¡Nunca saldría con alguien como tú! (Max y tu) [Terminada]

Capítulo 13 Final alternativo

Pov's T/n

Me levanté, con los ojos rojos e hinchados, me mire al espejo, volví a llorar.

Me bañe con las pocas fuerzas que tenía, me cambié, saludé a mí mamá y espere a que se fuera a trabajar para poder llorar tranquila sin que ella se preocupara, tenía demasiados problemas como para soportarme a mí.

Y pensé, yo era una carga para mí madre, sin mí ella estaría muy bien económicamente y probablemente emocionalmente también.

A los chicos seguramente les dará igual, se acostumbraron a mí ausencia, casi 8 meses sin mí, no les afectaría tanto.

Y yo, yo sinceramente no la estaba pasando para nada bien, y se que no podría seguir adelante, no quiero la pena de nadie.

Estuve pensando en eso un buen rato, me decidí.

Comenzé a escribir cartas para cada uno de mis amigos y a mí mamá. Cartas en las que explicaba lo que sentía, el porque iba a hacer lo que haré y algunas otras cosas.

Me pase bastantes horas escribiendo eso, y cuando creí que no faltaba nada más, fui al bosque, me metí a lo profundo de este con intención de que nadie me encontrase, había un árbol perfecto, estaba lejos, tardarían mucho en encontrarme, aunque creía que nunca me buscarían, llevaba conmigo una soga, le hice un nudo, me la coloque en el cuello, el otro extremo lo ate a una rama bastante gruesa que tenía el árbol, me subí en un pedazo de tronco para agradecer al universo por darme la oportunidad de la vida, pero mí lugar ahora estaría ocupado por alguien más.

Y cuando estuve apunto de saltar... Escuche mi nombre.

-¡T/n!- No necesitaba voltearme, conocía perfectamente aquella voz.

Cerré los ojos con toda mis fuerzas, odiaba esto.

-T/n, por favor, ni se te ocurra hacerlo...-Mi respiración se aceleró.-Estoy aquí, podemos solucionar lo que pasó... Pensé mejor las cosas.-

No me importaba si ahora su decisión era amarme, yo quería irme, sin importar nada.

-Por favor, baja de ahí... Aleja la cuerda de tu cuello, hablemos, ¿si?-

Y sin voltear a verla, simplemente salté.

-¡Mierda, T/n!-

Solo bastaron unos segundos en los que escuché a Max gritar, para que mis ojos se cierren y lo único que sienta es tranquilidad.

(...)

Abrí los ojos y me senté de golpe, causando a mí cuerpo un gran mareo.

Un dolor inmenso de cabeza me llegó, haciendo que con una de mis manos sobe mí frente. Un tirón de ardor empezó a estar presente en la zona de mí cuello, y cuando toque esa parte, tenía la piel rasposa, roja y rota.

De pronto, unas voces me distrajeron.

-¿Pero saben si le pasó algo? ¿o si le hicieron algo?- Su voz me indicaba que Nancy era la que hablaba.

-¿Quien habló por última vez con ella?-

Me costaba entender las frases, estaban en otra sala.

-Yo... Tuve una pequeña charla con ella.- Ahora habló Max.

Me levanté con dificultad y me dirigí a la puerta para colocar mí oreja cerca y escuchar mejor.

-¿Pero fue una charla normal, verdad?- Preguntó Will.

-En realidad... Fue como una discusión.-

-¿De que hablaron?-

-Bueno, yo... ¿No creen que es mejor que vayamos a ver cómo está?-

-Max, dinos de que fue la discusión para saber porque intentó suicidarse.-

-Es que es algo entre ella y yo.- Pude reconocer que estaba nerviosa.

-Ella, tú y Lucas, ¿no es así?- Volvió a hablar Will.

-Cuando despierte, yo hablaré con ella y solucionaremos juntas esto, ¿de acuerdo?- Suspiró.- Iré a verla.- Escuché que se dirigía hacía la habitación en la que me encontraba.

Rápidamente y con dificultad me volví a meter en la cama, me tapé rápido y cerré los ojos, fingiendo estar dormida.

Escuché que se abría la puerta y se cerraba lentamente.

-Aún no despiertas.- Soltó en un susurro.

No quise moverme, me daba curiosidad saber que hacía o decía.

-¿Por qué lo hiciste, linda?- Fruncí levemente mí ceño, inmediatamente relajé mis cejas, con miedo a que se dé cuenta de que estaba despierta.- No sé que haría sin ti... Probablemente me tiraría al lago para poder estar contigo.- Escuché un leve sollozo.- Me equivoqué mucho ¿sabes?... Pero intento mejorar... Supongo que puedo comenzar con arreglar las cosas contigo.- Se quedó en silencio un momento, haciéndome dudar de si aún estaba en la habitación conmigo.- Cuando despiertes, hablaré contigo... Iré preparando las palabras.- Por lo que escuché, al parecer se levantó.-¿o sabes que? esperaré que te despiertes, me quedaré aquí, contigo.-

Lo siguiente que sentí, fue que se acostó a mí lado, al yo estar acostada de lado, quedamos frente a frente. Su respiración la sentía muy cerca, eso después de tanto me seguía poniendo nerviosa.

-Te amo, T/n.- Volvió a hablar.

Lo siguiente que sentí fue su mano en mí cintura, y sus labios contra los míos. Mis mejillas probablemente estaban al rojo vivo, y no me pude controlar. Con ambas manos sostuve su rostro por las mejillas y la acerqué aún más a mí.

Definitivamente, la necesitaba.

Pero lo nuestro era tan inestable, que no le veía futuro.

Supongo que nacimos para nunca conocernos.

Pero sin embargo, siempre la elegiré a ella.

Fue el beso más maravilloso que pude y podría tener. Siempre y cuando fuera con ella.

-Estabas despierta.- Fue lo primero que dijo al separarnos.

-Desde hace rato.- Sonrió y volvió a besarme.

-No sabes lo que me asusté, sentí que me moría.-

-Lo mismo sentí.- Reímos y juntamos nuestros labios nuevamente.

(...)

-¿Estás segura? Podemos estar juntas aquí, ahora podemos ser felices... Por favor.- Me pidió Max.

Estaban subiendo las maletas al auto, sería el día que nos iríamos a Lenora Hills.

-Max... Ya lo hablamos.-

-Lo nuestro ya está funcionando, por favor...- Rogó nuevamente.

-Lo nuestro nunca funcionó ni funcionará... Esto no nos hace bien.- Expliqué.

-P-pero- La interrumpí.

-Mira, no te culpo de nada de lo que pasó entre nosotros... Sé que ambas cometimos errores y que el destino nos intentó separar varias veces, pero también sé que te amo y siempre lo haré... Por eso es mejor que nos alejemos. Aunque duela, necesitamos seguir caminos separados... No te olvidaré jamás, y tampoco te molestaré más, ¿si?- Para este punto, Max estaba soltando lágrimas, y aunque yo quise evitarlo, también comencé a llorar silenciosamente.

-Te amo como no tienes idea.- Me abrazó fuertemente.

-Adios, mí amor... Fue un gusto conocerte.- Dije sonriendo, acto que ella igualó.

Y luego, nos dimos un último, doloroso y hermoso beso.

Sé que el proceso de sanar no va a ser nada fácil, pero creo que me daré una nueva oportunidad a mí misma, donde intentaré mejorar, y estoy segura que Max y yo lo haremos, separadas, pero mejoraremos.

Te lo dije en palabras, pero te lo vuelvo a repetir con el corazón:

Adiós, Maxine Mayfield.