Imagina 5

135 12 0
                                    

"Te necesito conmigo cariño"

"Se que tienes trabajo, pero me encantaría que me mandaras una foto tuya"

Y otros mensajes subidos de tono me enviaba mi novio, hoy como ningún otro día tenía un montón de trabajo por hacer, pero mi teléfono no dejaba de vibrar con los insistentes mensajes de mi novio.

Tomé mi teléfono y escribí un mensaje rápido.
"Estoy trabajando, nos veremos en el almuerzo"

No paso un minuto cuando recibí la respuesta de él. "deja tu trabajo y ven conmigo"

Rodé los ojos, en ocasiones mi chico es un completo dolor de cabeza.

-Deja tu teléfono, el jefe te llamara la atención. - me dijo mi compañera que estaba frente a mí en mi cubículo.

-Si, lo se. - dije un poco molesta.

"contéstame nena" seguía mandándome mensajes mi novio.

Deje mi teléfono en el fondo de mi cajón y me concentre en mi trabajo. Durante unos minutos pude trabajar tranquilamente hasta que mi jefe salió de su oficina.

-Señorita ___, venga a mi oficina por favor. - dijo de manera fría entrando en su oficina.

Me levanté de mi escritorio y me dirigí a la oficina de mi jefe con pesar.

-Dígame. - dije con un suspiro.

-Cierra la puerta y toma asiento. - dijo mientras tomaba asiento frente a mí.

- ¿Qué sucede? - Mis manos comenzaban a sudar, sabía que estar aquí no sería buena idea.

- ¿Por qué no me respondes los mensajes nena? - dijo con el ceño fruncido.

-Estoy trabajando, te dije que quería mantener una posición profesional en la oficina. - respondí con un suspiro. - además, deja de agobiarme con todos esos textos.

-Pues respóndelos. - dijo levantándose de su silla. - Aparte es tu culpa, no puedes venir toda linda y esperar que no te de atención.

Hace un tiempo comencé a salir con mi jefe, pero decidí mantenerlo en secreto ya que no quería malos entendidos en la oficina.

-No juegues, déjame trabajar tranquila. - el comenzó a reírse.

-Solo quiero un beso cariño- dijo acercándose a mi cuerpo.

-No, detente. - me puse de pie para salir de la oficina.

-Bien. - respondió a regañadientes mientras abría la puerta de la oficina.

Estaba saliendo de ahí cuando siento como sus manos sujetan mi cintura y me da vuelta para posar sus labios en los míos, me separe de el asustada por lo que hizo. Y me gire para ver a mis compañeros viéndonos sorprendidos.

-Ve y trabaja amor, nos vemos en el almuerzo. 

ImaginaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora