Prólogo.

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La tormenta de problemas seguía con fuerza.
Pero a veces solo quedaban ligeros vientos con gotas cayendo sobre sus corazones

Thiago y Dafne no eran el claro ejemplo de él verdadero amor o almas gemelas. Tampoco el prototipo de una relación perfecta o el intento de serlo.

Y aunque eso no existía en ambos le pusieron fin a lo que ellos dos sintieron; a lo que ellos crearon.

Ella dió un suspiro por tener dolor en la parte baja abdominal.
Escuchaba música para calmarse.
Miraba a su celular he ignoraba las llamadas de Thiago.

De inmediato fué Daf a vomitar.
El seguía llamando y tocando la puerta y ventana desesperado.

Ella bajó la sisterna del inodoro.

— ¿Que quiere? Le escribió Daf por medio de WhatsApp.

— Salga. Dijo el dejando llamadas perdidas.

Al salir ella estaba limpiandose los labios ya que se había enjuagado la boca.

— ¿Que es lo que quiere? Dijo ella sosteniendo su vientre.

— ¿Los papeles? Dijo el.

— Ya no los tengo aquí. Dijo Dafne.

— ¿Desde cuándo es que me los está dando? Dijo Thiago de brazos cruzados.

— ¿Luego para que los necesitas? Dijo ella con una ceja arqueada.

— Para su información porque soy el padre del niño. Dijo acercándose a ella.

— Ahora sí se considera padre ¿No? Dijo ella irónica.

— Pues si, ¿Donde están? Dijo el.

— No te diré quién lo tiene. Dijo ella.

— No le estoy preguntando quién los tiene, si no en donde están. Dijo el con poco de autoridad.

— No es su problema, si es muy padre debería ir conmigo a uno de los ecos ¿No? Tengo uno el otro mes. Dijo ella sosteniendo la mirada de él.

— Pues vamos, yo de ir voy. Dijo el retador.

— Ah, por cierto, cuidado a quien manda. Dijo ella resentida.

— ¿Ah si? Fuera que se metiera con un amigo, pero no, fué con un hermano. Dijo el resentido y con odio en sus ojos.

— Claro claro. Dijo ella sin más.

— Me das asco la verdad. Dijo el frente a ella.

El al darse la espalda atacó.

— El sentimiento es mutuo supongo. Dijo ella con dolor.

¿Quien lo diría? Que después de eso se llevaría Thiago consigo el corazón y tranquilidad de Dafne en tan solo un chasquido de dedos.

El deseo de amar para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora