°•Risas•°

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Los hermanos se dirigían hacia la cabaña mientras les contaban a Ford y Stan cómo les había ido en California. Dipper aseguró que después de vivir lo que vivió en Gravity Falls, California le parecía muy aburrido. Sin embargo, Mabel les explicó a sus tíos que en realidad hay muchas cosas divertidas que se pueden hacer en California y que su hermano simplemente era un nerd antisocial que no salía de la casa, por eso pensaba que California era aburrido.

─Puede que tengas razón, Mabel, pero eso no quita que Gravity Falls sea mil veces mejor que California.─ respondió Dipper con seguridad.

─Bueno, bueno, cálmense, niños, no hay motivo para pelear. De todos modos, ya llegamos a la cabaña. ─respondió Stan mientras se dirigía a abrir la puerta.

─Tío Stan, ya no somos niños, ya tenemos 18 años.─ reprochó la castaña.

─Mientras estén aquí, yo les diré como yo quiera.─ respondió el anciano con tono autoritario.

─Como tú digas, tío─ respondió la castaña, rodando los ojos y haciendo un pequeño puchero.

Una vez que el tío Stan abrió la puerta, los gemelos entraron rápidamente a la cabaña para desempacar sus cosas y acomodarlas en su habitación. Todo parecía igual que siempre, incluso después de tantos años. Probablemente Stan quiso dejar todo exactamente igual por si algún día la familia Pines regresaba, un gesto muy noble de su parte.

(...)

─¡Listo!─ dijo Dipper para sí mismo antes de acostarse en su cama. Ya había terminado de desempacar todas sus cosas y decidió relajarse un rato.

─No me digas que ya te cansaste, Dipper.─ dijo Mabel con tono burlón, para luego lanzarle una almohada en la cara.

─Lo dices porque tú lograste dormir en el camión, pero yo no logré dormir por los nervios.─ respondió Dipper, sentándose en el borde de la cama y tomando una almohada para devolverle el golpe a Mabel.

─Hmmm, puede que tengas razón, pero todavía te falta pegar mis pósters.─ dijo la castaña entre risas.

─Aún no entiendo por qué te trajiste tantos pósters.─ exclamó Dipper, encontrando absurda la cantidad de pósters que su hermana había traído. ¿No hubiera sido más fácil comprar nuevos en el pueblo?

─Los traje porque son muy importantes para mí. ¿Cómo sabría la gente lo que me gusta o no sin mis pósters? Además, mis esposos hermosos tienen que ser expuestos para que todos vean lo guapos que son.─ dijo Mabel mientras abrazaba un póster de un chico apuesto.

Dipper simplemente rodó los ojos y se volvió a acostar, pero su momento de tranquilidad fue interrumpido por su tío Stan, quien les gritó que la comida ya estaba lista.

─Ya vamos, tío Stan.─ dijo la castaña desde su cuarto, para luego ponerse de pie.─ ¿Vienes, Dipper?

─Sí, ya voy.─ dijo el castaño mientras se ponía de pie y se ponía sus zapatos.─ La castaña se retiró del cuarto para ir a comer, ya que tenía hambre. Mientras tanto, Dipper decidió quedarse sentado por un tiempo, con los ojos cerrados. Era bastante relajante estar de esa forma, especialmente después de una mala noche de sueño.

Sin embargo, algo rompió ese silencio relajante: una risa, una risa bastante peculiar y similar a la de Bill Cipher, que se podía escuchar por todo el cuarto. Esto hizo que Dipper se sobresaltara y abriera los ojos, pero para su suerte, la risa se dejó de oír cuando los abrió.

El castaño se quedó totalmente quieto. ¿Realmente fue la risa de Bill Cipher? ¿Realmente eso ocurrió? ¿O fue solo producto de su imaginación debido a la emoción y la falta de sueño? Estas fueron las preguntas que pasaron por su mente.

Regrese por ti [Billdip] #PremiosGravity2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora