|¬ ¿Reencarne como La Hermana de Izuku? Pero Tengo que ser la villana - BNHA

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Norihime

Di una ultima mirada la que una vez fue mi hogar. ¿A donde iba?, solo yo lo sabia. Llevaba todas mis cosas en mis maletas, camine una hora máximo.

Camine hasta llegar a diferentes departamentos, entre en un edificio. Subí las escaleras con calma, hasta llegar a la ultima planta. Saque las llaves, ingresando la en la cerradura, y abrí la puerta ingresando adentro del apartamento.

Era enorme, no preste demasiada atencion a las cosas, solo lleve las maletas al dormitorio. Este ultimo era espacioso, cama grande, un armario, baño, y un escritorio. Lo necesario.

Comencé a desempacar las maletas mientras escuchaba música con mis audífonos. Al acabar, con el periódico en mano llame al teléfono.

—Buenas noches, ¿que se le ofrece?.—pregunto una voz.

—Buenas noches, vi el trabajo en el periódico y me gustaría-

—Adelante, todo suyo.

—¿Eh?, ¿Así nada mas?.

—Por supuesto, sea puntual.

Iba a volver a hablar cuando la llamada se corto.

—Bueno, trabajo gratis.

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Con una ayuda a regañadientes de Inko, esta firmo un documento donde ella ya no era mi tutora legal. En otras palabras, ese documento legalizaba que yo podía vivir sola, adoptar, comprar terrenos, en fin, hacer tramites de adultos, etc. Como alguien de 18 años.

Aun seguía en la misma clase de Izuku y Bakugo, aunque ninguno de los dos me dirigía la palabra y yo les seguía la corriente. Sinceramente, no tenia planeado ir a la U.A. Pero, eso ayudaría para mis planes futuros. 

Al acabar las clases, salí a paso normal dirigida a mi apartamento. El camino era largo, pero quería hacer tiempo. Las teles en las calles, como siempre alabando a los héroes por hacer cosas simples, incluso olvidando el crédito de la policía o los bomberos.

 Mientras seguía caminando, escuche unos leves llantos. Con cada paso que avanzaba, los llantos aumentaban.

—Esto....es algo raro..

Avance hasta llegar a un callejón oscuro, pero los llantos ahora eran mas claros. Aumente la velocidad de mis pasos hasta que mis zapatos golpearon con una caja en el suelo.

Arquee una ceja y me agache, abriendo la caja en el proceso. Mis ojos se abrieron por la sorpresa al ver a un pequeño bebe llorando dentro de la caja, estaba cubierto apenas con una manta y cubierto con polvo.

—Oh...bebe.—murmure en voz baja con lastima, mientras acariciaba con cuidado las mejillas del pequeño ser.

El bebe logro calmarse un poco y note como sus ojos tenían un leve brillo de curiosidad.

—Eres muy pequeñito para estar en este lugar...

Relativamente, un callejon oscuro y lleno de basura, y un bebe en un lugar como ese simplemente no era adecuado para una pequeña cosita.

—Hmph, vamos a casa —dijo con una sonrisa, notando como el brillo de los ojos del bebe aumentaban.

Lo tome entre mis brazos con cuidado y le cubrí con mi chaqueta, tratando de compartir el calor a su pequeño cuerpo.

—"¿Como la gente puede hacer esto?" —me pregunte, observando mientras al bebe que empezaba a dormirse.