Imagina 1

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Como ya era costumbre atrapaste el ramo de novia en la boda a la que fuiste invitada. Y no era que te pelearas por el como algunas chicas hacían, simplemente caía a tus manos. 

Según tus amigas, era por que el destino quería que te casaras

Miraste a tu chico con el ramo entre tus manos y una enorme sonrisa, el comenzó a negar con la cabeza. Deseabas casarte con tu novio, era el chico que querías para el resto de tu vida. 

-No, no estoy preparado.- dijo riendo frente a los conocidos que le hacían comentarios y palmaban su espalda.

Esto ya era costumbre, ha pasado al menos unas 6 veces. Y en todas dice que no, al principio te parecía gracioso, pero ahora te hace pensar que el realmente no quería pasar el resto de su vida a tu lado.

Después de unos meses tu prima favorita se casaría y fuiste su dama de honor. Tu acompañante como siempre era tu novio.

Tu prima se preparo para lanzar el ramo, lo hizo y cayó en tus manos.

Miraste a tu chico y rápidamente comenzó a negar, muchos reian ya que creían que era gracioso, que sólo eras una chica queriendo comprometer a su novio.

Te sentaste en la mesa y dejaste el ramo entre ustedes. Sus amigos comenzaron a bromear sobre que siempre tu chico rechazaba tus intentos de compromiso y todos reían excepto tu.

Cuando terminó la fiesta tu novio te llevaba a casa.

-No entiendo como es que siempre consigues el ramo- decia riendo -te amo pero aun soy joven para casarme. 

-Es la última vez que lo intento, no abra más.- sonreíste de manera melancólica.

Y así fue, nunca más tocaste el tema sobre el matrimonio, seguían juntos, pero poco a poco te distanciabas de él. Tu siempre pensaste en casarte algún día con el chico que amabas. Pero tus sueños no coincidían en nada con los de él.

...

Tu novio hablaba con sus amigos en una fiesta sobre lo bien que iba su relación. 

-Lo digo en serio, no lo ha vuelto a mencionar, pero ahora es mejor. -decía mientras tomaba de su vaso.

-¿No te parece raro?, ella te va a dejar. -un amigo palmeó su hombro negando con la cabeza.

-No hemos ido a una boda aun, pero en una semana será la de mi prima y volverá a lo mismo- me encogí de hombros.

...

En la fiesta todas las chicas se amontonaban preparadas para tomar el ramo, te levantaste de la silla.

-Te lo dije, no estoy listo para el matrimonio si atrapas el ramo- comento riendo y sus familiares que escucharon también rieron un poco. 

-Solo voy al tocador.- te escogiste de hombros.

Regresabas del tocador, pasando cerca de la pista donde aún la novia no aventaba el ramo. Miraste que algo se aproximaba a ti y levantaste las manos para detenerlo. Era el ramo.

Todos comenzaron a reir y comenzaron a gritar el nombre de tu novio.

Negaste con la cabeza y devolviste el ramo a la novia.

-Toma, lanzado de nuevo.-dijiste con una voz un poco triste.

Todos miraron un poco confundidos la situación mientras tu tomabas asiento junto a tu novio.

-¿Porque lo devolviste?- pregunto extrañado, le parecía algo tierno siempre que atrapabas el ramo y le mirabas de manera coqueta.

-Te lo dije, ya no te pediría que nos casáramos.-lo mire y el parecía confundido- quizá... debemos terminar. No buscamos lo mismo.-te levantaste de la mesa y saliste de la boda. 

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