras ladea la cabeza observando toda la habitación.— ¿Le has ordenado la habitación?.

asentí con nerviosismo sin emitir palabra alguna, sentía un pequeño nudo en la garganta.

— ¡Eres un amor de persona!.— se acercó a mi dándome un abrazo caluroso, el cual no correspondí ya que tenía todavía mis brazos detrás de mi.— ¡No te imaginas cuanto tiempo le he rogado que ordene su habitación!.— exclama entusiasmada.

Sonrío un poco incomoda, quería salir de ahí cuanto antes, pero no sabía cómo hacerlo sin que se vea sospechoso.— Es que no soporté ver su habitación tan desordenada.

—Somos dos.— rueda los ojos.— ¿Que me estás ocultado?

La pregunta que tanto había estado evitando...

—Nada.— intento esquivarla ya que se abalanzó sobre mi para poder arrebatar de mis manos el paquete.

No supe distinguir su rostro mientras ella observaba lo que tenía en sus manos. Me miro con los ojos bien abiertos e intentaba formular una oración pero se le hacía imposible.

No la juzgaba, yo también hubiese reaccionado igual.

—¡No es lo que crees!— Le toco el hombro aterrorizada esperando un regaño de su parte.

Pero para mi sorpresa, observo como se le hacen agua los ojos y me abraza con ternura.— Yo sé que tú eres la indicada.

Ay no...

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amamos🫶🏽

capítulo medio largo

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2023 ⏰

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Aurora's best friend » Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora