Escritos

Tú, yo, nosotros

Habrá pasado algún tiempo desde la última vez que hablé contigo a pesar de que sostienes mi mano, tu mano, nuestra mano, incluso antes de que se marcara el primer segundo de mi existencia. Hoy miro a lo que queda de ti y me siento culpable, porque te oculté mis problemas, tus problemas, nuestros problemas, en un intento por protegerte de los matices grises que no he sabido disipar... me equivoqué, ahora te siento tan lejana y pequeña que he olvidado cómo quererte, quererme, querernos. Fui ingenua al creer imposible tu partida y obvia tu presencia, mas me siento rendida, así te lo confieso, o a lo mejor es cosa mía, pues miro a mi alrededor y distingo felicidad, emoción, bonche... sí, debe ser cosa mía que te descuidé, me descuidé, nos descuidé. Sola he de cargar con el peso de lo imborrable y tendré que pedirte que me acompañes por si llego a tocar fondo de nuevo y tenga que sonreír, tengas que sonreír, tengamos que sonreír.