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(Narra Nayti)

-Le caigo mal.

-No es eso. No la caes mal solo que a veces la irritas por admirarme tanto. - Dije entre risas.

-Si tu lo dices...

-Bueno ya lo tengo todo preparado. Me voy.

-Ten cuidado, eh.

Cogí una linterna y me dirigí a la puerta principal del hospital. Me giré y le dije adiós a Leko con un gesto.

Ya en el campo, cargué una flecha en el arco para estar preparada.

Me sorprendí cuando oí ruidos en un arbusto. Apunté con la fecha al arbus y disparé. En ese momento me dio igual a lo que hubiese disparado, pero luego cuando me asomé a ver que era, no me dio igual.

Había disparado a un perro. Rápidamente lo cogí y miré donde se le había clavado la flecha. Del inicio de una pata trasera le sobresalía la flecha manchada con sangre.

No podía llevarlo al campamento ahora, pero tampoco podía abandonarlo a su suerte cuando yo era la culpable de su estado.

Así que le quité la flecha con cuidado, le curé como pude la pata, se la vende y le metí en mi bolso. Intentaría llevarlo conmigo mientras cazara.

Cazé una especie de ciervo-armon. En el camino de vuelta estuve pensando en cómo reaccionaría el grupo con el nuevo miembro.

Aunque pensándolo bien, a Joel si le iba a gustar tener un poco de compañía y también podría ayudar en la caza cuando estuviese curado. Entré al campamento base con Bingo en el bolso. Sí, le había puesto nombre.

Les encantó Bingo y les pareció buena idea tenerlo para que ayudase con la caza, aunque esa no era la única razón.

Me discutieron mucho el nombre, pero como yo había sido quien lo había encontrado, dejaron el nombre tal cual estaba. Luego le dimos de comer lo que había y le volvimos a curar la pata.

* * * * * *
(Narra Renja)

-Hace días que no bajan. - Apuntó Leko.

-Es raro. Aunque no sé si es bueno o malo que no bajen. Pero no tardarán en volver a llevarse otro

-Igual... si no bajan es porque no deben de quedar muchos. - Dedujo Nayti.

-Yo opino que deberíamos ir a buscarlos. Seríamos más y estaríamos más seguros. Ya casi no quedan humanos en la Tierra.-Solté lo que querría haber dicho hace mucho tiempo.

-Yo también opino lo mismo.

-Hombre, que raro. Por una vez estáis de acuerdo en algo.-Bromeó Nayti.

-Que graciosa.

-Bueno entonces decidido. Mañana empezamos la búsqueda - Corté yo.

-¿Los cuatro? - Dijo Nayti mirando a Joel que estaba jugando con Bingo en un rincón.

-No podemos dejarle solo. Habrá que ir con cuidado.

-Si los ángeles nos localizan todo estará perdido.

-¿Y en ese caso a donde iríamos?

-Podríamos ir a una cabaña que viuna vez en un bosque cuando salí a cazar. No tan lejos, supongo que allí era donde trabajaba un guarda forestal o algo así. - Propuso Leko- Y además tiene un lago cerca así que po...

-¿Es seguro? - Intervine yo.

-Eh... supongo. Esta a las afueras de la ciudad más cercana y tenemos la suerte de que al ser un bosque tiene muchos árboles y no nos verán los ángeles.

EL ÚLTIMO DÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora