En algún momento de mi existencia, parecía que la vida conspiraba en mi contra. Cada paso que daba estaba plagado de obstáculos y dificultades, y ninguna alegría duraba lo suficiente como para disfrutarla plenamente. Incluso durante los breves momentos en los que me sumergía en un profundo ensueño, mi cuerpo parecía debilitarse cada vez más, sin importar mis esfuerzos por mantenerme fuerte.
Desde el principio, tuve la esperanza de que todo esto tuviera algún propósito, algún motivo oculto que justificara el sufrimiento que experimentaba. Pero con el transcurso de los años, esa esperanza se fue desvaneciendo lentamente. Me di cuenta de que no había un propósito, sino todo lo contrario: mi destino parecía estar sellado, y solo me aguardaba una muerte inminente.
Cada día se volvía una lucha cuesta arriba, una batalla constante contra la adversidad. Las sonrisas se desvanecían rápidamente, reemplazadas por lágrimas y suspiros de desesperación. Mi existencia se convirtió en una paradoja amarga, una danza trágica entre la esperanza y la desilusión.
Me sumergí en un océano de preguntas sin respuesta. ¿Por qué yo? ¿Qué hice para merecer este destino despiadado? Las respuestas se escondían en las sombras, negándome la claridad que anhelaba. Cada día se volvía una búsqueda incesante de significado, una lucha constante por encontrar una razón para seguir adelante.
A pesar de todo, traté de encontrar momentos de belleza en la oscuridad. Cada puesta de sol, cada susurro del viento, se convirtieron en pequeñas chispas de esperanza que iluminaban mi camino. Me aferré a ellas con todas mis fuerzas, buscando consuelo en la fugacidad de esos destellos de felicidad.
Pero la sombra de la muerte siempre estuvo presente, recordándome la fragilidad de mi existencia. Cada latido de mi corazón parecía resonar con un tic-tac ominoso, recordándome que mi tiempo se agotaba poco a poco...
El pesar y la frustración me consumían. Nada parecía ser lo que aparentaba en mi vida, como si todo estuviera envuelto en una nebulosa de engaños constantes. Promesas vacías se acumulaban a mi alrededor, alimentando la sensación de desilusión que crecía dentro de mí. Cada vez que intentaba mejorar, parecía que daba un paso atrás. La carga de la decepción me pesaba en el alma, y la última cosa que podía hacer era engañarme a mí misma.
Una mezcla de emociones encontradas me invadía. Sentía impotencia, como si estuviera atrapada en un laberinto de falsedad del que no podía escapar. La confianza se había desvanecido y, con cada engaño, se desmoronaba un poco más. Me preguntaba si alguna vez podría encontrar la autenticidad en medio de la maraña de falsas promesas y apariencias engañosas.
Me sentí atrapada en un dilema abrumador. La presión de aparentar que todo estaba bien se cernía sobre mí como una pesada losa. En mi interior, una tormenta de emociones luchaba por salir, pero me veía obligada a ocultarla detrás de una sonrisa fingida. La soledad y la angustia se volvieron mis compañeras constantes mientras me sumergía más y más en el papel de alguien que no era.
Cada día, enfrentaba el desafío de representar una versión de mí misma que no reflejaba mi verdadero estado de ánimo. Aprendí a perfeccionar el arte de ocultar mi tristeza detrás de un rostro alegre, a enterrar mis preocupaciones profundamente en el rincón más oscuro de mi ser. Pero cada vez que miraba al espejo, la mirada vacía y cansada que me devolvía la imagen revelaba la verdad que estaba desesperada por ocultar.
La presión de seguir adelante y mantener las apariencias se volvía cada vez más agobiante. Me preguntaba si alguna vez encontraría la libertad de ser yo misma, de mostrar mis vulnerabilidades y buscar apoyo en aquellos que me rodeaban. Pero el miedo al rechazo y al juicio me retenía, manteniéndome prisionera de mi propia farsa.
En ocasiones, me sorprendía deseando que alguien pudiera ver a través de mi máscara, que pudieran leer la angustia que se escondía detrás de mis ojos brillantes. Anhelaba encontrar la valentía para abrir mi corazón y permitir que otros me apoyaran en momentos de debilidad. Pero la incertidumbre y el temor a ser juzgada me mantenían en silencio, forzándome a continuar con la actuación interminable.
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"Mentiras piadosas" [Aquamarine x ____]
Fanfiction-Mi único objetivo es descubrir quién te obligó a tomar esa decisión fatal y vengar tu muerte. Con determinación y sed de justicia, buscaré la verdad incansablemente. Cada paso que doy está impulsado por el deseo de hacer justicia en tu nombre y ase...