Capítulo 18: De paso

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CHARLOTTE

Definitivamente puedo decir que la sorpresa fue todo un éxito.

Su manera de besarme y de acariciarme me lo demostró. Me encanta todo de ella, lo apasionada que es me fascina. Nunca me sentí tan deseada como hace un momeno aunque pienso que sentirme así desde ya es muy apresurado.

No quería soltarla, abrazarla es una de mis cosas favoritas en el mundo, su suavidad y su aroma tan femenino. Nunca consideré ponerme una etiqueta en cuanto a mis gustos sexuales, el amor es amor y la atracción puede surgir donde menos lo esperemos pero ahora me doy cuenta que realmente disfruto que ella sea una hermosa mujer. Una mujer muy sexy y que besa muy bien. Suelto un suspiro audible cuando al fin nos separamos y ella me ve a los ojos sonriéndome espléndidamente.

"Mi amor, no puedo creer que estés acá. Me sorprendiste mucho, aún estoy en shock de lo irreal que es todo esto. Venía muerta de cansansio, aburrimiento y un poco de tristeza al ver que no me respondías... estoy encantada de que estés aquí conmigo, preciosa" me dice hablando muy rápido y sonando algo acelerada lo cual me causó ternura.

"Me encanta que te haya gustado la sorpresa, no estaba segura y es que a veces siento que voy muy rápido, que debo ser menos efusiva pero me nace del corazón el querer buscarte, sentirte cerca, besarte... yo nunca me había sentido así pero no tengo miedo, no contigo" le digo de forma sincera y es que me parece que así es mejor, ser honesta y que ella me diga qué piensa o que me haga saber si le parezco una loca de atar.

"Me gusta cómo piensas y cómo actúas, de verdad estoy encantada de tenerte aquí conmigo, es una de las cosas más bonitas que alguien ha hecho por mí sin que yo interviniera en nada. Además, si hablamos de llevar las cosas rápido, creo que yo soy la que más ha acelerado todo y te juro que no me arrepiento de hacerlo, a mí también me nace del corazón todo lo bueno contigo y siento que sino te lo demuestro corro el riesgo de explotar" me dice y sé que es sincera, lo siento dentro de mí.

"Bueno, en ese caso estamos corriendo el mismo riesgo" le sonrío y ella me mira fijamente, por un momento siento como se paraliza todo y solo existe su mirada en la mía. Me estoy volviendo loca.

"Muy bien, señorita, entonces... ¿qué tenemos acá?" Me dice cuando repara en la mesa y señala la comida que encargué cuando por fin parpadea apartando la mirada de la mía. Y es que hasta yo había olvidado ese detalle.

"¡Ah, la comida! Espero que tengas hambre, mi amor y ojalá te guste la pasta." Le digo deseando que no esté fría la comida.

"Claro que me gusta pero me gustas más tú" me dice tocandome la punta de la nariz con cariño y me regala una sonrisa encantadora que estoy segura que enciende mis mejillas.

"Siéntate, preciosa, serviré el vino" le digo y ella obedece, cuando abro la botella nos sirvo un poco en las copas y me siento a su lado. Me animo a darle un beso cuando me siento y ella se aproxima rápido para seguir el beso, me encanta que siempre busque acercarse más y más.

"No creo que pueda dejar de besarte, mi amor" me dice pegada a mis labios y sonriendo, dejo un último besito y me alejo contra mi voluntad pero empezando a sentir que esta noche será más especial de lo que ya está siéndolo.

"Tenía mucha hambre, en el evento nos dieron 'comida' pero realmente no pude disfrutarla porque mi novia me tenía preocupada al no contestarme las llamadas ni los mensajes" me dice recalamándome con una mirada traviesa y risueña, me la quiero comer.

"Amooor... perdón" le digo como niña pequeña pero sin sentirlo realmente.

"Basta, preciosa, vas a matarme" me dice tomando mis mejillas y volviendo a besarme "Comamos antes de que se me ocurra comer otra cosa..." me dice bebiendo de su copa y mirándome de reojo, me regala un guiño que me hace derretirme.

"Vale" es lo único que mi corazón acelerado me permite responder y procedo a comer rapido para que mis pensamientos no salgan por mi boca.

Comimos de manera relajada, haciendo comentarios de cómo había ido todo desde que nos vimos, me contó todo acerca del evento y podía imaginarme todas las miradas que mi novia debió haber robado, es preciosa y todos caemos rendidos ante ella, además, se veía hermosa esa noche y la tenía en esta habitación solo para mí, mi mente viajaba a muchos lugares por imaginarme cosas indebidas.

"Delicioso pero te aseguro que la compañía es lo mejor de todo esto. Te agradezco tanto esto, preciosa. No sabes las ganas que tenía de volver a verte. ¿Qué te parece si me pongo un poco más cómoda, talvez un baño ligero, y pedimos algún postre?" Me pregunta cuando terminamos de comer y se acerca al baño, cuando va caminando veo cómo deprende el ziper de su vestido, solo vi un poquito pero me hizo pensar mucho en que ella podría ser un postre delicioso.

"De acuerdo, solo que será algo rápido porque solo estoy de paso, cariño. Mañana tengo que volver, tengo una sesión de fotos y una entrevista, sabes que si falto a mi agenda tendré problemas." Es lo único que se me ocurre decir porque mi cerebro se detuvo con el pensamiento de ella sin ropa en el baño.

Oigo ruidos en el baño y la veo aparecer en la puerta solamente con una toalla cubriendole el cuerpo y de nuevo mi cerebro se detiene.

"Sabes que no te dejaré ir esta noche, ¿cierto?, no es posible que me dejes aquí necesitando de ti. Hablaré con Nawat, ?¿de acuerdo? Tu agenda no va a impedirme dormir esta noche con mi novia" me dice de manera sensual y algo demante en tonos iguales, en ese momento mi cerebro empieza a trabajar de nuevo y la veo fijamente antes de acercarme a ella con determinación.

Golpe de suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora